Es un lugar vivo. En el que la imaginación vuela libre. Y viajar sin moverse del sitio parece una tarea sencilla. Tal es así que, por sexto año consecutivo, la biblioteca de Navalmanzano ha ganado el premio nacional de animación a la lectura ‘María Moliner’. Se dice pronto. Lograrlo no es sencillo. Es la única galardonada de la provincia. A ella se unen 26 instalaciones de Castilla y León. Son muchas las que participan en un concurso que premia aquellos proyectos que incluyen las acciones de animación a la lectura, la eficiencia y labor bibliotecaria, la integración social en su comunidad y el uso de las nuevas tecnologías.
Para esta edición, la biblioteca de Navalmanzano participaba con una iniciativa que engloba las actividades realizadas a lo largo de 2022, combinando diferentes temáticas y las edades a las que se dirigían. Buena parte de ellas se han hecho durante los meses estivales. La población del municipio es mayor. También la disponibilidad de los voluntarios que participan en muchas de las funciones. “El objetivo es llegar al mayor número de participantes y que disfruten”, asegura el alcalde, Pablo Torrego.
De dirigir este programa se ha encargado la Concejalía de Cultura y Ester Quintana, quien trabaja como bibliotecaria en el municipio desde hace diez años. Se ha formado “sobre la marcha”. Hasta hace una década, su profesión era bien distinta: era contable. Con la crisis de 2008, perdió su trabajo. No había otra opción: tenía que reinventarse. Fue entonces cuando aterrizó en la biblioteca. “No lo cambio por los números”, afirma.
Conoce al detalle a los usuarios. Y sus gustos literarios. Esto facilita la tarea de buscar. De escoger. E incluso de recomendar libros para satisfacer las necesidades lectoras. “Hablar de libros y de autores es lo que más me gusta”, reconoce. Hasta allí se desplazan vecinos de Navalmanzano. Pero también de otros pueblos. Le apasiona el contacto con ellos. Y ser su guía.
Cuando finalizó la pandemia, Quintana temía que algunos de los usuarios se hubieran pasado al libro electrónico. No fue así. “La gente suele tirar todavía más al papel”, sostiene. En Navalmanzano hay una gran afición lectora. Es esta la clave del éxito de la biblioteca. “Normalmente, si tienen una buena base lectora, es más fácil”, sostiene Ester. Los niños y los adolescentes pasan por allí menos que los adultos. Pero se ha de tener en cuenta que, desde hace unos años, el Colegio Miguel De Cervantes tiene su propia biblioteca.
El premio ‘María Moliner’, de 2.777 euros, se destinará a la compra de nuevos fondos. Libros para adultos de diversos géneros. Libros juveniles. Cuentos infantiles. Libros con caracteres más grandes para personas con problemas de visión. Gracias a este galardón, la biblioteca ha podido ir aumentando en más de 700 volúmenes sus fondos. De otro modo, habría sido difícil conseguir estos ejemplares. Lograr cerrar sagas. Reponer cuentos en mal estado. O comprar las obras de autores nuevos. Es ahí donde entra en juego Quintana. Y su conocimiento sobre las preferencias de los usuarios. “No nos interesa tener libros de archivo, que se van a quedar ahí, sino aquellos que van a salir seguro”, relata.
Con este premio ganan notoriedad. Y obtienen un sinfín de beneficios: sobre todo, disponer de las novedades en un cortísimo periodo de tiempo. Los vecinos valoran la biblioteca de Navalmanzano. En gran parte, gracias a ellos volverá a nutrirse pronto el espacio en el que los libros empiezan y la cultura no termina.