El pasado 22 de junio, el Archivo General Militar de Segovia (AGMS) conmemoró el 125 aniversario de su creación. En el solemne acto, que se celebró en su sede del Alcázar de Segovia, recibió el reconocimiento de la Real Academia de la Historia, Academia de las Ciencias y las Artes Militares, Academia de Historia y Arte de San Quirce, Asociación Española de Historia Militar y de la Real Orden Militar de San Fernando, así como de los 14 archivos de nuestra provincia, que le dedicaron la exposición “La huella militar en los archivos segovianos”, con motivo de la celebración del Día Internacional de los Archivos en Segovia.
El AGMS es el archivo histórico más antiguo de las Fuerzas Armadas. Fue creado por la Reina Regente Doña María Cristina, según el Real Decreto de 22 de junio de 1898. Depende del Instituto de Historia y Cultura Militar y tiene como misión la conservación, investigación y difusión de sus fondos.
La constante necesidad de ampliación de superficie, hizo que se expandiera y ocupara, a partir de 1966, dependencias del edificio contiguo al Alcázar, conocido como la Casa de la Química.
El Archivo, según la orden de creación, documento que se conserva entre sus fondos, recoge la documentación militar de importancia histórica que se encontraba depositada en los Archivos de Alcalá de Henares, Aranjuez, Guadalajara y Segovia, así como documentos de la Administración de Guerra que mereciera la pena conservarse y no fueran de consulta frecuente. Estos fondos se completaron con las grandes remesas de documentos procedentes de las posesiones de ultramar (Cuba, Puerto Rico y Filipinas).
Actualmente el archivo sigue recibiendo periódicamente nuevas remesas de documentación, que ya ocupa 16 Km de estanterías con cerca de 84.000 legajos y 4.000.000 de expedientes personales.
Los fondos del AGMS se encuentran, en su mayor parte, en la Sección de Personal. Son expedientes personales de generales, oficiales y suboficiales de los siglos XV al XXI.
En estos expedientes aparecen las hojas de servicios, que recorren la vida de los militares y sus vicisitudes desde su ingreso en la milicia hasta su muerte. Contienen: hojas de servicios, reales despachos, nombramientos, recompensas, pasaportes e instancias. Además, en estos expedientes podemos encontrar documentos de gran interés genealógico, nobiliario y heráldico. También otros destacables, como son las partidas de nacimiento, que junto con las de casamiento y defunción, adquieren un gran valor al haberse perdido, en muchas ocasiones, por desaparición de archivos parroquiales en catástrofes y guerras. Constituyen en muchos casos la única forma de hacerse con una copia de las partidas sacramentales de los interesados.
De gran importancia documental, en el aspecto nobiliario, es el concepto de “calidad”. La “calidad” del Oficial reflejaba dos estados: noble y plebeyo. La de noble podía tener la denominación de hidalgo, hijodalgo, ciudadano, caballero, notorio, conocido y distinguido. La de plebeya calificaciones como: buena, común, decente, estado general, estado llano, ilustre, infanzón, indio, labrador, limpio, moreno, pardo, etc.
Otros documentos que suelen acompañar a un expediente personal son los pasaportes, órdenes, nombramientos, distinciones o prebendas, en las que en algunos casos aparecen impresas y grabadas las armas de los interesados o de la autoridad que lo firma u otorga. Asemejan los blasones concedidos a los héroes de las gestas de la Edad Media y a las condecoraciones laureadas que se otorgan en las guerras modernas.
Los expedientes matrimoniales son también otros depósitos muy destacables. Muestran que la “calidad” que se exigía a los contrayentes en principio era nobiliaria, probando la nobleza, legitimidad y limpieza de sangre del apellido paterno y limpieza y legitimidad del materno. También en algunos casos se ampliaron las licencias matrimoniales a aquellas personas de “calidad honrada”, es decir del “estado llano”, pero de buena conducta y hereditarias de limpieza de sangre y de legitimidad de sus progenitores. En ambos casos debían aportar y depositar una dote, siendo en mayor cuantía en las pretendientes no nobles, variando entre los 20.000 o 30.000 reales de vellón, pudiendo avalar con fincas rústicas o urbanas. La admisión del estado “llano” tenía sus limitaciones, pues los hombres honrados de esta categoría social no debían haber ejercido profesión o empleos populares o mecánicos, ni ser mercaderes o artistas siempre que no fuesen de razón o cambio.
Del estudio general de estos expedientes matrimoniales se obtienen datos de gran interés histórico, como son los estratos sociales y castas de una época, así como sus prejuicios raciales y morales. Se leen descripciones tales como: no descender de herejes, moros, judíos conversos o castigados por la inquisición; discriminaciones raciales diferentes según zonas o regiones, como gitanos, moriscos y berberiscos en Andalucía; agotes en Navarra; coyotes en Filipinas; negros, mulatos, pardos, lobos, zambos, mestizos, indios en América, etc.
