Finaliza la décima campaña de excavaciones arqueológicas en el Cerro de los Almadenes, situado en término de Otero de Herreros, y lo hace coincidiendo con la entrega al Museo de Segovia, que gestiona la Junta de Castilla y León, del que puede considerarse el principal hallazgo de esta década de investigaciones en este importe enclave minero y metalúrgico de la antigüedad, una escultura que se corresponde con una matrona romana sedente.
El delegado territorial de la Junta en Segovia, Javier López-Escobar, y los directores de las excavaciones Mariano Ayarzagüena y Pilar San Clemente han formalizado el depósito de la pieza arqueológica en un acto que ha contado con la asistencia del alcalde de Otero, Meinardo Sanz; el director del Museo, Santiago Martínez; el arqueólogo territorial, Luciano Municio, y Fernando de Pablos, de la Asociación Cultural de Otero de Herreros.
Han estado presentes también los jóvenes universitarios del equipo de trabajo que ha participado este verano en la campaña, alrededor de treinta personas, que estudian en universidades como la Pablo Olavide de Sevilla, la de Jaén, la de Valladolid o la Complutense y la Autónoma de Madrid.
López-Escobar ha señalado la necesidad de esta colaboración entre la sociedad y entidades públicas y privadas para la investigación y documentación del patrimonio histórico artístico y para su salvaguarda y conservación.
En línea similar, Ayarzagüena ha recalcado que este proyecto, cuando finaliza una primera fase después de diez años de trabajo, es posible gracias a la implicación de la Sociedad Española de Historia de Arqueología, y por lo tanto de arqueólogos y otros investigadores, así como universitarios, pero también al apoyo recibido por la Junta de Castilla y León y también del municipio de Otero de Herreros.
Fue el 24 de julio pasado cuando el Servicio Territorial de Cultura y Turismo recibió el aviso del hallazgo de esta pieza encontrada entre los restos de construcciones de la parte más elevada del yacimiento. Sus técnicos se desplazaron allí para realizar una valoración previa de la escultura y dar instrucciones precisas para la extracción, custodia y traslado de la misma al museo para su conservación y para eventuales tratamientos de restauración.
Cuenta Pilar San Clemente que estaban cerca de un edificio aparentemente oficial por el tamaño de los muros, de considerable espesor, y en una zona donde han aparecido una serie de estancias con estucos y pinturas. “Suponemos que era la casa de alguien acomodado o con cierta autoridad”, posiblemente el procurator metallorum, autoridad romana de todo un distrito minero; es decir, un funcionario nombrado directamente en Roma por el césar o emperador.
“Nos decidimos a levantar una acumulación de calizas que no sabíamos si se habían dejado de forma intencionada y fue cuando la descubrimos”, añade San Clemente, quien advierte de que intuían que en la parte interna del muro “podía haber cosas de entidad”.
La escultura corresponde al tipo de matrona sedente común en los primeros siglos del Imperio romano, etapa de la que se conservan distintos ejemplos que se identifican, generalmente, con representaciones de distintas divinidades (Juno, Ceres…) o de mujeres de alto rango, destacando especialmente dentro de este grupo las que se identifican con Livia Drusila, tercera esposa de Octavio Augusto.
La de los Almadenes está realizada sobre piedra caliza, no conserva la cabeza ni parte de la base y está ejecutada en un estilo poco pulcro, de aspecto tosco. Tiene entre 70 y 80 centímetros de altura en la parte conservada.
En cualquier caso, los técnicos consideran que puede identificarse con los modelos ‘oficiales’ de la etapa imperial y constituye, sin duda, una prueba relevante de la importancia que tuvieron las construcciones romanas de Los Almadenes.
Nueva etapa
Los codirectores de las excavaciones sostienen que este hallazgo abre una nueva línea de investigación sobre el contexto que lleva a la presencia de la escultura en esta zona de la actual provincia de Segovia. Nace un nuevo proyecto, continuidad de las investigaciones realizadas en la última década en la que también se han localizado elementos importantes como una batería de hornos de fundición de cobre o lavaderos en lo que fue un centro neurálgico de la captación de cobre, un metal estratégico en la Antigüedad.
Entre los objetivos más relevantes a partir de ahora se encuentra la posible musealización del yacimiento, su puesta en valor, de manera que investigación y difusión vayan de la mano, unidas.