La pandemia del Covid-19 ha causado la muerte a un total de 1.237 personas desde su aparición hace dos años y medio. La gran mayoría de esa pérdida de vidas ocurrió en los meses de marzo y abril de 2020, al inicio del confinamiento y en pleno estado de alarma.
A modo ilustrativo, esta cantidad significa la pérdida de una población equivalente a la que acogen municipios considerados ‘grandes’ de la provincia; como si desaparecieran de un plumazo localidades de un tamaño similar al que tienen pueblos como Navas de Oro, Hontanares de Eresma, Ayllón, Espirdo, Villacastín o Torrecaballeros.
Así lo recogen las estadísticas oficiales de la Junta de Castilla y León, y del Ministerio de Sanidad, que continúan actualizándose, aunque ahora se hace con una periodicidad semanal.
La etapa más crítica en Segovia fue la de la primera ola. En ella murieron más de 500 segovianos. Algunos ni siquiera se contabilizaron aquí porque fueron trasladados a otras provincias como Valladolid, Burgos o Salamanca por estar saturado el Hospital de Segovia, a pesar de ampliarse las dotaciones con UVIs extendidas y la reforma de algunas instalaciones.
Las residencias de ancianos y el Hospital de Segovia capital se convirtieron en los lugares donde más óbitos se anotaban.
Las personas más débiles, los ancianos y enfermos con otras patologías, fueron también los primeros en fallecer. El mes de abril de 2020 resultó aciago por completo. La mortalidad se multiplicó por siete respecto a la del año anterior, con casi 700 defunciones en un solo mes.
El problema fue sanitario. Pero también social y económico. El estricto confinamiento que se impuso con el estado de alarma para atajar la pandemia hizo que Segovia se viera aquejada por una profunda crisis. La fuerte implantación que tienen sectores como el turismo o la hostelería llevó a que se quebrara por completo la trayectoria de muchos negocios de la capital y de la provincia.
De película de posguerra resultaban las imágenes de esos días. Calles desiertas, hospitales llenos, ambulancias y coches fúnebres circulando a toda prisa por avenidas y carreteras. Y ciudadanos de a pie tejiendo mascarillas en sus casas o batas de plástico para los sanitarios.
El año 2021 resultó algo más llevadero, aunque continuaron las progresivas olas de contagios. El año comenzó con la aplicación de las primeras vacunas a la población más anciana que habían logrado sobrevivir al primer envite o tuvieron suerte de no contagiarse. Las muertes ya no se centraron tanto en la población mayor y se rebajó de forma notable la edad media de la mortalidad por Covid. Algunos casos fueron llamativos por darse entre negacionistas.
El año 2021 terminó en Segovia con un 33% de fallecidos respecto al ejercicio anterior. El mayor daño ya estaba hecho. Enero, con 196, y febrero, con 183, fueron los meses con mayor número de defunciones.
La generalización de la vacuna empezaba ya a surtir efecto de forma de estadísticas menos negativas. Subían las dosis suministradas y bajaban los decesos y las hospitalizaciones. También es cierto que el número de contagios se multiplicó desde que se levantaron las restricciones y se eliminó el uso generalizado de la mascarilla. Pero las instalaciones hospitalarias no volvieron a colapsarse, como ocurrió al comienzo de la pandemia.
Actualmente el virus sigue circulando entre la población. De hecho, en las últimas semanas han subido los contagios detectados. También se siguen anotando muertes. Castilla y León sumó 22 casos por Covid en la última semana, una más que en la anterior, y totaliza ya 8.590 en centros hospitalarios desde el inicio de la pandemia, si bien redujo los nuevos contagios un 24,5 por ciento hasta los 1.313, frente a los 1.739 de la semana pasada. El número total de casos confirmados en la Comunidad se sitúa ya en 839.595, según los datos publicados hoy por la Consejería de Sanidad.
De los 22 fallecidos en la última semana en los hospitales públicos de la Comunidad, la mayor parte se produjeron en centros de Valladolid (seis), Burgos (cinco) y León y Zamora (cuatro), contabilizándose también dos óbitos en Salamanca y otro más en Palencia. No sumaron ningún fallecimiento, por su parte, los centros hospitalarios de Ávila, Segovia y Soria, que mantienen las 599, 464 y 381 muertes con Covid confirmado desde el inicio de la pandemia. Por delante se sitúan Zamora (687), Palencia (720), Burgos (1.108), Salamanca (1.212), León (1.707) y Valladolid, que con 1.712 óbitos se mantiene como la provincia con más fallecimientos por coronavirus.
En cuanto a los nuevos contagios, en la última jornada se sumaron 235, la mayor parte de ellos en la provincia de León (100), seguida a gran distancia por los 32 de Salamanca, 26 en Valladolid, 25 en Ávila y 12 en Segovia. Por debajo de la decena aparecen Zamora (con 5) y Soria (con 3).
Los brotes activos en ámbitos vulnerables se han desplomado a menos de la mitad, desde los 14 contabilizados hace siete días hasta los seis actuales, con solo 27 casos vinculados, 101 menos que hace una semana. León cuenta con dos brotes activos (con 11 casos relacionados), mientras que Burgos, Salamanca, Segovia y Valladolid se reparten los cuatro restantes, con 3, 6, 3 y 4 casos relacionados, respectivamente. Por último, los facultativos de los hospitales de Castilla y León dieron 182 altas en la última semana, para un sumatorio total de 52.512 desde que se inició la pandemia. La mayor parte de ellas se produjeron en los hospitales de Valladolid, donde se acumulan 12.369 altas, seguidos por los centros de León (9.696), Burgos (7.590), Salamanca (6.820), Palencia (4.081), Zamora (3.750), Ávila (3.314), Segovia (2.795) y Soria (2.097).