La alcaldesa de Segovia, Clara Martín, entrando en la iglesia de San Millán. / KAMARERO
La alcaldesa de Segovia, Clara Martín, entrando en la iglesia de San Millán. / KAMARERO

El grupo de Izquierda Unida (IU) insiste en que los actos religiosos «no deben contar» con la comparecencia de los miembros del Ayuntamiento de Segovia y critica la presencia de la alcaldesa, Clara Martín, en la ceremonia del voto a San Roque. Desde la formación política, inciden a través de una nota de prensa emitada a los medios de comunicación que la asistencia de integrantes de la Corporación a este tipo de actos puede ser, si así lo estiman oportuno, «a título individual», pero «no como representantes» de la institución. «El desarrollo de este tipo de actos no se ve afectado por la ausencia de cargos públicos y debería quedar limitado al ámbito personal y religioso«, señalan desde IU.

No es la primera vez que este grupo municipal critica estas acciones y, en esta ocasión, vuelve a «pedir explicaciones» a la regidora por su participación en este acto en representación de la ciudadanía de Segovia; puesto que exponen que el Estado cuenta con «carácter aconfesional».

«Desde el máximo respeto a cualquier confesión religiosa y creencia personal, nuestro grupo municipal considera que la imagen de una alcaldesa arrodillada frente a un santo no se corresponde con una sociedad en la que debería prevalecer la separación entre Iglesia y Estado, un principio fundamental en una democracia», explican; y añaden: «En este sentido IU considera que Clara Martín y el PSOE han perdido una buena oportunidad para evitar esta situación».

Asimismo, desde IU apuntan: «Tampoco es de recibo la presencia de portavoces o concejales de los otros grupos municipales con sus respectivas medallas corporativas, como también se dio ayer. Las instituciones democráticas no deben tomar partido en los asuntos religiosos de la ciudadanía, por muchos años de tradición que haya detrás de un acto».

Por otra parte, IU reclama que es «conveniente» modificar el artículo del reglamento orgánico que señala que el Ayuntamiento debe asistir en Corporación a algunos actos religiosos. «No se trata de criticar o rechazar creencias o confesiones, sino de mejorar la calidad democrática en nuestra ciudad», finalizan.