
Paredes ennegrecidas, el cuadro eléctrico y la megafonía completamente inutilizadas, daños en el mobiliario y en algunos enseres religiosos y los cuadros también afectados es el triste balance del incendio que el pasado sábado 21 de enero se registró en la sacristía de la iglesia de La Trinidad, uno de los templos más señeros del importante legado románico que atesora la capital. Aunque los peritos aún no han revelado las causas finales de este suceso, todo apunta a que un cortocircuito fue el causante del incendio, aunque las instalaciones eléctricas contaban con todos los visados técnicos de rigor desde su instalación, por lo que serán los especialistas quienes determinen el origen del fuego.
El párroco y responsable de la UPA Centro, Andrés de la Calle, señala que pasarán varias semanas hasta que se puedan emprender los trabajos necesarios para devolver la normalidad a esta estancia del templo, por lo que se ha optado por trasladar provisionalmente el culto a los salones parroquiales situados frente a la iglesia, como ya se hizo siete años atrás durante las obras de restauración realizadas.

Si bien es cierto que la capacidad del salón es inferior a la del templo –se calcula un aforo máximo de 100 personas-, la intención del párroco de la Trinidad es mantener el culto en las mejores condiciones posibles y dar a conocer a los feligreses las medidas que se van a adoptar .
De la Calle señaló que lo más inmediato es llevar a cabo una limpieza de todo el templo, para que los técnicos y peritos puedan llevar a cabo una evaluación completa de los daños causados en la sacristía, y de igual modo, la de posibles afecciones en el resto del templo, aunque en este caso, el hecho de que el incendio se centralice en una sola estancia y la rapidez en la intervención frenaron significativamente esta posibilidad.
Aunque el templo permanecerá cerrado al culto, la Trinidad estudia posibles alternativas para mantener abierta la adoración a San Nicolás de Bari, cuya imagen se venera en la iglesia, y que cada lunes visitan muchos devotos del santo.
Por otra parte, la Comisión Territorial de Patrimonio en su reunión de ayer analizó el informe elaborado por los técnicos del Servicio Territorial de Cultura, Turismo y Deporte sobre los daños ocasionados por el incendio del pasado sábado en la iglesia, que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural desde 2003.
En un primer análisis, el fuego afectó a dos óleos sobre lienzo, un óleo sobre tabla, un reloj y un crucifijo de metal, además de las ropas y libros litúrgicos que se guardan en armarios. En esta primera evaluación realizada, se observan deterioros de distinta consideración en función de la proximidad de los objetos al foco del incendio, pero se considera necesario realizar la retirada de los bienes de la sala para poder analizar bien su estado de conservación y realizar las primeras labores de estabilización.
En el caso de los dos óleos sobre lienzo, es necesario un examen pormenorizado para poder valorar exactamente el alcance de los daños sufridos no sólo por el humo, sino fundamentalmente por el calor. Una vez estudiados estos aspectos, se podrá plantear un tratamiento de restauración para recuperar su estabilidad material y su legibilidad.
La Junta ofrece su apoyo y colaboración para agilizar las autorización necesarias en las actuaciones que sea preciso acometer en la iglesia y procurar su reapertura al culto lo antes posible.