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David Pinillos, en un momento del acto. /EA

El cine y el vino – ¿el octavo arte? – siempre se han llevado muy bien. Y es que el mundo de la enología guarda ciertos paralelismos con el Séptimo Arte. Muy lejos de la gran pantalla, en el sofá de casa, el cine invita al descorche de una botella de vino para disfrutar, mejor en compañía. Y es aquí, en el momento de compartir, cuando sucede la magia entre una copa de vino y una pequeña pantalla…

Y, si hablamos de Comedia Romántica, un género que, en la opinión de nuestro director, “Está atravesando un necesario camino para reinventarse”, el paralelismo es aún más evidente. La reinvención del vino es un hecho. La democratización del disfrute de una copa de vino porque sí, por el mero hecho de compartir, de brindar, de sentir placer, olvidando el lenguaje bizarro y barroco y quedándonos con las sensaciones, las emociones, se ha impuesto necesariamente. Hablar, en resumidas cuentas, de Cultura del Vino. Ese es el sentido del Otoño Enológico de la Fundación Caja Rural, y eso es lo que han reivindicado los cicerones de la sesión de Cine y Vino en el Museo Esteban Vicente este viernes.

A través de un recorrido por distintas secuencias de películas que van desde los años sesenta hasta la actualidad, David Pinillos y Carlos Iserte han hecho una profunda reflexión sobre el contexto social, económico y político y un maridaje de auténtico lujo entre la Comedia Romántica y los vinos de la bodega cuellarana Malaparte, tan rompedores e innovadores como la sesión.

Annie Hall (1977) French Kiss (1995), La Peor Persona del Mundo, Sideways (2004), The Princess Bride (1987), The Birdcage (1996) y, por supuesto, Bon Appetit (película ganadora en el Festival de Málaga), que valió el Goya al Mejor Director Novel en 2011 y supuso el debut en la dirección de cine de David Pinillos, han servido de hilo conductor de una conversación muy participativa, en la que el público ha jugado un papel protagonista. Y es que el arte del maridaje es muy personal, sobre todo, cuando hablamos de cine y vino. ¿Qué película incita a descorchar un espumoso método ancestral como Dindi? ¿Cuál encaja con Le Méprise, un tinto moderno con un punto de rebeldía? ¿Qué momento acompañaríamos con Pico Lunar, un Merlot fino y a la vez potente? Obviamente, cada uno tiene sus vivencias, sus recuerdos y sus sentimientos. Y de eso se trata esto, de sentir.

“¿Existe una fórmula perfecta para hacer una comedia romántica o un vino?, ¿o por el contrario ese control absoluto de todo, esa falta de sorpresa, de espacio a lo imprevisto, es lo que nos hace perder el interés? Reinventarse, dejar entrar la vida, la sorpresa…para no morir” (David Pinillos).

100% solidaria, por Autismo

La totalidad de la recaudación de la venta de entradas (1.080 euros) se entregará a la Asociación Autismo Segovia, que este año celebra su vigésimo aniversario. Su presidenta, Susana Guri, no quiso perderse la cita, que también contó con la colaboración de Alimentos de Segovia, que puso el broche de oro con los bocados de la tarde: empanada casera de la Panadería Los Mellizos, pulgas de lomo de Garcinuño, jamón al corte de Miguel y María, quesos de El Molinero y Daniel el Chato y frutas rojas de Mumu Berries.