Durante la práctica con silla ‘Joëlette’ en La Aneja. Foto: María, La Aneja.
Durante la práctica con silla ‘Joëlette’ en La Aneja. Foto: María, La Aneja.

Generalmente, la discapacidad se percibe socialmente como un problema, una dificultad. Sin embargo, en esta diversidad encontramos un enorme potencial educativo que no podemos desperdiciar. En primer lugar, porque las personas con discapacidad se consideran valiosas e incluidas en los procesos educativos y formativos. En segundo lugar, porque es un regalo para el aprendizaje del resto.
No vamos a entrar aquí en dirimir qué es diversidad y qué relación tiene con la discapacidad, ni qué lugar ocupa la inclusión en la educación escolar o en la formación inicial de las futuras maestras y maestros. Simplemente nos vamos a apoyar en el poder motivador de la fascinación, del asombro, y cómo resulta ser el combustible ideal para el motor del aprendizaje.

Vamos a compartir aquí varias experiencias desarrolladas en la Facultad de Educación de Segovia, en las que la universidad se abre a la sociedad para promover una formación docente auténtica y realista, al mismo tiempo que ofrece a la sociedad la oportunidad de vivenciar experiencias singulares y relevantes.

La primera de ellas se centra en el empleo de recursos tecnológicos para facilitar la accesibilidad de personas con discapacidad a las actividades realizadas en la naturaleza. Por un lado, en la asignatura de Educación Física en el medio natural, del Grado de Educación Primaria, se aprende a usar la silla todoterreno Joëlette y la barra direccional, así como en buscar recursos para comunicarnos con personas sordas durante estas actividades. La silla ‘Joëlette’ permite que las personas que tienen que desplazarse en silla de ruedas puedan transitar por terrenos naturales complejos. En este caso, empleamos la silla cedida por la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo de Castilla y León (FDMESCYL). En la asignatura aprenden a pilotarla y, después, lo aplican en contexto educativo, durante una actividad con escolares. Además, se han desarrollado Trabajos Fin de Grado centrados en el uso de esta silla en el colegio. La barra direccional permite acompañar a personas invidentes por terrenos naturales.

Una de las aplicaciones de estos recursos se desarrolló este curso en el CEIP ‘Fray Juan de la Cruz’ (La Aneja), organizando una jornada de Educación Física e inclusión en el deporte. Pusimos unos vídeos donde podían ver a deportistas con discapacidad escalando o corriendo por montaña, haciendo cosas que ni se imaginaban. Luego se realizaron breves experiencias prácticas. Una de las maestras de Infantil nos contaba que, tras esta actividad, los más peques jugaban espontáneamente demostrando su asombro por las capacidades de estas personas con discapacidad. Ya no eran ‘minusválidas’. ¿Hay mejor evaluación del impacto que puede tener una experiencia como esta?

Recientemente, un grupo de personas diversas han recorrido una ruta en bici desde Valladolid a Madrid, en cinco etapas. Organizada por la fundación INTRAS y con la colaboración de la Universidad de Valladolid, han realizado esta experiencia, por segundo año, para promover la salud mental y luchar contra el estigma de las enfermedades mentales. Habiendo hecho parada y fonda en el Campus de Segovia, nos integramos en esta experiencia durante sus etapas segovianas, ofreciéndonos la oportunidad de compartir con estas personas el desafío y la alegría que nos regala una aventura en la naturaleza. Una de las alumnas que nos acompañó nos transmitió que se llevó “el recuerdo superbonito de conocer a esta gente”. Y es que, difícilmente el contacto entre personas puede sustituirse por las experiencias virtuales que con demasiada frecuencia ocupan nuestras vidas. Uno de los profesores de la UVa que participó en esta expedición durante toda la ruta expresaba el gran poder de la experiencia para la formación personal y docente. Fue muy emotiva la despedida cuando les dejamos partir del Puerto de la Fuenfría, tras un gran esfuerzo, camino de Madrid.

Cuando compartes estas vivencias con otras personas pasan a formar parte de tu ser. A este vínculo lo llamamos amistad. ¿Cómo no vamos a aprovechar el poder de estas experiencias para la formación de nuestro alumnado?