El censo regional de lobo sitúa en la provincia un total de diez manadas

Evolución en una década. El mayor aumento de población ha sido en la Sierra.

El censo regional de lobo (Canis lupus) realizado por la Junta de Castilla y León a lo largo de 2012 y 2013 revela que, en la provincia de Segovia, el número de manadas es de diez. Determinar, en base a ese dato, la cifra de lobos en la provincia es una labor harto complicada, ya que la variabilidad de una manada a lo largo de un año dificulta sobremanera conocer el número exacto. Mientras que Yolanda Cortés, coautora del libro “Ecología, censos, percepción y evolución del lobo en España” aventura que una manada ‘tipo’ cuenta con entre cinco y siete ejemplares, la Junta estima que, en verano, un grupo suma en torno a nueve ejemplares. Teniendo en cuenta estas dos teorías, Segovia acumula, grosso modo, con entre 50 y 90 ejemplares.

En cumplimiento del ‘Plan de Conservación y Gestión del Lobo’ (Decreto 28/2008, de 3 de abril), que fijaba la realización de un censo de la especie cada diez años, la Junta emprendió ese trabajo en 2012. El trabajo de campo ha consistido en realizar rastreos, instalar estaciones de observación y escucha, y recoger información de diverso tipo (lobos atropellados o muertos por otras causas, como furtivismo y veneno…)

Acabada la tarea, la Junta ha revelado que, al sur del río Duero, existen 27 manadas, una cifra notablemente superior a la del censo regional previo (17), llevado a cabo en los años 2000 y 2001. Por lo que respecta a la provincia de Segovia, el número de manadas se ha duplicado en ese intervalo, pasando de cinco en 2001 a las diez existentes en 2013.

En cuanto a la distribución en la provincia, se puede afirmar que dieciséis años después de que un lobo ‘explorador’, bautizado como Nelson, abandonara su manada al sur de Valladolid para asentarse en la provincia de Segovia, iniciando así la colonización de su territorio, la especie está presente en toda su superficie.

El censo de la Junta concluye señalando que en la Tierra de Pinares el número de manadas es en 2013 igual al de 2001. Mientras, en los ‘Páramos calizos del sur’ —denominación que hace referencia a las tierras de Fuentidueña, Sepúlveda, Riaza y Ayllón— la especie ha sufrido un leve declive. Y, por el contrario, en la Sierra de Guadarrama, el lobo ha incrementado de forma exponencial sus efectivos en una década.

Algunos expertos, como Juan Luis Ortega Herranz, autor del libro “El lobo en la llanura castellana” ya sostuvieron en 2013 que la población de lobos en Segovia se hallaba en fase de estabilización, argumentando a favor de su suposición un hecho, el de la innegable entrada a la provincia de Madrid de ejemplares procedentes de tierras segovianas. Dicha tendencia, detectada hace ya varios años, es para Ortega Herranz un signo inequívoco de que el territorio de Segovia está ya “saturado” de manadas, lo que no es sinónimo de que el número de ejemplares sea alto. En cualquier caso, y después de años en que los lobos cruzaban de un lado al otro de la Sierra de Guadarrama, en 2012 se confirmó la cría en Madrid de una manada procedente de Segovia.