El Ayuntamiento de Segovia quiere desterrar el “semiabandono” en que se encuentra actualmente el edificio de la antigua cárcel, situado en la Avenida Juan Carlos I, y rentabilizarlo como centro cultural y de ocio para toda la ciudad. Éste es el objetivo del equipo de Gobierno de José Mazarías, quien señaló su intención de “mejorar la oferta cultural y la forma en la que ésta llega a los ciudadanos”.
Según dijo en la última comparecencia tras la Junta de Gobierno local del Ayuntamiento, la Concejalía de Cultura pretende trasladar allí una buena parte de las actividades culturales que se desarrollan a lo largo del año en distintos puntos, como el Festivalito Infantil o los festivales de circo y magia que hasta el año pasado se celebraban en los barrios de Nueva Segovia, La Albuera y San Lorenzo.
La Cárcel Centro de Creación quiere ser un lugar estratégico para la celebración de este tipo de actividades. Con esta propuesta el Ayuntamiento pretende rentabilizar una instalación en la que se ha invertido mucho dinero en estos años, y que carece de una programación estable.
Además de su versatilidad, su capacidad y el hecho de que cuente con sistemas de climatización y esté cubierto, permite asegurar la celebración de todas las actividades y no depender de un clima variable como es el de la ciudad de Segovia.
Aunque la decisión del equipo de Gobierno ha sido criticada por varios grupos de la oposición municipal, el alcalde ha defendido la propuesta del concejal de Cultura, Juan Carlos Monroy, y otros miembros de su entorno, como el de Juventud, que también ha impulsado algunas actividades en este complejo. El alcalde defiende la decisión y señala que tratan de llevar a cabo una gestión cultural diferente a la que ha llevado a cabo el anterior equipo de gobierno socialista.
Según José Mazarías, este centro no cuenta con una aportación económica fija ni tiene personal específico, lo cual no ha permitido tampoco optimizarlo. “Este centro se inauguró hace trece años y no ha dispuesto de dotación económica suficiente ni tampoco personal, salvo un técnico que trabajó aquí durante diez años, y lo hizo en una clara situación irregular, como señaló una sentencia judicial”, explica el alcalde.
“Pero tampoco ha habido medios suficientes para que este espacio fuera realmente usado como corresponde a la inversión económica que se ha hecho”, añade. “Esta situación conlleva una pérdida de oportunidades y un gasto para el Ayuntamiento, por lo que queremos dar un mayor uso a esta instalación”.
Por si fuera poco, el alcalde considera que la escasa utilización está propiciando un acelerado deterioro de sus salas. “Se generan problemas cuando entra agua por las ventanas y nadie lo ve, hay filtraciones por los techos y nadie se da cuenta… es un deterioro progresivo justamente porque es un espacio que no se utiliza o se usa muy poco”.
Por ello, entre otras actuaciones está previsto el traslado de algunas actividades, cuya duración no sobrepasa el día o varias horas. Con el traslado de estos tres eventos (Festivalito, Festival de Magia, y de Circo) “vamos a economizar costes de una forma evidente”, afirma Mazarías. Cada uno de estos acontecimientos costaba unos 13.000 euros de media, además de los gastos añadidos por colocar el escenario, el traslado de sillas, vallas, hacer las conexiones de luz, o el pago de horas extras del personal, según las cifras aportadas por el Ayuntamiento.
Por otro lado, Mazarías aclaró que celebrar las actividades que se desarrollaban al aire libre no supone que vayan a haber entrada de pago: “No hay intención de cobrar por actos que han sido gratuitos; no entra en nuestros planes que estos actos sean de pago”, aclaró.
UBICACIÓN ESTRATÉGICA
En la defensa de la propuesta, también Mazarías argumenta que se abre por igual a todos los barrios ya que La Cárcel Centro de Creación se encuentra “geográficamente entre los barrios de San José, Santa Eulalia, La Albuera y Nueva Segovia”.
Por otro lado recuerda que a menos de 300 metros se sitúa el Campus de la UVa, con más de 2.000 universitarios, que también podrían ser un potencial público usuario de las instalaciones. “Es un excelente espacio para la cultura y queremos exprimirlo”, asegura.
La ciudad pretende contar con un espacio de referencia cultural. Se da la paradoja de que en el centro de la ciudad se ubica el Teatro Juan Bravo, con programación cultural variada a lo largo de todo el año. Pero se trata de un inmueble perteneciente a la Diputación provincial y es esta institución la que gestiona y programa sus actividades.
En este sentido, Mazarías cree que La Cárcel es uno de los que denomina “contenedores culturales” donde se pueden aglutinar numerosas actividades para los ciudadanos de la capital.
REACCIONES
Pero la decisión del equipo de Gobierno no ha sido bien acogida en algunos de los barrios que podrían ver trasladadas algunas de estas actividades con cierta solera.
