Cabezuela, resinas y tradiciones

Cabezuela es una localidad segoviana de 675 habitantes que pertenece al Partido Judicial de Sepúlveda y se encuentra a 45 Kilómetros de Segovia.

Su economía se asienta en la agricultura y la ganadería pero, también, y de forma importante, de la construcción y la madera, sectores que cuentan con varias empresas en su término municipal.

En el ámbito de la construcción, Cabezuela posee algunas empresas potentes como Hijos de Víctor Pastor y un número importante de vecinos que viven o han vivido (ahora algunos menos a causa de la crisis) de la construcción como albañiles o constructores.

A nivel ganadero, el sector porcino destaca, frente a otros tipos de ganado, por su abundancia en la zona pero, eso no quiere decir que sea el único ganado que se explota. En Cabezuela encontramos Granjas de Pollos, Cebaderos de Vacuno, Criaderos de Vacas Lecheras, una Granja Avícola para la Producción de Huevos de Gallina, Granjas de Conejos y Explotaciones de Ovino y, junto a ellas, un importante número de explotaciones agrícolas en terrenos muy productivos que, actualmente explotan los agricultores de siempre y los de nueva incorporación.

En los últimos tiempos se está recuperando un antiguo oficio que sirvió de apoyo económico a muchas familias y que, hace años, atravesó por una grave crisis, la resina. En este sector, España llegó a ser uno de los países más importantes en la producción de resina durante los siglos XIX y XX llegando a alcanzar producciones de 53.000 toneladas anuales en los años 70 del siglo pasado. La provincia de Segovia fue la principal productora nacional y muchas localidades de la provincia tenían, con este producto viscoso, una importante fuente de ingresos.

En el año 2015, se presentó el libro de Diego Gómez Gómez, quien recibió una Beca Fotográfica del Instituto de la Cultura Tradicional «Manuel González Herrero «de la Diputación Provincial, «La vuelta a los resineros» que recogía, en 150 fotografías como es el oficio y los testimonios de varios profesionales del sector resinero en un trabajo que supuso recorrer 2.500 Kilómetros en la provincia de Segovia y realizar 8.000 fotografías. El fotógrafo Diego Gómez deja claro en su obra que este oficio «es inherente a la zona de Tierra de Pinares y está ligado a su gente desde siempre. El oficio casi se perdió a principios de los años 90 del siglo pasado pero, ahora, ha resurgido debido a la crisis financiera y a la falta de trabajo en el resto de los sectores» (El Adelantado de Segovia 13/09/2015).

La existencia de pinares y, por lo tanto de madera, también es la causa de la existencia de empresas de carpintería que desde hace muchos años están trabajando en esta zona y, por su parte, el sector servicios se ve representado en establecimientos como Farmacia, clínica de fisioterapia, fontanería, alimentación, bares ….

Este es un capítulo importante en Cabezuela porque encontramos algunas realmente llamativas como La Hacendera que transcurre el martes de Carnaval y consiste en que un hombre de cada casa del pueblo presta sus servicios para realizar arreglos en zonas comunales de la localidad tales como caminos, parques recreativos y baches y, por la noche, el Ayuntamiento les invita a cenar escabeche, vino y pan.

Otra de las tradiciones estaba protagonizada por los quintos del año (18 años) que pedían dinero en la carretera, los días 2, 3 y 4 de enero a los vehículos que pasan atravesando el pueblo y, a cambio, ofrecían a los conductores unas pastas. El dinero era invertido, por parte de los mozos, en provisiones para la temida «mili». A día de hoy esta tradición ha perdido su razón de ser.

Hay una tradición que se está recuperando y consiste en que los más pequeños del pueblo pidan, de casa en casa, las típicas rosquillas caseras que se hacen para las fiestas. Al terminar, el botín, se lo meriendan todos juntos.

Para terminar, en Cabezuela encontramos una tradición «tan simple como simpática» pero de la que hacen eco los medios de comunicación en muchas ocasiones. Se llama La Sifonada y consiste en mojarse con el sifón, sin más.

En la Sifonada se reparten sifones entre las personas que quieren participar, se van a la plaza, se hace una señal y… ¡a ver quién puede más! Esta tradición se realiza en el último día de las fiestas de La Exaltación de la Santa Cruz que se celebran el 14 de septiembre y, dicen quienes participan en ella, que es muy divertida.

En Cabezuela se celebran dos fiestas, «La Octava del Señor» y «La Exaltación de la Santa Cruz».

La Octava del Señor se celebra ocho semanas después de la Semana Santa, por lo que la fecha varía cada año. Se celebra durante tres días (sábado domingo y lunes) y, el lunes, es un día muy especial que se reserva para disfrutar de los juegos tradicionales que organizan diversas Asociaciones y el propio Ayuntamiento, haciendo que todos compartan juegos y diversión.

La Exaltación de la Cruz, en septiembre, es la fiesta grande de Cabezuela en la que se venera al Santo Cristo del Humilladero que cuenta con numerosos devotos en la localidad. Esta fiesta destaca por la música, los encierros y los espectáculos taurinos y, los días anteriores a las mismas se celebra una estupenda semana cultural.

Cabezuela cuenta con dos Casas Rurales: La Nueva Casa Vieja de Cabezuela y, La Ribera.

La Ribera fue, en el pasado, un almacén de grano que se ha convertido en unas habitaciones acogedoras y confortables, decoradas con vigas vistas y un mobiliario original restaurado. Esta antigua casa rehabilitada, conserva su estructura de piedra y madera. La Ribera cuenta con un Salón-Comedor con chimenea que es indiscutible protagonista en las noches de invierno.

La Ribera está dotada de jardín con barbacoa, terraza y muebles de exterior. En el interior, dispone de todas las comodidades como: lavadora, lavavajillas, microondas, calefacción o televisión con DVD y, está situada en un lugar privilegiado en el interior del casco urbano. www.toprural.com

La Nueva Casa Vieja de Cabezuela es una casa de más de 150 años que ha sido totalmente reformada conservando la esencia de lo que es una casa castellana. En ella se siente como se viaja al pasado que nos contaron nuestros abuelos…