Javier Santamarta del Pozo.
Javier Santamarta del Pozo.

Mañana empieza en El Escorial la III Jornada sobre la Leyenda Negra, en esta ocasión dedicada a La Inquisición Española. Ante el éxito de las ediciones anteriores, hablamos con el coordinador para que nos de las claves de estos encuentros con la Historia.

— Estas son las terceras jornadas sobre la Leyenda Negra que organiza ¿Cuál es el objetivo, que se pretende?
— Realmente son las cuartas, pues durante la pandemia hicimos la Leyenda Negra 2.5 para hacer de puente entre ellas, realizada al aire libre, y que dedicamos a los Tercios de la época imperial. En otras ocasiones las hemos dedicado a dar a conocer en qué consiste este concepto de la Leyenda Negra, o a los aniversarios de la Conquista de México, que pasó sin pena ni gloria siendo el V Centenario, o el de la Primera Circunnavegación al globo, donde contamos con la Cátedra que se creó exprofeso para esta efemérides. En suma, el objetivo de estas Jornadas es dar a conocer el legado que resulta y se puede encontrar en la Historia de España, y que tanto se ignora o incluso, se vilipendia.

— ¿Cuál es el tema de este año y por qué?
— Este año lo hemos dedicado precisamente a uno de los pilares de esa llamada Leyenda Negra, como es la Inquisición española. Tenida como una de las instituciones más sangrientas de la Historia de la Humanidad, es interesante analizar con datos cómo fue realmente, alejada de los tópicos que la envuelven. Creo que va a ser una sorpresa para muchos el comprender cómo fue realmente. Cómo eran los Autos de Fe, qué cosas son mitos y qué realidad…

— Veo entre los ponentes tanto catedráticos de larga trayectoria, como historiadores, divulgadores, periodistas, novelistas ¿por qué un plantel tan amplio?
— Precisamente para aunar el rigor y la amenidad. Lograr de este modo presentar una forma diferente para hacer llegar de manera más directa, menos «académica» si se quiere, la Historia con mayúsculas. En este caso será, además de esta mezcla de ponentes, mediante el sistema más que de ponencias, de mesas redondas donde el debate, las preguntas, incluso las del público asistente, lo hagan más interesante y enriquecedor.

— ¿Cuáles cree que son las principales falsedades que se han contado sobre la Inquisición a lo largo del tiempo?
— Una que va a sorprender mucho es que la Inquisición, no sólo apenas cazó brujas y se dedicó a quemarlas, como suele decirse, sino que fue precisamente esta institución, y la española más concretamente, la que prohibió este tipo de procesos. Por no hablar de los llamados «Museos de la Inquisición», donde se exhiben presuntos instrumentos de tortura y muerte, como en el caso del de Granada, donde muestran nada menos que ¡una guillotina! Es una vergüenza que se den de este modo pábulo a lo que no es sino auténticas patrañas históricas.

— ¿Cómo cree que pueden contribuir la academia, los medios de comunicación y la ficción en libros o series a divulgar la verdad de la Historia?
— La ficción es ficción y se tienen que permitir licencias en su narrativa. Da igual que hablemos de novela histórica o de películas. Pero es verdad que muchas veces las incorrecciones que vemos reflejadas sobrepasan el que aparezcan anacronismos o que se cuenten hechos donde es literalmente una, digamos, patada a la Historia. Lo hemos visto no hace mucho en algo que no tendría que tener necesidad, como la serie sobre Elcano, donde se han inventado lo que no era necesario para una aventura que en la realidad sobrepasó cualquier ficción. Pero si con todo lo que se logra es atraer la curiosidad hacia ciertos acontecimientos históricos, bienvenidas sean novelas y películas.

— ¿Qué libros ha escrito y que impacto han tenido?
— Me he dedicado sobre todo a sacar personajes que no han tenido un reconocimiento, así como hechos que apenas parece que se les ha dado la importancia que deberían fuera de la Academia. De este modo, tanto en Siempre Tuvimos Héroes como en Siempre Estuvieron ELLAS, el leit motiv fue rescatarlos del olvido. Es increíble que el año pasado fuera el centenario de la anestesia epidural, creada por el español Fidel Pagés, y nada se hiciera. Que no se conozca al segoviano Domingo de Soto, cuyo trabajo es anterior al de Galileo y Newton. Que apenas nadie conozca a Ángela Ruiz Robles, cuando fue la pionera de las tablet y de los libros electrónicos ¡en los años 40! Igual que con mi Fake News del Imperio español, donde desmonto con absoluto rigor y mucho humor e ironía, tanta mentira que se ha vertido sobre la Historia de España. Puedo vanagloriarme de que ya van más de 12 ediciones de mis libros, lo que indica que la gente sí que tiene un interés por estos temas.

— ¿Qué otras actividades tienen previstas?
— Pues en San Lorenzo de El Escorial la idea es seguir haciendo cosas que revitalicen la Historia, desde la Academia pero también con recreadores históricos. Queremos recuperar el Día de la Romanidad, hacer un fin de semana dedicado a la época de los Tercios, fue un éxito la recreación de la liberación del Real Sitio en época napoleónica, y estamos abiertos a nuevas propuestas e iniciativas, así como continuar trabajando para una nueva edición de estas Jornadas sobre la Leyenda Negra, cuyo aforo cada año se desborda. n