Las vallas señalizan la zona en la que se construirá el acceso de vehículos y maquinaria a las obras del Teatro 'Cervantes'. / M.G.
Las vallas señalizan la zona en la que se construirá el acceso de vehículos y maquinaria a las obras del Teatro 'Cervantes'. / M.G.

La pasada semana, el equipo de Gobierno anunciaba para ayer lunes el inicio de las obras en el antiguo Teatro Cervantes, cuyas primeras fases pondrán a prueba la capacidad de la ciudad para reordenar el tráfico por el centro histórico y la de los ciudadanos para asumir los inconvenientes que acarreen los desplazamientos de maquinaria y vehículos pesados por un entorno especialmente delicado. Consciente de las dificultades, pero esperanzada ante el resultado final, la concejala de Patrimonio Clara Martín expresó su confianza en que Segovia pueda contar con un edificio orientado a la cultura y el turismo de congresos con arreglo al plazo inicialmente establecido por la empresa adjudicataria de las obras, estimado inicialmente en 42 meses.

De este modo, y si todo sale bien, el nuevo edificio estará a disposición de la ciudad en el primer semestre de 2026, aunque Martín expresó su confianza de que el proyecto se desarrolle sin retrasos e incluso pueda apurar plazos y adelantar su apertura.
“La empresa está convencida de cumplir con el programa establecido y el Ministerio también, por lo que nosotros no tenemos por que dudar de ello –explicó la concejala- y desde el Ayuntamiento intentaremos facilitar todo para que no haya retrasos, aunque estamos en unas circunstancias donde la falta de suministros y el aumento de los costes son variables que hay que tener en cuenta”.

Los primeros trabajos se centrarán en el acondicionamiento del acceso al recinto, para lo cual hay que tirar un muro lateral del patio del Seminario ubicado en la calle Obispo Gandásegui, y antes construir una rampa que permita la entrada y salida de vehículos. Inicialmente, estas obras se realizarán desde el interior del patio donde se excavará junto al muro para la posterior construcción de la rampa por lo que no tendrá una afección directa al exterior.

Martín señaló que el proyecto contempla la creación de un edificio de nueva planta, ya que no se conservará ninguno de los elementos originales del Teatro Cervantes. Así, señaló que de la anterior estructura sólo permanecen dos muros laterales que serán derribados; uno por estar construido junto a un tramo de la muralla –que el proyecto inicial prevé conservar- y el otro debido a su deficiente estado de conservación.

La concejala manifestó que el nuevo Teatro Cervantes “va a ser un edificio moderno, aplicado y útil para las artes escénicas, y que va a ser un revulsivo para la actividad cultural y turística, con especial incidencia en el turismo de congresos, que genera un turismo de mucha calidad a lo largo del año”.