El año 2021 rebajó el número de muertes de 2020 en más de un 30%

La anualidad recién finalizada se sitúa como la que menos defunciones totales ha registrado de los últimos años tras terminar con 1.676 fallecidos

Un coche funebre circula en las cercanias del tanatorio ‘San Juan de la Cruz de la capital
Un coche fúnebre circula en las cercanías del tanatorio ‘San Juan de la Cruz’ de la capital. / NEREA LLORENTE

Puede que el análisis de las muertes ocurridas no sea el tema más bonito del mundo, pero a su favor hay que añadir que estos valores son muy reveladores y su estudio arroja detalles que ayudan a explicar lo acontecido durante un periodo concreto.

Aunque siempre con algo que enseñar, los datos de estos dos últimos años son especialmente resueltos por mostrar el impacto de una pandemia que ha provocado trastornos hasta en la más nimia de las actividades y cuyas repercusiones no han sido homogéneas en el tiempo.

Uno de los primeros datos que saltan a la vista es una rebaja notable en las cifras de fallecidos, que acerca los datos de 2021 a los remitidos por los años anteriores a la aparición de la pandemia.

De hecho, el 2021 ha terminado como el año con menos muertes de las últimas cinco anualidades, separándose de los abultados datos remitidos por 2020, que concentró el periodo más duro de la pandemia tras una primera ola que dejó cientos de fallecidos en Segovia.

Muertes en la provincia de Segovia repartidas por mes en los últimos cinco años según los datos de la Junta de Castilla y León.
Muertes en la provincia de Segovia repartidas por mes en los últimos cinco años según los datos de la Junta de Castilla y León.

La cifra total de fallecimientos en la provincia de Segovia durante 2021 ascendió a 1.676 muertes, contrastando con el número obtenido en 2020, cuando se dieron un total de 2.417 defunciones. Cabe destacar que estos datos engloban todos los decesos ocurridos en la provincia, no solo los relacionados con el coronavirus.

De esta forma, la rebaja entre los dos últimos años se sitúa en el 30,66%, una caída que no podría explicarse de ninguna forma si la provincia hubiera estado exenta de una calamidad o cataclismo.

Estos datos explican como la pandemia está dejando menos muertes en 2021 que en 2020, lo que ha permitido que la provincia se haya acercado e incluso rebajado los registros de los años anteriores a la aparición del coronavirus.

Como ya se ha comentado, es el que menores datos de muertes registra, pero sus cifras se muestran muy parejas a las remitidas por 2019.

En concreto, ese año terminó con solo 21 víctimas mortales más que el recién finalizado (1.697 para 2019 por 1.676 de 2021), representando una pequeñísima variación del 1,24 por ciento entre ambos periodos.

GRAFICO MUERTOS TOTALES PROVINCIA

Otro de los puntos destacables del análisis es la gran variación que presentan las cifras de muertes a lo largo del año, con meses que acumulan gran número de fallecimientos y otros periodos que cuentan con registros muy bajos. Esto cuenta con una explicación certera.

No es inusual esta disparidad entre los distintos meses, pero sí conviene señalar que 2021 cuenta con mayores diferencias entre ellos que otras anualidades anteriores a la pandemia. La razón de este dislate está detrás de la tercera ola, que provocó un repunte de muertes en la primera parte del año.

De esta forma, enero, con 196, y febrero, con 183, son los meses con mayor número de defunciones. Los fallecimientos relacionados con el coronavirus implican que estos periodos registren casi el doble de las muertes de los que menores decesos remiten, junio y septiembre, que bajan del centenar al quedarse con 99 (datos más reducidos de la serie desde 2017 a excepción de diciembre de 2018, que marca el mínimo con 88 defunciones).

Solo dos meses superan todos los registros de sus mismos periodos de anualidades anteriores. Uno es agosto, el que más diferencias marca como se puede ver en el gráfico que acompaña al texto principal, y noviembre, que aunque es mayor se encuentran en línea con los datos de otros años.

Repartido por trimestres, el primero es el que mayor dato de mortandad registra al concentrar 498 decesos, mientras que el segundo es el que menos con 366.

Aquí de nuevo se puede observar un factor que ha acompañado a los datos de fallecimientos desde que llegó la pandemia, el conocido como efecto cosecha.

