El Juzgado ordena parar la obra de la nueva marquesina de la estación

La juez da la razón a la comunidad de vecinos y ratifica el auto de paralización dictado el pasado mes de enero. La jefa de la oposición espera que el Gobierno local “recapacite”

El Juzgado de Primera Instancia número 3 de Segovia ha ordenado la paralización definitiva de las obras de construcción de la nueva marquesina de la terminal de autobuses; la que se construía en un extremo de la campa y que suponía un requisito imprescindible para que la terminal obtenga la categoría de estación que otorga la Junta de Castilla y León.

El fallo fue desvelado ayer por el PP en un comunicado, en el que la jefa de la oposición, Beatriz Escudero, indica que esta sentencia supone “otra prueba de que el alcalde [el socialista Pedro Arahuetes]se ha empeñado en gobernar contra los segovianos”. En su opinión, “sería bueno que este fallo judicial hiciera recapacitar al alcalde, lo instalara en el sentido común y en el respeto a los otros” porque “en lugar de tratar de mejorar la estación de autobuses con los propietarios del inmueble en el que la instalación se encuentra, el equipo de Gobierno se ha obstinado en hacerlo contra esa comunidad de vecinos”.

En la sentencia, la juez estima la demanda presentada por la Comunidad de Propietarios del Paseo Ezequiel González números 14 al 20 y Plaza de la Estación de Autobuses número 1 y 3 contra el Ayuntamiento, “ordenando la suspensión de la obra (…) en el estado que mantenía al tiempo de llevar a cabo la diligencia de suspensión inmediata de dicha obra; imponiendo las costas causadas a la parte demandada”.

Como se recordará, esta sentencia confirma y convierte en definitiva la paralización que ordeno, entonces solo cautelar, el mismo tribunal a través de un auto dictado con fecha de 2 de enero de 2009.

La juez, según dice el PP, estima en la sentencia que «las plantas destinadas a plazas de garaje que se sitúan bajo la campa donde estacionan los autobuses y el edificio de viviendas forman parte de una única comunidad de propietarios»; por lo que valida la totalidad de la propiedad horizontal, estableciendo los elementos comunes.

«Por otra parte —dice la sentencia— de las fotografías aportadas y del informe pericial realizado por el arquitecto (…) existe base suficiente para considerar que, en principio, la marquesina que está construyendo la parte demandada se asienta sobre elementos estructurales ya existentes, elementos comunes a la comunidad actora…». Según hace constar la juez en su resolución «se está produciendo una obra que, al menos de manera aparente, se asienta en la zona que se defiende por la parte demandante como elemento común, por lo que ha de eludirse la causación de perjuicios luego difíciles de reparar si la obra continuara… En conclusión, hay base fáctica suficiente para considerar que la obra en construcción perjudica a la propiedad que se intenta proteger…»

El PP recuerda que que “los vecinos estiman que la nueva instalación atenta contra sus derechos, y afirman que precisa de una autorización por parte de la comunidad”. “Por lo que parece —añaden— tras serles comunicada la intención de comenzar la instalación de dicha marquesina, las obras comenzaron sin que hubiera autorización. Una vez iniciada la obra, la comunidad se reunió y decidió por unanimidad denegar su autorización, a pesar de lo cual la obra prosiguió. Los vecinos se dirigieron entonces por escrito al Ayuntamiento informando de su decisión, sin resultado, por lo que decidieron recurrir al juzgado”.

La comunidad de propietarios cuenta, según el PP, con el informe de un arquitecto que demuestra que los anclajes de esta nueva marquesina se sostiene sobre los pilares del sótano de su edificio que está destinado a aparcamiento. “Estos pilares de borde sufren con los anclajes y podrían sufrir aún más con el paso de vehículos pesados, pudiendo padecer desperfectos”, precisan.

Como se recordará esta sentencia se une a otra, dictada por el Juzgado de Primera Instancia número uno de Segovia, el 16 de septiembre de 2008, que estimó parcialmente la demanda impuesta por la misma Comunidad de Propietarios; que ordenó la demolición y retirada de otra marquesina, la que está anclada al edificio.