Señora presidenta, señoras y señores diputados:
Quiero manifestar en nombre del Partido Popular, una vez más, nuestra rotunda condena a estos crímenes y nuestra solidaridad con las víctimas de la violencia machista.
El Gobierno de mi país puede contar con nuestro apoyo para luchar contra esta lacra. Lo venimos haciendo en todas las comunidades autónomas donde gobernamos, igual en los ayuntamientos. Eso sí, con recursos suficientes, con políticas públicas eficientes y con una condición evidente, que los cargos del Partido Socialista se dejen de lucrar con el dinero destinado a la violencia de género. Sí, señoría, la gestión de los Puntos Violetas acredita la regeneración que el presidente acaba de trasladar a la Cámara.
Pues bien. Somos un partido de Estado y de gobierno y nosotros no nos desentendemos del Estado ni en la oposición ni en el gobierno.
Señora presidenta, hoy el Sr. Sánchez ha dicho cómo dirigir el debate. Ya me mandó una vez que me callara y ahora le dice a usted que exija que todos se callen cuando habla su Excelencia. No sé si tiene menos respeto por la Cámara o por usted.
Señorías, hemos escuchado hoy una serie de cuestiones muy sorprendentes. Ha venido a decir aquí que estaba muy orgulloso de los resultados electorales en la Unión Europea, usted ha perdido las elecciones por cuatro puntos. Yo también lo estoy.
Y, además, ha venido a decir que en la Unión Europea había un pacto entre socialdemócratas y populares. Sí. En España, usted salió con los populistas y con los nacionalistas para que no gobernase quién ha ganado las elecciones, los populares. Exactamente lo contrario que Europa.
Ha venido usted hablando de injerencias extranjeras, pero ha indultado las campañas de desinformación e injerencias rusas que hubo durante el procés. Tiene usted otro premio a la coherencia, Sr. Sánchez. Pero, en fin, vayamos a lo que usted no ha querido decir y a lo que usted realmente ha venido aquí.
Señorías, la única razón por la que está teniendo lugar este debate es porque la mujer del presidente del Gobierno está siendo investigada en un Juzgado por presuntos delitos de corrupción en los negocios y tráfico de influencias.
Y la razón por la que usted también ha venido es porque su hermano también está en sede judicial por 5 presuntos delitos.
Otra de las razones es porque su Gobierno y su partido, en tres instancias diferentes (incluida la Fiscalía Europea), está siendo investigado por mordidas y varios tipos de prebendas con cargo a fondos públicos.
Y la razón última más es porque su Fiscal General del Estado está siendo investigado por revelación de secretos.
Señorías, esto es lo que nos trae aquí. No hay nada más. No hay ningún principio ni ninguna convicción. Nunca la hay. Es otra milonga más, señor Sánchez.
Usted, lo hemos visto, no ha acudido aquí para dar explicaciones cuando es lo que tendría que haber hecho desde hace tiempo, y más aún con lo sabido en las últimas horas. No. Usted a lo que ha venido aquí en realidad es a evitar dar explicaciones. Y lo que es peor. A intentar castigar por ley a los medios de comunicación que informan sobre la presunta corrupción que a usted le salpica.
Señor Sánchez,
No seré yo quien le diga si los hechos que tantísimo le preocupan tienen consecuencias penales. Creemos en la Justicia. Pero todo lo que ha trascendido y que usted no ha desmentido es reprochable desde el punto de vista político. Absolutamente reprochable.
Lo revistan como lo revistan. Ni es ético ni es estético que buena parte de su partido y de su Gobierno esté investigado por presuntos delitos de corrupción. No es ético ni es estético declarar en Portugal lo que se gana exclusivamente en España, o percibir un sueldo por un trabajo que no se realiza. No se equivoque, Sr. Sánchez. Ni es ético ni es estético que en La Moncloa se firmen cartas de recomendación a empresas que reciben dinero público de su Gobierno.
Sí, señor Sánchez, en el Palacio de La Moncloa. Y usted lo sabía y lo tapó. Lo tapó cuando se retiró cinco días a meditar ocultando que su mujer ya había designado abogado y procurador. Lo tapó cuando se le preguntó si conocía las cartas de recomendación, yo mismo desde esta tribuna. Y lo tapó cuando ocultó a los españoles que se vio en Moncloa con el socio de su mujer, en compañía de su mujer.
Así que ahora, haga el favor, deje de amenazar con la censura y conteste a cada una de las dudas que existen a su alrededor si tiene algún interés de hablar de regeneración democrática.
Lo último que sabemos es que Moncloa se ha convertido en sede de negocios familiares; que el Gobierno es el financiador; y que la mentira es una forma de hacer política que usted utiliza de forma constante.
