Inicio del tratamiento de especies perennes como musgo y líquenes, esta semana en el Acueducto. / E. A.

No es fácil, pero sí posible, hacer compatible la protección del patrimonio cultural de Segovia con la protección de su biodiversidad urbana, un patrimonio natural del que la ciudad todavía puede disfrutar, tanto en lo que se refiere a la fauna como al arbolado y a la vegetación en general. Expertos consultados por El Adelantado recuerdan que es una de las pocas ciudades europeas donde habita una numerosa colonia estable de chova piquirroja, por no hablar de los vencejos, cigüeñas o hasta de la recuperada colonia de avión roquero de la Iglesia de la Santísima Trinidad.

Esta misma semana, el Ayuntamiento, a través de un contrato con la empresa TRYCSA por importe de 39.203,48 euros, ha iniciado los trabajos de limpieza integral de la vegetación superior del Acueducto romano, una intervención que se prolongará durante tres meses.

El Acueducto, como la Muralla y otros grandes monumentos, es un gran biotopo en el que coexisten desde insectos comunes a especies de aves y mamíferos protegidos como vencejos, chovas piquirrojas o murciélagos.

La intervención ahora en marcha se acota al problema de la vegetación superior, por razones de necesidad, efectividad y seguridad de los tratamientos posibles. Las raíces de estas plantas penetran en fisuras existentes, lo que puede provocar alteraciones mecánicas pero también químicas, por el aporte de diferentes sustancias y por una mayor retención de agua, lo que favorece el desarrollo de procesos que alteran la piedra.

Expertos piden sensibilidad con aves y vegetales en intervenciones del patrimonio cultural
Vegetación en 2011 y en la actualidad, tras el tratamiento aplicado en ese momento. / E. A.

Expertos piden sensibilidad con aves y vegetales en intervenciones del patrimonio cultural

 

 

 

 

 

Para garantizar la protección de aves, las actuaciones deberían finalizar antes de la llegada de los vencejos y otras migratorias (habitualmente a finales de marzo o principios de abril) pero hay que tener en cuenta que los trabajos están condicionados por el periodo de floración de la mayoría de las 33 especies diferentes de plantas que se han identificado en el principal monumento de la ciudad, de manera que tienen que estar desarrolladas y al mismo tiempo hay que anticiparse a la maduración de sus semillas para evitar que vuelvan a nacer y colonicen otras zonas. Es decir, en ocasiones como esta no se trata solo de proteger un elemento cultural patrimonio de la humanidad como el Acueducto de los daños que puedan causar especies vegetales, sino también de hacerlo sin poner en riesgo a vencejos, lagartijas, etc.

Sensibilidad

El ex presidente del Foro GeoBiosfera Francisco Javier Sáez Frayssinet, uno de los principales artífices del VI Congreso Internacional sobre Vencejos ‘Swift Segovia’ celebrado en mayo de 2022, y que ha representado a la ciudad en otros encuentros internacionales sobre estas aves celebrados en Israel, Polonia o Reino Unido (Cambridge), advierte que, a pesar de la existencia de normativa de protección de la biodiversidad en distintos niveles (desde la Administración General del Estado a la local, pasando por la autonómica), todavía “depende de la sensibilidad del técnico y del político de turno”.

Cita al Plan Especial de Áreas Históricas de Segovia (PEAHIS) y señala que, aunque protege la biodiversidad, a la hora de elaborar las memorias de idoneidad técnica para rehabilitar edificios catalogados, con protección, o situados en entornos BIC (bienes de interés cultural) se incluyen medidas de protección pero con la coletilla de “solo si se identifica la existencia de especies protegidas integradas”. Comenta que, por ejemplo, hay arquitectos que redactan un proyecto en invierno, cuando algunas aves todavía no han llegado a la ciudad, y obviamente no identifica esas especies porque no es un experto.

Sáez Frayssinet detalla “auténticas barbaridades” tanto en el pasado como en los últimos años en cuanto a la protección de la biodiversidad en la ciudad, aunque también reconoce que se han producido cambios a mejor en instituciones como el Obispado, en relación con décadas pasadas —recuerda que la Junta paró las obras de la cubierta de San Millán por poner en peligro aves protegidas—, y buenas prácticas como la intervención del Patronato del Alcázar en el paño de la Muralla que rodea la fortaleza.

Explica que aquí se adoptó una solución para conservar desde lechuzas a vencejos, chovas piquirrojas y gorriones, entre otros. “Los mechinales de la Muralla tienen, entre otras funciones, la de drenaje de humedad, y se diseñó una solución con teja para poder mantenerla y, al mismo tiempo, permitir la nidificación y crianza de las aves”.

En cuanto a las intervenciones municipales en los últimos años, de su análisis se desprende que ha sido dispar, con varias actuaciones positivas en la Muralla, a raíz en gran parte de las advertencias de este experto y de otros pero, por otra parte, no da crédito a la reciente corta de árboles en la carretera de Santa Lucía o paseo de Santo Domingo de Guzmán.

Alaba la sensibilidad de la ex concejala de Medio Ambiente Paloma Maroto pero califica de “arboricidas” al actual edil de IU, Ángel Galindo y a los técnicos de la Concejalía por la decisión de destruir ejemplares “enfermos y en mal estado” que, en su opinión —pero también en la de técnicos especializados del Foro de la GeoBiosfera, señala— “cumplían una función ornamental pero sobre todo ecológica porque formaban parte del hábitat de especies protegidas como el águila calzada, entre otras”.

Valora, por otra parte, las plantaciones de árboles realizadas en el actual mandato corporativo pero lamenta que, a pesar de incluirse en los programas electorales del PSOE, la ciudad todavía no cuente con una Ordenanza de Biodiversidad.