La división de Asuntos Generales del archivo comprende voces como: accidentes, actos públicos, agricultura, banderas, bandos, beneficencia, carreras de caballos, censo de población, convenios, colonias, daños, defunciones, deudas, diputaciones, elecciones, embajadas, embarcos, emigración, espionaje, esclavitud, expropiaciones, escoltas, festividades, heráldica, honores, minas, ministerios, repatriados, religión…
En la División de Campañas y orden Público aparecen: acciones de guerra, campos de concentración, capitulaciones, declaraciones de guerra, derrotas, estados de sitio, presos de guerra, prisioneros, rendiciones, represalias…
La División de Organización abarca variados temas. Entre ellos: Aerostación, Archivos, Consejos de España e indias, Consejo de Almirantazgo, Consejo de Castilla e indias, Consejo de Estado, Depósito de Prisioneros, Músicas, Regencias del Reino, Vicariato General Castrense…
En la Sección de Ultramar se encuentran interesantes divisiones, como la de Cuba y Puerto Rico, Bomberos de la Isla de Cuba, Guardia Civil de Cuba y Puerto Rico, Guerrillas locales y volantes de la Isla de Cuba, Guerra de Cuba (guerrillas y bandolerismo) y Subinspección de Sanidad Militar de la Isla de Cuba.
Muy reseñable es la documentación referente a las testamentarías. Recoge los documentos que los militares debían hacer antes de partir al frente. Contienen una gran variedad y cantidad de documentos, figurando entre ellos la filiación, estado, deudores, acreedores, herederos y albaceas. El testamento contiene normalmente: el testamento en sí, particiones, posesiones, créditos, inventarios, libramientos en especies o alimentos, tasas sobre sus bienes, pagas, deudas, entregas donaciones, caudales en España, alhajas, albaceas, árbol genealógico, reclamaciones, etc.
La creación de la condecoración de la “Orden Nacional de San Fernando” establecía la acción distinguida objeto de la misma. Dado que la calificación de la acción de guerra realizada estaba abierta a numerosas interpretaciones, en todos los casos, para la concesión de este premio era preciso que, además de su notoriedad, se abriese, a petición del interesado o de su familia, en el caso de fallecimiento, una sumaria que informase en juicio contradictorio, evitando de esa manera los posibles favoritismos. La información que se puede recabar de estos juicios contradictorios guardados en el archivo, enriquece en gran medida la biografía de los personajes en cuestión con la lectura de los testimonios de los testigos, compañeros, mandos, etc.
En el archivo también se encuentran otros fondos de gran atractivo, como son los Expedientes de Pensiones, Retiros, y Pagas de Toga, así como la recopilación de Circulares, Reales Cédulas, Pragmáticas, Sanciones, Decretos, Tratados de Paz, Bandos, Discursos, Declaraciones de Guerra, Extradiciones, etc. Curiosa la colección, llamada Moros, formada por personal moro que prestó sus servicios en el Ejército Español.
Entre los expedientes personales, no solo encontramos militares famosos por su heroicidad o destacados servicios a España, también llegaron muy alto en otros ámbitos: política, ingeniería, arquitectura, medicina, escritores, científicos, artistas, inventores…
De muchos de estos ilustres personajes hallamos documentos en la Colección de Célebres del archivo. Entre ellos, la Reina Mª Cristina de Augsburgo, con datos sobre su fallecimiento, honores fúnebres y funerales; Francisco José, I Emperador de Austria; Isabel, Reina de Austria; Napoleón III; Alfonso XIII; Alfonso XII; Ramón Campoamor; Emilio Castelar, Presidente de la República; Arturo Wellesley, Duque de Wellington y de Ciudad Rodrigo; Ventura Escalante, Marqués de la Romana; Espartero; León XIII; Mª de las Mercedes, Reina de España; Prim; Nicolás I, Emperador de Rusia; Agustina de Aragón; Ramón y Cajal, Victoria I, Reina de Inglaterra; José Antonio Primo de Rivera; Víctor Manuel, Rey de Italia; Godoy; Conde de Aranda; Joaquín Odriozola, reconstructor del Alcázar después del incendio, antiguo alumno del Colegio y que por motivos de salud pidió la baja en 1872…
El documento más antiguo conservado en el archivo se encuentra precisamente en esta Colección de Célebres. Se trata del expediente personal de Juan de Cárdenas. Está fechado en 1474, y es una carta de perdón otorgada por los Reyes Católicos.
