
Si la finca Quinta Real es la joya de la corona del municipio de Palazuelos, el Palacio de La Faisanera lo es de Quinta Real.
La legalización urbanística de toda la finca incluye la del Palacio de La Faisanera, donde la Diputación proyectó hace años construir un Palacio de Congresos. Sus obras comenzaron en el año 2013, pero tras varias fases, los trabajos quedaron paralizados en 2016. Rivalidades políticas entre el Ayuntamiento de la capital, siendo alcalde Pedro Arahuetes, y la Diputación, siendo presidente Francisco Vázquez; detuvieron las obras. Ambas instituciones competían por construir sus propios palacios de congresos: Teatro Cervantes contra La Faisanera. A día de hoy, ambos están parados temporalmente.
En la memoria urbanística de Palazuelos se justifica la construcción del Palacio de Congresos de La Faisanera por la “conveniencia y repercusión que tiene la implantación de un gran equipamiento para impulsar la zona, el turismo especializado, así como la regeneración y la revitalización urbana que supone.
De hecho, la modificación puntual del urbanismo de Palazuelos señala que su objetivo es “conseguir la regeneración y la revitalización urbana de un sector de suelo preexistente, como criterio acertado y preferente en los procesos de gestión para la puesta en marcha de suelos donde años atrás se realizaron fuertes inversiones. Este criterio, como principio de ecología urbana, debe prevalecer sobre cualquier nueva reclasificación expansiva en el territorio inmediato al ya urbanizado. Parece oportuno aplicarlo para aprovechar las preexistencias de infraestructuras y servicios y aumentar así la eficiencia del suelo ya urbanizado, máxime si como es el caso, los terrenos de estudio del presente Documento, están señalados por la DOTSe como espacios adecuados para favorecer la funcionalidad del tejido productivo y la atracción de inversiones, fomentando el progreso social y económico desde la actividad urbanística pública”.
El Palacio de La Faisanera se implanta en un área que según las Directrices de Ordenación del Territorio, es ‘Polo de Actividad’ para un entorno entre Segovia y La Granja de San Ildefonso en el eje de la carretera CL-601 de alto potencial de desarrollo.
Su capacidad de aforo alcanza las 1.500 plazas, y se estima una incidencia en el empleo de la zona de 150 puestos de trabajo directos, y una importante consolidación del empleo indirecto de actividades subsidiarias. “El Palacio de La Faisanera se convertirá en una dotación apoyada sobre el reclamo que la ciudad y su entorno ofrecen, siendo una variable más que diversifique el atractivo de Segovia como marca”, se explica en la presentación del proyecto.
Se evoca en el nuevo planeamiento urbanístico de Palazuelos al interés en atraer turismo especializado, que se justifica por la importancia económica que tiene la celebración de congresos. Estos han mostrado un enorme auge pues generaron un impacto económico de 8.200 millones de euros en los últimos cinco años, (2009-2014), con un total de 50.000 eventos y un flujo de usuarios de 38 millones de personas. La actividad indirecta que se genera redunda en la región geográfica donde se enclava el equipamiento. Según datos de abril de 2015 de EGATUR, sociedad dependiente de la Subdirección General de Conocimiento y Estudios Turísticos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el gasto medio por asistente a un congreso se estima 332 euros al día. Esta cifra, según la misma fuente, casi triplica el gasto del turismo de sol y playa estimado en 113 euros/día y dobla el gasto del turismo interior, que en la ciudad de Madrid, siendo uno de los más altos del interior peninsular, se sitúa en torno a 156 euros/día.