Los dos alumnos de BBA de IE University conducen un Peugeot 205 que han adaptado para la carrera. / Roberto Arribas/ IEU

Mientras usted lee estas líneas, el francés Nicolás Doyelle y el español Alberto Rosselló se baten el cobre en el desierto de Marruecos. Atraviesan el país magrebí de norte a sur a bordo de un turismo de más de 20 años de antigüedad.

Ambos estudiantes de Administración de Empresas (BBA) de IE University en Segovia participan estos días en UNIRAID 2022, un rally dirigido a universitarios emprendedores de toda España que, durante 9 días, van a repartir material solidario entre las poblaciones indígenas del desierto.

Todo un desafío para estos dos jóvenes que han de sortear obstáculos naturales y superar pruebas de estrategia y de habilidad en una aventura que, a buen seguro, ya está siendo inolvidable para ambos.

Este raid no es un rally tradicional, ni una carrera de velocidad, ni una competición al uso. Es, ante todo, una aventura humana y solidaria exclusiva para estudiantes de entre 18 y 28 años que se desarrolla, este mes de octubre, en “escenarios espectaculares y alejados de la civilización”.

En su undécima edición, UNIRAID ha preparado un recorrido de 6 duras etapas que discurre entre carreteras de montañas, pistas, arenas y dunas, siguiendo las antiguas rutas del París-Dakar. Para ello, los participantes cuentan únicamente con un libro de ruta (roadbook), un mapa y una brújula (sin GPS ni dispositivos electrónicos) y con el “aliciente” de conducir, obligatoriamente, un turismo con un mínimo de 20 años de antigüedad (no se admiten coches 4X4).

Unos días antes de comenzar su aventura, Nicolás Doyelle y Alberto Rosselló afrontaban este singular reto en Segovia con una mentalidad positiva y con la mejor de las actitudes. Han sido unos meses intensos de preparativos, de conseguir un viejo coche a buen precio, de recaudar dinero y recursos de patrocinadores, y de recopilar material solidario.

Conducen un Peugeot 205 que adquirieron por 1.500 euros en Wallapop, la plataforma líder de compraventa de productos de segunda mano. “Compramos el coche a un chico de El Escorial que, en su día, quiso también participar en el rally y no pudo, por lo que el vehículo estaba en buenas condiciones; invertimos dinero para mejorar sus prestaciones, cambiamos un par de detalles mecánicos e instalamos unos asientos aptos para la carrera”, indica Nicolás Doyelle.

Los dos universitarios afrontan el rally como una aventura deportiva, pero también como un reto en el que, por encima de todo, prima la solidaridad. Así, el fin último es entregar material solidario por las aldeas del desierto. La organización estableció un mínimo de 40 kilos de este tipo de productos, pero los alumnos de IE University han duplicado esa cifra. Es decir, van a repartir 80 kilos de material, en este caso, productos sanitarios. A saber: 250 cajas de comprimidos de Vitamina C, 200 cajas de gel hidroalcohólico y 100 cajas de toallitas con alcohol.

Los alumnos contaron con la ayuda de patrocinadores, “sin los cuales el proyecto habría sido imposible”, como IE University, NotaBene, Ima Way, Socías y Rosselló, CMS Seguros y Laboratoires Urgo Healthcare. El 90 por ciento de ese material solidario que llevarán a Marruecos será entregado a la organización del raid, que lo cargará en camiones para su distribución, mientras que el 10 por ciento restante formará parte de la carga del Peugeot 205.

UN RALLY EXIGENTE

El rally parte y finaliza en Tánger, y se desarrolla fundamentalmente por el interior de Marruecos, en el desierto de Erg Chebbi, donde se pueden encontrar dunas de hasta 150 metros de altura. En la primera etapa, el macizo del Atlas les va a recibir con impresionantes dunas y ríos de arena; además, el equipo de IE University se tendrá que enfrentar, muy probablemente, a pistas cubiertas de nieve y barro a más de dos mil metros de altitud. Y en la denominada etapa “maratón”, de dos días, atraviesan un exigente desierto hasta la comunidad rural de Tinzouline; sin olvidar una jornada nocturna, donde la navegación bajo el cielo estrellado del desierto es complicada, incluso para los más avezados.

Los equipos que participan en UNIRAD 2022 van a contar con el apoyo de más de 30 profesionales de la organización, con coches 4X4, coches escoba o furgonetas para atender cualquier problema o avería que surja durante el recorrido. Asimismo, todos los coches están geolocalizados vía satélite, con el fin de ayudarlos en caso de necesidad.

Los estudiantes han creado un grupo de WhatsApp integrado por patrocinadores, amigos y personas que han colaborado en la iniciativa, donde se les informa de la evolución del proyecto y donde dan cuenta, casi en tiempo real, de su aventura. “Hemos calculado que con este grupo hemos generado una burbuja de influencia en redes sociales de unas 70.000 personas”, asegura con orgullo Alberto Rosselló. También se puede seguir la aventura de los dos estudiantes en sus cuentas personales de Instagram (@alberto_rossello y @nico.doyelle) y en @uniraid_ieclub.