Feria comercial celebrada en las galerías de La Cárcel_Centro de Creación de Segovia el pasado mes de junio. / Miguel Ángel Fernández

Juan Carlos Monroy, concejal de Cultura desde hace aproximadamente un par de meses, atiende a El Adelantado a caballo entre una visita a La Alhóndiga, donde se ultimaba la exposición de los pintores pensionados por la Academia de San Quirce, y unas minivacaciones de día y medio, lo único que puede permitirse, ya que asegura que para llevar a cabo “el ambicioso programa electoral” del Partido Popular para la ciudad, que persigue “crear una cultura anclada al territorio”, le faltan horas al día. En cualquier caso, dice estar “muy contento” y contar “con un equipo de técnicos a mi alrededor muy profesionales y muy involucrados e implicados en esta tarea”.

En definitiva, y dado el poco tiempo transcurrido desde el cambio de signo político en el gobierno de la capital segoviana, Monroy advierte que la Concejalía avanza poco a poco para dar respuesta tanto a los proyectos del programa electoral como a otras necesidades culturales de los segovianos.

Lo que sí deja claro es que esa cultura anclada al territorio de la que habla debe dar respuesta primero a la ciudadanía de Segovia y también a la demanda de los visitantes foráneos. Habla, por lo tanto, de una combinación, una simbiosis, entre la cultura de la ciudadanía y la cultura de cara al turista.

Algunos aspectos están más vinculados a la primera, y pone el acento en prestar “muchísima atención al creador local, al gestor local, que sabemos que hay muchos promotores de conciertos, pintores, artistas, fotógrafos… que deben tener cabida y encontrar su lugar en el entorno físico que ocupan como ciudadanos, y también en aquellos equipamientos municipales que les ofrezcan techo”.

Reconoce el concejal de Cultura que es un gran reto para todo el equipo de gobierno municipal y especialmente para él y, aunque señala que, como es habitual, “cuando hablamos de cultura y de tratar de ejecutar nuevos proyectos, siempre se queda corto el presupuesto y los recursos humanos, lo que sí estamos tratando de hacer, viendo la ingente actividad cultural de Segovia, es ordenarla y ver qué proyectos son los que realmente ofrecen un retorno versus el esfuerzo económico y humano que suponen. Creo que esta es una de las demandas ciudadanas, porque ante esa cantidad ingente de actividad cultural, es necesario ordenarla y canalizarla para que tenga la máxima difusión posible”.

En este sentido, explica que habrá proyectos que se mantengan en el calendario y otros que, por la respuesta ciudadana, “haya que repensarlos”. Avanza que, por supuesto, también habrá otros nuevos “que se ejecutarán poco a poco porque son muy ambiciosos, de largo recorrido y van a quedar en el tiempo independientemente de que esté yo liderando la Concejalía de Cultura dentro de cinco o diez años o esté otra persona”.

Precisamente, con los equipamientos culturales del municipio que son propiedad del Ayuntamiento: La Cárcel_Centro de Creación, la Casa de la Lectura (biblioteca municipal), La Alhóndiga y San Nicolás la apuesta del nuevo gobierno municipal es definir con claridad cuál va a ser su función, a qué actividades culturales o disciplinas artísticas se van a dedicar. “La ciudadanía va a poder relacionarse con la cultura sabiendo qué evento o qué acto cultural va a encontrar en cada uno de ellos. Eso va a facilitar que la ciudadanía se acerque a la cultura de un modo más abierto y transparente, con mayor participación inclusiva. Estamos elaborando ya el proyecto, sin que esos equipamientos pierdan ni un ápice de su valor cultural, más bien al contrario, incrementándolo”, señala.

Monroy sostiene que “a día de hoy estos espacios municipales se utilizan para cosas diversas y al final queda un poco desdibujada su función de carácter cultural”.

La Cárcel

En cuanto a La Cárcel, donde en los últimos años se ha realizado una inversión importante para que algunas de sus naves acojan las escuelas y talleres municipales, el edil popular recalca que “seguirá siendo un centro de creación pero lo que vamos a hacer es que lo sea de manera bidireccional”.

Explica que será un espacio desde el que emergerá la cultura hacia el exterior, a través de las escuelas y talleres municipales precisamente, pero también un centro receptor de cultura, con actividades vinculadas estrechamente a disciplinas creativas y aprovechando los espacios que ya están definidos, como la Sala Julio Michel (teatro, conciertos, cine), la Sala Ex.Presa (más versátil, al ser un espacio diáfono, por ejemplo para conciertos o espectáculos de pie), Galerías (exposiciones) y los patios, que pueden convertirse en escenario de actividades culturales.

El proyecto consiste en dotar a La Cárcel de una continuidad de actividad cultural programada, algo que Monroy considera importante: “que la gente sepa qué tipo de cultura va a encontrar, con un calendario, en las próximas semanas, en los próximos meses, y vincularse, desde ese entorno privilegiado en el que está —con acceso al ciudadano que vive en San José, en el barrio de El Carmen o La Albuera, en Santa Eulalia y muy próximo al entorno universitario de la UVa—, porque es un lugar fantástico para desprender cultura, para convertirse en epicentro e imán no solo de cultura sino también de ciudadanía amante de la cultura”.

En este sentido, el responsable del área municipal asegura que el nuevo equipo procura ejercer la escucha activa de la ciudadanía y admite que en los barrios “se dice que donde ocurre todo es en el casco histórico, que es una belleza, el telón de fondo magnífico para muchas actividades culturales, y lo va a seguir siendo, sobre todo en las vinculadas al ocio y al entretenimiento, o los festejos. Pero gracias a equipamiento cultural como La Cárcel, la atracción cultural va a tener un techo para que la ciudadanía pueda vincularse a él más allá del recinto amurallado. Es importante dotarlo para ello de unos contenidos culturales relacionados con la tipología de vecinos con los que convive alrededor; eso va a enriquecer mucho la cultura de esta ciudad”.

El gobierno municipal apuesta por una cultura anclada al territorio
Una ordenanza regulará actividades culturales en locales de ocio privados. / E. A.

Ordenanza

Una de las novedades que ha planteado el nuevo gobierno municipal — el primer punto de las propuestas de cultura del programa electoral del PP— es la creación de una ordenanza reguladora para realizar actividades lúdicas como conciertos de música, monólogos, danza, etc. Monroy puntualiza que es fruto de la demanda realizada por los responsables de locales de ocio de la ciudad y añade que “nos encontramos que hay que obedecer a la ley en vigor y estos locales se rigen por normativa autonómica. Lo que estamos haciendo es facilitar esas actividades siempre y cuando cumplan esas normas en cuanto a horario estipulado, nivel de decibelios, insonorización, etc. Creo que en este caso los bares, la hostelería en general, demandan más claridad y sencillez y una proximidad y cercanía de la administración municipal para que ellos tengan más libertad de actuación. Estamos en ello y tenemos una magnífica relación con el sector, como se ha visto durante las fiestas de la ciudad en mes de junio”.