Es el caso del Festivalito que cada año tiene lugar el último sábado de junio en el Parque del Reloj de Nueva Segovia.
Precisamente este lunes hubo asamblea vecinal y allí se trasladó el malestar de algunos vecinos. El presidente de este colectivo, Francisco Fernández Caro, criticó por un lado que no se les haya comunicado esta decisión y hayan tenido que conocerla por los medios de comunicación. Además considera que cambiar de ubicación un evento con éxito y de larga tradición “nos ha sentado como un jarro de agua fría”. “Esperamos que recapaciten y cambien la decisión”, dijo Francisco Fernández.
En otro punto de la ciudad, en el casco histórico, el presidente de AVRAS, Clemente Oria, estima que aportar ideas nuevas y actividades culturales que enriquezcan la oferta les parece bien, “pero no que se quiten de los barrios donde se vienen haciendo”. En su opinión y respecto al centro histórico, apoya el que se utilicen edificios como la Casa de la Lectura y otros inmuebles para atraer “a la propia gente de la ciudad de Segovia al centro, que está necesitado de este tipo de público”, dijo sin ocultar que a nivel de turismo el centro está algo “saturado”.
Y en la misma línea que los vecinos se han pronunciado los grupos de la oposición en el Ayuntamiento. Desde el PSOE, su portavoz, Clara Martín, la decisión del gobierno municipal supone una maniobra para intentar “desmantelar el tejido cultural para su mercantilización”. Asegura que busca sacar una rentabilidad económica a la cultura. La exalcaldesa asegura apoyar la celebración de actividades culturales en la antigua cárcel, pero no el traslado de los festivales que se celebran en los barrios.
Por su parte, desde Segovia en Marcha, su portavoz Guillermo San Juan, considera que el traslado de los festivales es una “pésima noticia para la vida social y cultural de los barrios de Segovia”. Recuerda que su formación lleva años defendiendo una política cultural “descentralizada, amplia y variada”. “Si el objetivo del gobierno del PP es consolidar el centro de creación de La Cárcel como espacio cultural, que lo haga, pero sin perjudicar la actividad que ya existe en los barrios”, asegura.
Un radical cambio para un inmueble histórico
Lo que fue antigua prisión provincial de Segovia es hoy un espacio con salas multiusos, donde tienen cabida representaciones teatrales, exposiciones, charlas, rodajes cinematográficos, conferencias y mítines políticos.
Aunque su rehabilitación se hizo conservando la estructura de la antigua prisión, se ha dado un nuevo sentido a sus espacios. Estuvo activa como prisión entre los años 1924 y 2000. Las obras de construcción comenzaron en octubre de 1891, prolongándose más de veinte años, en un proceso lento y lleno de modificaciones. Finalmente, el 30 de junio de 1914, el arquitecto municipal Benito de Castro firmó el acta de recepción de las obras. El edificio fue inaugurado en 1924 como Reformatorio de Mujeres
Hoy precisamente, La Cárcel Centro de Creación acoge un acto cultural de presentación de la 38 edición de Titirimundi que se celebrará en Segovia entre el 10 y el 15 de mayo próximos. En este acto estarán presentes la viceconsejera de acción cultural de la Junta de Castilla y León, Mar Sancho; el vicepresidente de la Diputación Provincial de Segovia, José María Bravo; la subdelegada del Gobierno en Segovia; Marian Rueda y la directora de Titirimundi, Marian Palma.
El pasado mes de febrero, la sala Expresa acogió el stand de ciberseguridad del Instituto Nacional de Ciberseguridad. El concejal de Juventud aseguraba que pasarían por el espacio alrededor de 420 estudiantes de varios institutos de Secundaria de la ciudad.
Anteriormente, en el mes de diciembre, la misma Concejalía acogía a los colegios de los barrios incorporados para que los niños pusieran en escena los Objetivos de Desarrollo (ODS), una actividad en la que el concejal agradeció el trabajo de los profesores y alumnos y en la que les trasmitió la importancia del teatro en las aulas.
El edificio sustituyó a otra prisión anterior, la Cárcel Real, ubicada en la Calle Juan Bravo, en la que habían estado presos, entre otros, Lope de Vega y El Tuerto de Pirón. Hoy este inmueble también ha tenido luego un uso cultural, pues fue biblioteca y hoy es la Casa de la Lectura.
El momento de inflexión de este centro fue cuando se grabó en estas instalaciones la exitosa película de Imanol Uribe ‘La Fuga de Segovia', basada en la fuga real de unos treinta presos de ETA político-militar que se produjo en abril de 1976.
En 2007 se grabó ‘Las 13 rosas', otra película inspirada en hechos que se relatan en el libro de Carlos Fonseca. Fue rodada también en la cárcel de Segovia, así como en Vegas de Matute.