Con la finalidad de que el lector conozca con más claridad el alcance de los legajos custodiados en el archivo, les referiré algunos de ellos: Hechos que generaron las operaciones de 1776, con la pérdida de Mesina ante los ingleses; el expediente de Antonio Ochover, fundador del Cuerpo de Inválidos, acuchillado en Talavera; el Privilegio del rey Felipe IV a las hijas de un cuestor de magistrado de la Corona española en Milán, Doña Antonia y Doña Ana Casado, reconociéndolas una pensión de 200 ducados, año 1652; las diligencias realizadas por el Subdelegado de Policía Ramón Pedrosa Andrade para reconocimiento de la casa de Mariana Pineda, donde se halló una bandera liberal, 1831; firma de Leandro Fernández de Moratín en una traducción de documentos franceses, ya que él era interprete en el Consejo Real; el expediente personal de Agustina de Aragón; los expedientes de rendición de plazas como Figueras a los franceses en 1792; expediente informativo abierto al teniente Martín Cerezo sobre la Capitulación de Baler, que contiene el acta de capitulación y relación de los miembros del destacamento, conocidos como “los últimos de Filipinas”; el expediente por el apresamiento del bergantín inglés Boriscka. Lima,1816 (contiene diarios de viaje en inglés, ordenanza sobre corsarios…); en el expediente de Francisco de Longa, aparece un listado de la jerga utilizada por los masones para referirse a determinadas personalidades y temas (este documento le fue incautado cuando fue detenido por pertenecer a una logia masónica); el informe del Agregado Militar en China sobre la situación del país tras ser derrocada la dinastía Xiang y el último emperador Puyi y el alzamiento de la República en 1912. Además, el informe está escrito en papel seda oriental, e incluye fotografías del territorio y de escenas comunes.
También encontramos en el archivo documentos de diferentes tipologías, como planos de ciudades y castillos; iglesias y conventos desamortizados que pasaron a ser cuarteles tras la desamortización de Mendizábal; inventarios por provincias de sus fuentes energéticas, el inventario de torres defensivas de Málaga; mercados municipales; reconstrucción de edificios religiosos; plazas de toros, balnearios, casas particulares, fincas de recreo…
En algunas ocasiones se descubren curiosos papeles, que no dejan de sorprendernos. Les narraré tres de ellos. En el primero, el párroco de la Iglesia de San Lorenzo (Sevilla) certifica que entierra a un presbítero, capellán de su iglesia el 1 de enero de 1788, que tenía 121 años, Juan Montiel Bustamante Calderón de la Barca, casado cinco veces. Tuvo de estos matrimonios 42 hijos y dos bastardos. Fue venerable persona y muy capaz. Cuando murió estaba escribiendo un libro de alabanza a María Santísima y con 118 años escribió otro de diferentes asuntos. Fue alguacil de este Arzobispado. Navegó muchos años. Fue religioso de San Juan de Dios. Sabía 7 lenguas. Fue Mayordomo del convento de Santa Ana, escribano de cámara, secretario de contratación, notario mayor de la Religión de San Juan. Se ordenó sacerdote con 99 años. Celebro misa hasta el final de sus años. Murió de una caída. Se puede formar un pueblo de 300 vecinos con solo su familia.
El segundo de ellos, es el que dirige el Inspector de Carabineros Bertolucci en 1858, por el que traslada una comunicación que le ha dirigido el Jefe de la Comandancia de Valencia relativo al carabinero Francisco Gabriel Huertas, que se hallaba en la playa cuando vio que se ahogaba un niño de unos diez años y con exposición de su vida abandonó la carabina y con el uniforma se arrojó al agua, en donde hay de 18 a 20 pies de fondo, consiguiendo sacarle casi ahogado, más viéndole sin respiración, ni esperanza de vida, tomó la precaución de cogerle de los pies y soplándole por el ano consiguió que arrojara el agua y volviera a la vida que ya tenía perdida. El inspector recomienda a la consideración de VM el arrojo y buen comportamiento del citado carabinero por si fuera acreedor de que se le conceda la cruz sencilla de Mª Isabel.
Por último hare referencia a un escrito firmado en la Habana el 16 de marzo de 1857, en el que figura textualmente que “el Gobernador Superior Civil se ha servido conceder permiso al Teniente Coronel graduado comandante de Caballería y Ayudante de Campo, D. Antonio Palacios de Azaña, para que pueda llevar a la Península al negrito Andrés, número 28 de los apresados en el año pasado en la jurisdicción de Bahía Honda, cuya filiación es la siguiente: edad 10 años, dentadura completa, una marca de hierro figurando RI en el mollero del brazo derecho, para que se incluya al expresado negrito en el pasaporte”.
Con esta breve descripción del Archivo General Militar de Segovia, he pretendido dar a conocer un poco mejor el tesoro documental que contiene nuestro Alcázar, testimonio singular de la Historia de España que seguirá motivando a investigadores, estudiosos y ciudadanos, en general, como fuente valiosa de información.
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* Fue coronel director del AGMS.
