Este pasado sábado tuvo lugar en la Casa de la Cultura de Fuentepelayo el acto de presentación oficial de la primera novela del escritor local Alberto Vaca Escribano. Gracias a la coordinación y patrocinio de la Fundación Caja Cega / Cajaviva, el auditorio del recinto municipal albergó a más de un centenar de personas que no quisieron perderse las explicaciones del propio autor de la obra, ‘Ocho días; una vida’.
El acto en sí mismo tuvo un formato dinámico en el cual y sobre el escenario, el presidente de la Fundación Caja Cega asumió la responsabilidad de entrevistar a Alberto Vaca para sonsacarle algunos de los misterios contenidos en su novela. El escritor fuentepelayense explicó cual fue el motivo que le llevó a sacar a la luz su publicación. Según sus propias palabras: “Una novela es un proceso obsesivo de descubrimiento y creación que te aísla del resto del mundo”
A través de su brillante y concisa palabra, y con la ayuda de las opiniones vertidas por la propia editorial del libro y de las reflexiones de quienes habían ojeado su novela, se deduce que, es un libro “con un relato muy concienzudo y pormenorizado; los personajes, bien perfilados. Narración meticulosa y detallada. Lenguaje rico y culto. Descripciones para que participen todos los sentidos”.
En un ambiente distendido, ya que el patio de butacas estaba ocupado por familiares y amigos de Alberto Vaca, la gente quiso saber si es posible describir una vida en poco más de una semana. Esta duda fue aclarada de inmediato por el autor de la novela diciendo que, “Cualquier vida, incluida la de emperadores, artistas o mendigos, se puede contar fijándonos únicamente en ocho días y, aun así, dar un testimonio exhaustivo de su verdadera esencia”.
Después de algunas lecturas realizadas por el propio escritor sobre diferentes pasajes de la novela, puede concluirse que ‘Ocho días; una vida’ desborda humanidad y sabiduría.Sobre la definición de los personajes de la novela (extraordinariamente ricos y tridimensionales) el entrevistador centró su atención en conocer de forma específica las connotaciones de Pedro, un chaval con Síndrome de Down a quien se le da una visibilidad digna de encomio.
Antes de dar por finalizado el acto, Alberto Vaca respondió a cuantas preguntas emanaron de los espectadores sentados cómodamente en el patio de butacas del auditorio.