Los avances positivos de la percepción social hacia las personas con discapacidad hacen cada vez más posible su plena integración en una que parece comenzar a entender y aceptar la realidad de un colectivo que tiene mucho que aportar desde sus limitaciones. En unos pocos años, se ha pasado de relegar a los discapacitados físicos y mentales a propiciar el principio de ‘ciudadanía activa', basado en hacer visible su presencia en la sociedad y en asumir derechos y responsabilidades fruto de la convivencia.

Para poner en común sus experiencias y aprender nuevas pautas de comportamiento, la Fundación Personas celebró ayer en Segovia el I Encuentro de Autogestores y Ciudadanía Activa , en el marco de las actividades del décimo aniversario de la creación de una fundación que atiende a más de 3.000 familias y que opera en cuatro de las nueve provincias de la región.

La asociación Apadefim Fundación Personas ejerció como anfitrión de este encuentro, en el que participaron más de 70 personas pertenecientes a grupos de Ciudadanía Activa repartidos por todo el área de influencia de la Fundación, y en el que se trabajaron aspectos relacionados con la vida saludable, la convivencia y la prevención del abuso.

El objetivo de este encuentro, en palabras del presidente de Apadefim y secretario de Fundación Personas Maximino Viloria es «poner a disposición de las personas con discapacidad todos los elementos posibles para fomentar su autonomía personal, tanto a la hora de tomar decisiones como a la de establecer los principios para su propio desarrollo personal».

El desarrollo de la jornada se realizó a través de tres grupos de trabajo que desarrollaron otros tantos talleres sobre hábitos de vida saludable, vida independiente y prevención del abuso en cualquiera de sus manifestaciones.

Sonia Ferreras, técnico de Fundación Personas Valladolid y coordinadora del encuentro expresó las dificultades que existen para promover modelos de ciudadanía activa en personas con discapacidad, con las que hay que trabajar de forma «coordinada y acorde con sus capacidades». De este modo, señaló que estos grupos «pueden desenvolverse con una vida completamente plena si cuentan con los apoyos necesarios, algo que no supone ningún problema añadido, ya que todos en algún momento necesitaremos apoyos para poder vivir con plena autonomía personal».

Así, la autogestión y la independencia son modelos que se desarrollan de forma transversal en todo el sistema de atención que desde la Fundación Personas se presta a las personas con discapacidad, que va desde la atención temprana hasta la inserción laboral y social.
Así, este modelo se está comenzando a implantar con éxito tanto en las 40 viviendas tuteladas que la Fundación Personas dispone en toda la región, así como en los centros educativos, residencias y centros ocupacionales, en los que se atienden a las personas con discapacidad.

compromiso, respeto y responsabilidad

El mensaje que se ha trasladado a los autogestores de la Fundación Personas en este primer encuentro es que «vivir de manera independiente no es vivir solo», según explicó Ferreras, que señaló que en las conclusiones de los grupos de trabajo «ha quedado muy clara la premisa de saber vivir en sociedad desde el respeto, el compromiso y la implicación activa».

Además, el encuentro ha servido para analizar la respuesta de las personas a las situaciones de posible abuso, donde las pautas de comportamiento se basan en «marcar los límites con las personas que pretenden abusar de nosotros, aprender a decir no, pensar en la ayuda que podemos necesitar y reclamarla».

La vida saludable es otro de los pilares de la autonomía personal, ya que los discapacitados «también quieren cuidarse», y en el encuentro se puso de manifiesto la importancia de una nutrición adecuada para «ganar salud y calidad de vida», que incluye también hábitos de higiene personal, horario de sueño o abandono del tabaco o el alcohol.