La ciudad de Segovia se encuentra ante una crisis tan silenciosa como inquietante: la decadencia de su comercio local. Este fenómeno, que afecta a múltiples ciudades pequeñas en España, ha sido analizado en esta ocasión por la Asociación de Empresas Inmobiliarias de Segovia (Aseinmo) que ha identificado la escalada de los precios de alquiler como una de las principales causas de la parálisis económica que afecta a la capital segoviana. Esta situación, agravada por la competencia del comercio online y las franquicias, está desmoronando un modelo de negocio tradicional que ha si sido durante décadas el motor de la economía local.
En esas y, según un estudio reciente realizado por Aseinmo en colaboración con la Federación Empresarial Segoviana (FES), los precios de alquiler de los locales comerciales en Segovia presentan variaciones de hasta un 200% dependiendo de la zona. En algunas áreas de la ciudad, el valor del alquiler puede incluso triplicarse en comparación con otras, lo que crea un panorama desigual y desalentador para los pequeños comerciantes que intentan mantener sus negocios a flote.
El estudio, que fue realizado por la propia Aseinmo, reveló que los precios de alquiler en barrios como San José y La Albuera oscilan en torno a los cuatro y cinco euros por metro cuadrado, en Zona Obispo Quesada y San Lorenzo entre los cinco y los seis euros por metro cuadrado, en Ezequiel González, Conde Sepúlveda y José Zorrilla oscila entre los seis y los ochos euros por metro cuadrado, mientras que en la Calle Real, el centro neurálgico de la ciudad, los precios alcanzan un promedio de 15 euros por metro cuadrado. Una disparidad respecto a las cifras que ha derivado en un ambiente comercial donde solo las grandes cadenas y franquicias pueden sobrevivir, mientras que los negocios familiares, muchos de los cuales llevan generaciones sirviendo a la comunidad, se han visto obligados a cerrar sus puertas.
En la comparecencia, el vicepresidente de Aseinmo, Tovar, señaló que los factores que determinan los precios de alquiler de los locales comerciales van más allá de la mera ubicación. La dimensión del local, su fachada y las condiciones necesarias para instalar un negocio son elementos cruciales que influyen en el valor del inmueble. Además, Tovar destacó que el comercio en Segovia enfrenta un desafío significativo debido a la competencia del comercio online, que ofrece productos a precios más bajos y sin los costos operativos que los negocios físicos deben asumir.
Esta competencia digital, que ha crecido exponencialmente en los últimos años, ha debilitado aún más la capacidad de los negocios locales para competir en igualdad de condiciones. Los comerciantes tradicionales, que dependen del tráfico peatonal y de la lealtad de sus clientes, se encuentran en una lucha constante por mantenerse relevantes en un mercado que se ha vuelto cada vez más global y menos personal.
La compra-venta de locales, unos precios desproporcionados
El estudio también arrojó luz sobre la situación de la compra-venta de locales comerciales en Segovia. Los precios, que alcanzaron un máximo en 2008, no han disminuido significativamente en algunos casos, lo que contribuye a la parálisis de la actividad comercial. En barrios como San Lorenzo, los precios de compra rondan los 720 euros por metro cuadrado, en José Zorrilla o Conde Sepúlveda asciende a algo más de los 1.000 euros, mientras que en la Calle Real pueden llegar hasta los 3.000 euros por metro cuadrado. Esta disparidad en los precios, que no siempre refleja el valor real de mercado, ha llevado a una situación insostenible para muchos comerciantes.
Tovar subrayó que las franquicias, que han comenzado a ocupar los locales que antes pertenecían a negocios familiares, están en una posición ventajosa porque, a diferencia de los pequeños comerciantes, no necesitan generar ganancias inmediatas. Estas grandes cadenas pueden permitirse operar con pérdidas iniciales, con el objetivo de establecer su presencia en el mercado. Esta estrategia, aunque efectiva para las franquicias, está devastando el comercio local, que no puede competir con la capacidad financiera y operativa de estas empresas.
El auge de las franquicias en Segovia ha cambiado radicalmente el panorama comercial de la ciudad. Estos negocios, aunque generan empleo, también representan una amenaza para los comercios artesanales y familiares, que a menudo no pueden soportar la presión financiera y competitiva que imponen las grandes cadenas. Según Tovar, la implantación de estas franquicias está provocando una transformación del carácter comercial de la ciudad, que está perdiendo su identidad local en favor de una homogeneización que se replica en muchas otras ciudades.
Esta situación se ve exacerbada por el hecho de que muchas de estas franquicias no tienen como prioridad la rentabilidad inmediata, sino la expansión de su marca. Esto les permite soportar las pérdidas iniciales mientras se establecen en el mercado, algo que los negocios locales no pueden permitirse. Para los pequeños comerciantes, cada día de operación es una batalla por la supervivencia, una batalla que muchos están perdiendo.
Por su parte, Roberto Manso, presidente de la Federación de Comercio de Segovia (Fecose), señaló que la crisis del comercio local no es exclusiva de Segovia, sino un fenómeno que afecta a muchas ciudades pequeñas en todo el mundo, mientras que Manso atribuyó esta situación al auge del comercio online y a la expansión de los hipermercados, que han captado una gran parte del mercado, dejando a los pequeños comerciantes luchando por sobrevivir.
Al comparar la situación de Segovia con otras provincias de Castilla y León, Tovar indicó que la ciudad se encuentra ante una posición económica desfavorable, similar a las que atraviesan en ciudades como Ávila, Soria y Zamora. En contraste, ciudades como Valladolid, León y Salamanca han logrado mantener una actividad comercial dinámica, en parte gracias a una combinación de industria, comercio y una población estudiantil que estimula la economía local.