
Aida Gimeno García es una soprano lírica segoviana que está rozando lo más alto de la ópera a nivel mundial. El próximo octubre, tiene una cita en Moscú, rodeada de otros 30 compañeros de profesión donde competirá por coronarse como una de las mejores intérpretes de ópera del mundo, además, es la única española que hay en la lista. El concurso, Operalia, está patrocinado por Rolex y fue creado por Plácido Domingo y es uno de los más importantes que existen. Para Gimeno, llegar hasta ahí era algo casi imposible y, aunque a veces le surjan dudas sobre si está verdaderamente preparada para ello, sabe que este empujón en su carrera tiene que aprovecharlo.
Segovia y vida
Su vida musical comienza en la ciudad que la vio crecer. Su profesor de música en El Peñascal la animó ya con siete años a que se presentara a las audiciones de la Escolanía de Segovia. Ahí estuvo hasta los 18 años y es donde conoció su verdadera pasión: el canto. Simultáneamente a la Escolanía, Aida Gimeno compaginó todo con el piano, aunque a los 17 años se decantó por la voz como instrumento de su carrera musical. Para ello, hizo dos años en el Conservatorio Profesional de Segovia.
Cuando tenía esa edad, la animaron a presentarse a las pruebas de acceso del Conservatorio Superior de Música de Castilla y León, en Salamanca, donde fue aceptada y comenzó su carrera profesional musical. La soprano cuenta que este momento fue complicado para ella ya que tuvo muy poco tiempo de reacción y coincidía con las fiestas de Segovia, fechas muy marcadas para una chica de 17 años, pero sabía que tenía que pelear por su sueño.
En este conservatorio se le dio la oportunidad de salir en su cuarto año de profesional a conocer mundo a través de un Erasmus a Londres, donde al terminar, la animaron a hacer las audiciones para el máster en esa misma academia. Es así como consiguió estar becada durante dos años, cada día subiendo más en su carrera profesional.
Cuando acabó el máster, Gimeno audicionó para entrar en el Centro de Perfeccionamiento ‘Paul de Les Arts’ (antes conocido como el centro de Plácido Domingo) donde entró y pasó los últimos dos años. Como ella dice, querría haber estado más cerca de su casa y de Segovia.
Además, llegó la pandemia, aunque, para Gimeno no fueron unas vacaciones, ya que el 21 de mayo ya estaba de vuelta ensayando en Valencia. Por ello y por que la ópera se puso en marcha rápidamente, la vocal se siente muy agradecida de que el parón no la haya afectado.
Esta ópera estrenada en junio fue una bocanada de aire, ya que se estrenó en La Granja de San Ildefonso, y, aparte, ella fue la protagonista. Además, tuvo una puesta en escena alejada de lo que está acostumbrada, ya que se montó con camiones para hacerse al aire libre. Durante esta gira, fue cuando recibió la noticia de su acceso a Operalia, sin casi cree rse todo lo que le estaba pasando.
Como reflexión, Aida Gimeno García, quiere que la ópera deje de verse desde una perspectiva elitista y volver a ponerlo de moda entre los jóvenes, ya que cada día los espectáculos son más dinámicos y se componen de una escenografía que sabe que puede triunfar. No se trata de algo aburrido sino, de todo lo contrario, aunque sabe que hasta que los precios de estos eventos no bajen, van a ser inasumibles para la juventud.