Señor Sánchez, no es que las sospechas de corrupción le salpiquen a usted. Es que es usted quien hace que les salpiquen a otros. Porque, si ya los hechos son absolutamente reprochables, si cabe, lo es todavía más su actitud. Lo hemos visto hoy otra vez.
Ese creer que se puede pasar por encima de todo y de todos. Ese pensar que no debe explicaciones ni disculpas a nadie nunca. Ese sentir de superioridad con el que incluso viene a dar lecciones de comportamiento a todos los españoles.
¿Pero usted qué se cree? No somos los españoles los que debemos rendirle pleitesía. Entérese. Es usted quien tiene que rendir cuentas a los españoles.
Y además le voy a demostrar por qué. En este pen está todo lo que se ha publicado de su Gobierno, de su partido y de su entorno. Son 3.000 páginas. Según su relato, es falso. Entonces, ¿por qué ni usted ni los suyos lo han denunciado ante los tribunales? A lo mejor, tendrá que hacer una adenda internacional a su plan.
Hoy el Times se hace eco de las reuniones de su esposa con Barrabés en Moncloa. ¿También es un bulo lo de este periódico? ¿También es un tabloide digital el Times? ¿También va a censurar a la prensa internacional, Sr. Sánchez?
Para reparar una información falsa se necesitan dos cosas. La primera, una ley que le ampare, la tenemos, la reguladora del derecho a la rectificación. Una ley del año 1984. Y lo segundo, ¿sabe lo que se necesita? Que le acompañe la verdad. ¿Cuál es el problema? Que a usted le acompaña la mentira.
Usted tenía dos opciones ante la corrupción que le acecha: explicar lo que se publica, si lo considera inexacto, y denunciar lo que se publica, si lo considera falso. Pero no ha elegido ni la una ni la otra. ¿Sabe lo que usted ha elegido? Controlar lo que se publica en nuestro país. Es revelador, Sr. Sánchez.
Mire, si los medios de comunicación señalan que tenemos el doble de paro que la Unión Europea, si los medios de comunicación acreditan que usted subió más impuestos que nadie, que ha incrementado un 30 por ciento la deuda pública, no pueden hablar de eso. La verdad oficial es que la economía española va como un cohete y fin de la cita, señoría.
Señoría, nos habla usted de que hay acabar con los bulos. Hagámoslo. Aún estoy esperando de usted y de la vicepresidenta primera una rectificación y disculpa pública sobre el bulo que me lanzó a mí y a mi familia. Aún lo estoy esperando, señoría.
Nos ilustra también sobre las noticias falsas. Cuando la misma semana que la mujer del presidente debe presentarse en un juzgado, comienzan a difundir, desde su partido, una información falsa respecto al juez que la llamó a declarar. Por cierto, ¿quién tiene dos Documentos Nacionales de Identidad, señor Sánchez?
Por último, nos da lecciones sobre la verdad. El cinismo hecho carne nos da lecciones de verdad. Usted, probablemente es el dirigente en los últimos 45 años en España con la relación más complicada con la verdad. Por decirlo finamente.
– “No gobernaré con Podemos”
– “No pactaré con Bildu”
– “Traeré a Puigdemont a disposición de los jueces”
– “La amnistía no cabe en la Constitución”
– Etcétera, etcétera, etcétera.
¿Le suena esto? Señor Sánchez, el mayor bulo de España es usted.
Por eso, la toma usted con los medios de comunicación. No con todos. Si publican lo que a usted le gusta leer, ver y escuchar, entonces merecen toda la inversión del Estado. Si publican lo que a usted les molesta, entonces merecen todo el castigo del Estado. Por tanto, 100 millones de euros más a los que publiquen lo que a usted le gusta ver, escuchar y leer. Cien millones de euros más.
¿Habla de pseudomedios? Lo que usted pretende en nuestro país es una pseudodemocracia.
Vuelvo al tema que nos trae usted aquí. Otra mentira. El Reglamento Europeo sobre Libertad de los Medios de Comunicación es un Reglamento, no una Directiva. No hay que trasponerla, hay que cumplirla. Hay que cumplirla.
¿Y qué se busca en ese Reglamento? Garantizar la libertad de expresión y la pluralidad; evitar la injerencia de los Gobiernos en los medios; y reforzar la independencia de los medios públicos. O sea, señor Sánchez, lo contrario de lo que pretende usted.
Por otra parte, la protección del derecho al honor, como le decía, ya está recogida en nuestra Legislación. No existe impunidad para difamar, injuriar, ni calumniar en España. La última vez que quisieron regular algo que ya existía fue con la Ley del Solo Sí es Sí, y fíjese como acabó, una gran chapuza.
