Fernández Mañueco, con el presidente de Iberaval, César Pontvianne, en la reunión de ayer. / EFE

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha anunciado que destinará 28,8 millones de euros de recursos públicos para, junto a Iberaval, intentar movilizar 271,5 millones de euros en ayudas y créditos en condiciones ventajosas, incluso al 0% de interés, para auxiliar a la hostelería, así como ayudas directas por importe de 19,4 millones, hasta sumar casi 291 millones.

Mañueco ha presentado estas líneas de ayuda junto al presidente de la sociedad de garantía recíproca Iberaval, César Pontvianne, quien ha reconocido que, en las circunstancias actuales, esperan una “avalancha” de solicitudes de hosteleros, a quienes ha asegurado que pueden acudir desde hoy mismo y que la resolución de las ayudas será inmediata, en la línea de los entre 7 y 14 días que emplean para este tipo de procedimientos.

El presidente se ha comprometido a “exprimir” los recursos públicos para tratar de ayudar a un sector como el hostelero y el turístico, afectado por el cierre ordenado por la propia Junta para intentar frenar los contagios de la Covid-19, y para el que ha prometido nuevos esfuerzos si fueran necesarios entrado ya 2021, aunque ha insistido en que también es urgente la puesta en marcha de un plan de rescate a nivel nacional.

Con el acuerdo presentado ayer, Iberaval va a ofrecer a los autónomos y empresas de la Comunidad hasta siete líneas de crédito, de las que dos tendrán intereses “muy bajos” y las cinco restantes tendrán coste cero para los demandantes, como la que servirá para que esta entidad adelante al empresario la ayuda directa que le haya concedido la Junta, pero que se demore por la tramitación administrativa, tal y como ha explicado Mañueco.

El objetivo es asegurar el flujo de circulante y apuntalar la solvencia de las empresas que están soportando una pérdida parcial o incluso total de ingresos como consecuencia de las medidas sanitarias adoptadas para contener el avance de la pandemia, de manera que puedan sobrevivir y reflotar su actividad, según han coincidido ambos intervinientes en la rueda de prensa telemática.

“Están vigente ya”, ha recalcado Mañueco, quien ha asegurado que su gobierno tiene un “compromiso claro” con la hostelería, como uno de los que “más está sufriendo el impacto”.

Sin embargo, preguntado por el plazo con el que pueden calcular los hosteleros de cara a retomar su actividad, con la Navidad a mes y medio, Mañueco ha dicho que no quiere “entrar en especulaciones” porque la “prioridad es salvar la vida de la gente y la salud de las personas”, mientras que su referencia a la Navidad en una entrevista fue un “comentario”. En este sentido, ha afirmado que la reapertura de la hostelería y la evolución de otras medidas restrictivas como el confinamiento perimetral de la Comunidad y el toque de queda serán evaluadas de la mano de los expertos y su modificación será anunciada a media que se tomen las decisiones.

Tampoco ha querido analizar si su Gobierno se plantea tomar medidas diferenciadas en función de la evolución de unas provincias y otras, en referencia al caso de Burgos, y ha rechazado que de sus palabras se pueda deducir que el cierre de la hostelería va a durar más o menos. “Ni va a durar mucho ni menos, durará lo que sea necesario para la protección de la salud y la vida”, ha resumido Mañueco.

Algunas de las líneas de ayudas

Mantenimiento del empleo: las empresas pueden acceder a créditos avalados y gratuitos, con un plazo de amortización de hasta cinco años con dos de carencia, de hasta 20.000 euros por cada puesto de trabajo mantenido. Estas cláusulas son aplicables hasta un límite de 200.000 euros, con el compromiso de sostener 10 empleos.
Liquidez micropymes y autónomos: esta herramienta de financiación facilita operaciones avaladas de préstamo de micropymes y autónomos de entre 6.000 y 40.000 euros para apoyar sus necesidades de liquidez o circulante. El plazo máximo de amortización es de cuatro años y el interés es cero, a lo que se añade la bonificación total de los gastos financieros durante toda la vida del préstamo.
Anticipo de subvenciones: esta línea de anticipos se aplicará a cualquier subvención de las contenidas en este programa concedida al sector de la hostelería. Esta medida pretende agilizar el flujo de circulante a las empresas, aliviando así las esperas propias de la tramitación preceptiva para la resolución y el abono de las ayudas de la administración.
Costes sociales: mediante esta línea, dotada con cinco millones de euros, el Ejecutivo autonómico ayuda a las empresas a hacer frente a las cuotas de la Seguridad Social por contingencias comunes de los trabajadores desafectados de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). La finalidad de estos apoyos es incentivar el retorno a la actividad de las plantillas.
Bonos turísticos: con el objetivo de relanzar el turismo cuando la situación epidemiológica lo permita, la Junta pone en marcha un sistema de bonificación del consumo de servicios turísticos para los viajeros que recalen en Castilla y León. Dotada con dos millones de euros, esta línea pretende fomentar la demanda turística, impulsar el gasto y contribuir al mantenimiento del empleo en este sector.

Los hosteleros piden ayudas directas y reniegan de los créditos

A la espera de una valoración oficial por parte de la patronal regional de la Hostelería, los hosteleros segovianos reciben con espíritu crítico el plan del Gobierno regional para apoyar al sector, y defienden las ayudas directas de capital a las empresas en detrimento de los créditos, ya que la situación de los negocios no permite en este momento afrontar gastos sin recibir ingresos.

El gerente de Hostelería y Turismo de Segovia (HOTUSE), Francisco Javier García Crespo ironizó ayer al asegurar que el Gobierno regional “quiere que nos empeñemos pidiendo créditos que, si no podemos trabajar, no vamos a poder pagar”, y aseguró que en otros países como Alemania o Francia, sus respectivos gobiernos han apostado por las ayudas directas asumiendo la facturación de sus negocios.

“Creo que con estas medidas, se trata de desviar la atención con cifras y números, porque las ayudas llegan tarde, y muchos empresarios todavía no han cobrado las que solicitaron en marzo y abril”, asegura Crespo.

El gerente señala que las autoridades regionales y nacionales “parece que no se han dado cuenta del problema, y es que los créditos no se pueden pagar si no hay facturación, es decir, si no se trabaja”, y urgió para que lleven a cabo programas de ayuda “inmediata y urgente, ya que hay familias cuyos negocios no van a durar ni dos días, y otras muchas que ya han cerrado por no poder aguantar económicamente esta situación”.