La alondra ricotí puede alcanzar una longitud de hasta 28 centímetros y es un ave de tonos pardos y grises, similar a otros aláudidos pero más estilizada. / SEO BIRD LIFE

Un estudio liderado por la Universidad de Alicante y publicado en la revista Bird Conservation International alerta del descenso de más de un 66% de la población de la alondra ricotí, ave en peligro de extinción en España, tras la borrasca Filomena, registrada en enero de 2021, con poblaciones en Soria, Burgos y Segovia, en el caso de Castilla y León.

Ese trabajo advierte de que la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos por el cambio climático representan una amenaza para la diversidad biológica.

“Utilizamos la alondra ricotí como modelo de estudio al ser una especie con seguimiento anual en varias localidades y por ser residente, amenazada y con una selección de hábitat muy especializada”, ha expuesto el autor principal del artículo e investigador distinguido del Departamento de Ecología de la Universidad de Alicante, Cristian Pérez-Granados.

Los investigadores han analizado los cambios en la abundancia de alondra ricotí antes y después de Filomena en catorce poblaciones de las provincias de Soria, Lleida, Murcia, Burgos, Segovia y Valencia. Según los resultados obtenidos, durante el periodo de control, entre 2017 y 2020, la especie sufrió un declive anual global del 19,4 % pero del 66,5 % tras Filomena en siete de ellas.

“En el trascurso de la borrasca, la nieve cubrió el suelo durante más de diez días en el centro y el este de España, lo que, unido a una ola de frío extremo, podría haber reducido la capacidad de la especie para encontrar recursos alimenticios y para termorregular adecuadamente, obligándola a realizar desplazamientos de larga distancia u ocupar zonas de baja calidad”, según la investigación.

La alondra ricotí es un ave de pequeño tamaño y tonos pardos y grises. Similar a otros aláudidos, se distingue por su aspecto estilizado, cuello estrecho, patas largas y un pico relativamente largo y curvado hacia abajo. Muy andarina, prefiere moverse a pie que volar, y antes que huir volando busca ocultarse entre la vegetación para pasar inadvertida. Su vuelo es rápido, con batidos profundos y una arrancada potente. Tiene un canto muy distintivo e integrado por un silbido aflautado de dos sílabas, la segunda más larga, aguda y nasal.