Esto puede acabar, lo que usted pretende, como el mayor ataque a la libertad de información de la democracia española que, ya le advierto, no vamos a consentir. Basta ver lo que ha hecho cuando ha tenido la oportunidad de meter la mano en los medios públicos: su secretario de Estado de Comunicación al frente de la Agencia EFE y nombrar una militante del PSOE para dirigir Radio Televisión Española.
Esto son lecciones de regeneración de los medios de comunicación. Mire, sabemos que su criterio es “Ninguna institución pública sin su Tezanos al frente”.
¿Entonces ahora qué pretende? ¿Poner también comisarios en los medios privados? ¿Quiere controlarlos todos a toda Prisa?
Hoy se aprueba en el Senado la comisión de investigación sobre el señor Tezanos y el uso fraudulento de medios públicos en el CIS. Por supuesto, yo le creo capaz de todo. Así que no se ofenda, pero oírle a usted dar lecciones de regeneración sería como oír a Otegi dar lecciones de derechos humanos.
Mire, la regeneración democrática en España no vendrá con el cambio interesado de una Ley. Solo llegará de la mano de los españoles cuando cambiemos el Gobierno.
Usted ha venido aquí a hablar de lo que le ha dado la gana. No ha hablado de las cuestiones importantes. Bueno, usted se alegra del resultado europeo, yo también, en eso coincidimos. Nosotros hemos ganado, usted ha perdido. Y como hemos ganado y somos la fuerza mayoritaria en Europa, vamos a aprovechar para impulsar todo lo que hemos comprometido y frenar todo lo que no creemos, es decir, vamos a frenarle a usted en la Unión Europea, señor Sánchez.
Por cierto, ya que lo menciona… No lo menciona, es el principal problema que tiene hoy España y ha venido a dar unos sermones y, en cambio, se resiste a hablar de la política migratoria, que no tiene este Gobierno.
España necesita una migración regulada, sí. Y tiene que afrontar con urgencia la inmigración irregular y descontrolada, sí. A los españoles esto les preocupa, sí. Los datos de su Gobierno son alarmantes: multiplicar por dos la llegada de inmigrantes ilegales a España con respecto al año pasado; en Canarias, por tres. La previsión de su Gobierno, de su Gobierno, es que antes de finalizar el año podemos llegar a 70.000 inmigrantes irregulares más. Es decir, alrededor de 100.000 este año.
Usted pasa por encima de todo esto. Pero contésteme. ¿Va a declarar la emergencia migratoria nacional? ¿Va a convocar una Conferencia de Presidentes urgente? ¿Hasta cuándo vamos a seguir recibiendo inmigrantes de forma irregular sin hacer nada?
Solidaridad, sí. Seguridad, también.
Señor Sánchez, póngase a trabajar en los temas realmente necesarios.
Mire, señoría. Los españoles somos y queremos ser libres pese a usted: libres para tener nuestro propio criterio de opinión y de libertad de expresión; libres para informar e informarnos; y libres para creer que España puede tener un gobierno mejor que el suyo.
Porque ese es el problema fundamental que tiene usted, señor Sánchez, que teme a la libertad del pueblo al que se debe. Si los medios cuentan la verdad, los desacredita. Si los jueces le investigan y aplican la ley, los ataca. Si la oposición hace oposición, intenta destruirla. Si alguien le lleva la contraria, lo señala. Y a las urnas, mejor ignorarlas.
La regeneración democrática no será a través de ningún chantaje de nadie y menos de usted. Será a través de una alternativa seria e ilusionante que traeremos a esta Cámara.
Señor Sánchez, el 23 de enero del año 23 le mandé 60 propuestas de regeneración democrática. Estas sí que son garantías democráticas para nuestro país. De acuerdo con estas propuestas, aquí, en España, no va a caber que ningún gobierno controle el CIS, RTVE o la Agencia EFE. No va a ser posible ser ministro por la mañana y Fiscal General del Estado o Gobernador del Banco de España, por la tarde.
Aquí no cabe que compañeros de partido borren los delitos de corrupción desde el Tribunal Constitucional. Aquí no cabe que ningún presidente le oculte a esta Cámara la política exterior o le niegue el Debate sobre el Estado de la Nación.
Sí, señoría. España se va a levantar con principios firmes. Una alternativa libre de chantajes, una alternativa que no se reduce a la España conmigo o contra mí y una alternativa que no busca la división, sino que construye sobre lo que tenemos en común.
Los ciudadanos vamos a recuperar la libertad, la igualdad y la dignidad que este Gobierno quiere quitarnos a costa de negociar lo que no le pertenece.
España, señor Sánchez, sigue siendo de todos los españoles. Nada más, señorías. Muchas gracias.