
El escritor y poeta Manuel Vilas siempre se ha interesado por temas universales, pero también por la manera en la que cada sociedad los codifica. Y hay pocas cosas tan universales como el amor. Es por ello que en su última novela, ‘Los besos’, el autor aboga por el enamoramiento entre un hombre y una mujer en la edad madura, con el confinamiento como contexto. La obra fue el tema central del encuentro que mantuvo con la directora de relaciones editoriales del Grupo Planeta, Ana Gavin, en uno de los eventos del Hay Festival 2021 que acogió este sábado el patio del Torreón de Lozoya.
— La pandemia ha servido como fuente de inspiración para muchos autores. Su última novela, ‘Los besos’, demuestra que este también ha sido su caso.
— Era un tema que estaba delante de todos los seres humanos. Lo que hice fue intentar luchar contra esa angustia que estábamos viviendo a través de la creación de un espacio maravilloso como es el del amor. Por eso inventé una historia de amor. Contra la pandemia, amor.
— ¿Cuáles son las señas de identidad de los personajes con los que los lectores podrían identificarse?
La madurez. Él es un hombre de 60 años y ella una mujer de 47. Él es un idealista y ella es un ser humano más realista. Él es un romántico, en el sentido de que idealiza a la mujer de la que se ha enamorado. En la novela hay dos psicologías de distinta naturaleza y estas se enfrentan.
La obra también juega mucho con ‘El Quijote’ de Cervantes porque el protagonista está leyendo la segunda parte y ve un modelo de vida que imitar en su historia de amor.
Además, es una exploración de la relación entre el sexo y el amor, que siempre es un tema complicado. Es amor y erotismo.
— Además, la actual crisis sanitaria ha fomentado la afición lectora de la sociedad. ¿Cree que esta tendencia se mantendrá?
Esta pregunta se la hacen muchas personas. Lo único que puedo hacer es desear que sí, pero no lo sé con certeza. Ojalá sea así.
— Lo que sí es una realidad es que cada vez son más los escritores que nacen a partir de la difusión de su trabajo en plataformas digitales. ¿Qué le parece este nuevo panorama?
Todo lo que sea literatura, gente escribiendo, gente leyendo… me parece bien. Entiendo la literatura y los libros como un espacio de progreso social, de modernidad y de generar ilusiones en la sociedad, por lo que cualquier espacio cultural es bueno.
— ¿Cuál es el principal reto al que debéis hacer frente ahora los escritores?
Se tiene que contar lo que importa, aquello que, por ejemplo, los medios de comunicación o la política no dicen, aquello que es más difícil de ver, que no es tan evidente, que hay que rascar un poco para descubrir. Se trata de iluminar, que es como poner un foco en los aspectos de la sociedad que no son visibles a primera vista. Esto es lo que normalmente ha hecho la literatura.
— Y a usted, ¿en qué aspectos le gusta poner el foco?
En todo lo que tiene que ver con la condición humana, con aspectos sociales, sentimentales, los grandes temas como el tiempo, el amor, la muerte… cómo esos asuntos aterrizan en una sociedad de una determinada manera. Los temas son universales, pero cada sociedad los codifica de una forma. Ahora hay una moral, una política, un sentido de la realidad que es distinto al que había hace 30 años en España, por ejemplo. Intentar contar como es la vida ahora es un objetivo literario.
— ¿Echa en falta la sinceridad en la literatura, que los autores hablen de la realidad sin tapujos?
Este es uno de los objetivos máximos de la literatura. Históricamente siempre ha sido eso. Llamamos literatura precisamente a que un libro refleje la realidad social sin ningún tipo de convencionalismo, poniendo la verdad sobre el tapete, precisándola sin comedimiento, sin hipocresía. La literatura es el espacio donde, en teoría, se dice la verdad. Si ni siquiera en ese espacio se hace, ya no queda ninguno.
— ¿Con qué sorprenderá próximamente Manuel Vilas?
Es muy pronto, aunque un escritor siempre está trabajando en algo. Estoy con un libro nuevo. Ahí lo dejo.