Este efecto cosecha es el adelanto en los fallecimientos de personas que se encuentran en un estado de salud muy precario y por tanto contaban con una esperanza de vida muy corta. De esta forma, muchas personas con un cuadro clínico delicado, que hubieran muerto en los meses siguientes, han fallecido durante los parciales en los que se ha concentrado una gran mortandad por culpa del impacto de la pandemia, situación que ha provocado que en los meses sucesivos se estén dando menos fallecimientos de los esperados.

Este efecto también se presume que esté relacionado con las enormes diferencias vistas entre 2021 y 2020, marcando el primero el mínimo número de decesos de los últimos años mientras su anualidad precedente concentró los peores periodos de la pandemia.

Volviendo al análisis trimestral, el tercero remitió 396 defunciones, mientras el cuarto contabilizó un total de 416.

Lo cierto es que hasta este último periodo, 2021 rebajaba cuantiosamente las cifras de los años prepandémicos, tal y como publicaba este diario en agosto en un artículo titulado ‘El 2021 avanza con el menor registro de muertes de los últimos años’, pero el aumento de las defunciones en la segunda mitad del año ha terminado acercando los registros a los remitidos en 2019, 2018 y 2017.

Las distancias se han recortado hasta el punto de no una diferencia estadística destacable con los años anteriores a la pandemia. Esta tendencia sería la esperable en el futuro, ya con los datos estabilizados, pero lo cierto es que el coronavirus sigue vigente y hasta que eso no cambie es imposible realizar un análisis previo con garantías suficientes.

GRAFICO MUERTOS COVID

El covid pierde influencia con el paso de los meses

Aunque la influencia del covid-19 ha disminuido por el efecto de las vacunas, lo cierto es que los datos de 2021 están ampliamente influidos por la pandemia.

Esta influencia es mucho menor que en 2020, y a medida que avanza la serie se puede observar que cada vez está siendo menos determinante. De esta forma y como se puede observar en el gráfico que acompaña al texto, el paso de los meses ha ido dejando un relajamiento de las defunciones relacionadas con la pandemia.

Todas las olas han provocado un repunte en las cifras de muertes, pero se puede observar que una tras otra han visto rebajar la tasa de letalidad del virus.

La Junta de Castilla y León notificó el año pasado un total de 132 muertes relacionadas con la pandemia, el 73% de ellas en los dos primeros meses del año. De esta forma, tan solo el 27% restante se dio después de la tercera ola.

Estos datos no concuerdan con las cifras de mortalidad covid que ofrece la Junta en su portal de datos abiertos. En este apartado, el 2 de enero de 2021 se aclaraba que 771 personas habían fallecido en la provincia, una cifra que hoy asciende a 1.008. Descontando los cuatro decesos ocurridos en enero de 2022, la diferencia entre ambas asciende a 233, casi cien muertes más que las notificadas. No hay quien lo entienda esta brecha.

Conviene recordar que la tercera ola cuenta con una serie de complejidades propias que conviene destacar, ya que estos matices explican la gran cantidad de muertes que se produjeron en ese periodo.

La tercera ola superó con creces las cifras de contagiados de la segunda, provocando un colapso de las UCI que no se ha vuelto a ver desde entonces. La vacunación fue el factor clave, ya que estas cifras de positivos se dieron en un periodo donde la campaña todavía estaba en su inicio y prácticamente solo había llegado a las residencias de mayores.

Todo esto mezclado con el periodo navideño y una incidencia incontrolada desencadenó la tragedia. La efectividad de las vacunas queda de manifiesto al comparar la tercera y la sexta ola, ya que a pesar de contar con bastantes semejanzas los datos de mortalidad son completamente distintos, sin olvidar la rebaja de la letalidad que ha dejado la variante ómicrom.

Otro matiz importante en la pérdida de influencia del virus es su menor letalidad en residencias de mayores. De esta forma, la Junta ha remitido durante todo 2021 un total de 27 muertes en estos centros, muy lejos de los 418 fallecidos con covid-19 confirmado notificados en el año 2020.

En la actualidad se están detectando graves brotes en algunas residencias de mayores de la provincia. Sin embargo, las muertes no se han disparado como pasó durante la primera y segunda ola, contabilizando una muerte en el último mes.