Precisamente en ese tramo norte de la Muralla de Segovia, junto al paseo de Santo Domingo de Guzmán, a lo largo del año pasado se han desarrollado obras de rehabilitación en la zona del Hospital de la Misericordia.

La memoria del proyecto, con más de dos millones de euros de presupuesto y financiado gracias al 1,5% cultural del Estado, recoge un amplio reportaje fotográfico que muestra cómo la vegetación: hierbas, matorrales, arbustos y árboles, han colonizado en algunos casos la propia roca del monumento, con especial incidencia de ailantos, cuyas raíces han reventado la coronación en puntos como el lienzo 50-51.

Los autores del proyecto —la arquitecta Estefanía Herrero García y sus colaboradores Pablo Beltrán Rodríguez, Pilar Barahona Tejedor y Luis Alberto Martín de Frutos— señalan que “no siembre la conservación vegetal y el mantenimiento del patrimonio histórico pueden compatibilizarse. Los agentes biológicos, junto con los físicos y químicos, originan el deterioro de la piedra, habitualmente de manera irreversible”.

Expertos piden sensibilidad con aves y vegetales en intervenciones del patrimonio cultural
Los ailantos han colonizado la coronación de la Muralla en este punto. / E. A.

Refugio

Ese mismo trabajo señala, sin embargo, que en el entorno amurallado, y en los arrabales históricos — Sáez Frayssinet relata la forma en la que intervino personalmente para ‘salvar’ una colonia de vencejos que anida bajo el alero de la cubierta del antiguo fielato de San Marcos— las aves encuentran un excelente refugio debido al tipo de arquitectura existente: recovecos, mechinales, grietas, aleros, tejas, adornos, etc.

Entre las especies que anidan en la Muralla destacan las trogloditas y las facultadas para buscar alimento lejos de sus refugios (chova piquirroja, cernícalo primilla, cigüeña, estornino…), así como algunas oportunistas (gorriones, palomas, grajillas…), acostumbradas a la presencia humana, que se aprovechan de sus residuos. En concreto, en las laderas del tramo Norte anidan lechuzas, chovas piquirrojas, gorrión chillón, vencejo común, grajilla, avión roquero, gorrión común, varias especies de murciélago y mochuelos.

Debido a esa importante presencia de biodiversidad, propusieron medidas preventivas para su conservación, con el objetivo de minimizar las molestias que iban a causar las obras. Por ejemplo, la colocación de andamios con sus redes antes del periodo de anidación de las aves (para que anidasen en otras zonas de la muralla y no abandonasen los nidos por el ruido), o la programación de los trabajos por tramos correlativos, para adecuar suficientes huecos susceptibles de utilizar por las especies que, de esta manera, no abandonan la zona.

Otra recomendación ha sido que no se instalasen redes de protección en puntos seleccionados para especies especialmente sensibles como lechuzas o chovas piquirrojas, “siempre y cuando no comprometan las medidas de seguridad de la obra”.

Por otro lado, la memoria incluye el calendario de periodos de anidamiento elaborado por SEO Birdlife (Sociedad Española de Ornitología). Además, “para fomentar el anidamiento de aves en la muralla una vez acabadas las obras, no se colocarán pinchos antipalomas en los mechinales, sino que se resolverá mediante el diseño de soluciones específicas que permitan la nidificación de las especies protegidas y eviten la entrada de palomas, especie que genera una gran erosión en el monumento, con unas heces muy corrosivas”.

Expertos piden sensibilidad con aves y vegetales en intervenciones del patrimonio cultural
Nidal para vencejo instalado en el interior de la cámara de la cubierta del Monasterio del Parral. / E. A.

Guía

A finales de 2018 se presentó la guía ‘Conservación y fomento de la biodiversidad en obras de rehabilitación y reforma de Segovia’, cuyos autores son el arquitecto Miguel Ángel García Grande y la ambientóloga Beatriz Sánchez Cepeda. Reconocida recientemente dentro del ‘Catálogo de buenas prácticas de gestión en materia de Patrimonio Mundial’ por el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, describe criterios básicos, dirigidos al público en general pero sobre todo a técnicos, promotores, constructores, etc., y pautas de aproximación, análisis y conocimiento previo de los edificios a intervenir, así como medidas y recomendaciones para evitar o minimizar los daños a la fauna existente y potenciar o facilitar su presencia futura. Recoge ejemplos prácticos y una propuesta del guión de un informe previo a la realización de las obras.

Los autores recalcan que, aunque es deseable un presupuesto específico dentro del proyecto, las medidas de protección de las aves “tienen una repercusión económica mínima, ya que se limitan a pequeñas variaciones, intencionadas y esmeradas, en la ejecución de obras tradicionales de albañilería”. En este sentido, indican que son habituales trabajos de carpintería para realizar cajas nido, perforaciones o remates pero existen también modelos prefabricados de nidales y refugios para diversas especies (sobre todo vencejos, murciélagos, golondrinas o gorriones).

En el caso de la intervención municipal en vegetación del Acueducto, actualmente en marcha, se parte de la experiencia de 2011, en un tramo menor, ya que se considera que el tratamiento fue eficaz y, además, se lleva a cabo con retirada manual y no incluye la aplicación de productos para prevenir el desarrollo de plantas. Sí se utilizan herbicidas para las especies perennes.

Expertos piden sensibilidad con aves y vegetales en intervenciones del patrimonio cultural
Higuera, entre sillares del Acueducto. / PROYECTO DEL RESTAURADOR CARLOS SANZ VELASCO