
Las anunciadas obras de reurbanización del eje comprendido entre la Catedral y el Alcázar, a través de la calle Daoiz han comenzado estos días. Lo hacen con retraso respecto a lo anunciado en un principio y en medio del malestar de los comerciantes, quienes se ven perjudicados en su actividad.
Los empresarios están relacionados fundamentalmente con el turismo, ya que se trata de una calle de importante tránsito de visitantes que se dirigen al Alcázar, el primer monumento de la ciudad en cuanto a número de entradas.
La reurbanización de este eje supondrá nuevas canalizaciones de los servicios básicos de agua, así como gas, o fibra óptica. Y debe hacerse con la necesaria protección del antiguo canal del Acueducto, que discurre por el centro.
El comienzo de las obras ha obligado a cortar parte de la calle Daoiz. Entre otras consecuencias se encuentra el cambio del transporte público, pero sobre todo, la imposibilidad de circular vehículos, y peatones en algunos momentos.
Pese a todo, el Ayuntamiento mantiene que el acceso peatonal para los residentes de la calle Daoiz está garantizado en todo momento. También para quienes quieren acceder al hotel, restaurante y locales comerciales de la calle, siempre que lo soliciten. “El paso de los turistas quedará supeditado a la propia evolución de la obra, de manera que se permitirá su tránsito siempre que no suponga ningún riesgo”, indican desde el Consistorio. No obstante, si la calle tuviera que cerrarse, quedará garantizada la normal circulación peatonal de turistas en dirección al Alcázar (y viceversa); en tanto que estos peatones serán desviados por la calle Adolfo Sandoval hacia la calle Velarde y la Plaza de Juan Guas.
El tráfico rodado ha quedado restringido por las calles Marqués del Arco, Plaza de la Merced y Daoiz. Solo pueden acceder vehículos de emergencia, de recogida de basura y transporte público, los vehículos de los titulares de garajes y aquellos para carga y descarga para residentes y establecimientos de las calles afectadas.
Para esta primera fase de obras se están utilizando como zonas de acopios la Ronda de Juan II, calle Pozo de las Nieves y la Plaza de la Merced, donde se alojan las casetas de obra, contenedores y maquinaria. De este modo se han suprimido más de medio centenar de plazas de aparcamiento en una zona con escasa facilidad para el estacionamiento.
Esta primera fase de obras ha arrancado en la Plaza de Juan Guas y avanzará calle Daoiz arriba hasta la Plaza de la Merced. Se calcula que los trabajos puedan prolongarse entre 6 y 7 meses, un período que los empresarios de la zona califican de “muy largo” porque se extenderán toda la primavera y el verano, periodo que incluye la Semana Santa, con fechas por tanto, de mayor afluencia de visitantes a la ciudad. El comienzo de los trabajos ha conllevado ya el cierre de algunos negocios. Es el caso del Mesón Don Jimeno. Su propietario, Alfonso Jimeno, aseguraba hace unos días que ellos dependen totalmente de los turistas, “porque el barrio está vacío en cuanto a residentes”. “Si no pasan turistas, no merece la pena tener abierto”, explicaba.
FALTA DE CLARIDAD
Otro empresario afectado, Víctor Bernardos Cristóbal, del Centro Gastronómico Segovia, expresaba su indignación por la falta de claridad mostrada desde el Ayuntamiento. Asegura que está notando una importante reducción de las visitas porque a los turistas se les desvía por la calle Velarde y han dejado de pasar por Daoiz. “Las obras condicionan mucho la viabilidad de nuestros negocios”, señala. En cuanto al establecimiento de algún tipo de compensación económica, desde el Ayuntamiento se anunció que se condonaría un 90% de las tasas de basura y agua. “Ya ves lo que vamos a gastar, si vamos a tener que cerrar”, lamenta.
Además, se ha trasladado a la FES el cálculo y tramitación de las ayudas que puedan corresponder, pero que se liquidarían una vez finalizadas las obras. “Pero mientras pasan esos dos años que van a durar las obras no sé de qué vamos a vivir”, añade este empresario.
Otro negocio que ayer permanecía abierto es el laboratorio dental Miguel Ángel Saura. Su propietario reconoce que él no depende mucho del turismo, pero entiende a sus vecinos. “Yo trabajo con clínicas y, mientras puedan venir caminando, no tendré problemas. Pero para las tiendas de regalos y los hosteleros es un problema gordo”. “Algunos ya han cerrado porque no es viable tener abierto y pagar a empleados si no funciona el negocio”, explica.
El hotel Don Felipe es otro negocio abierto por el momento. El dueño de este establecimiento de 23 habitaciones, Jorge González Sanz, muestra su malestar, entre otras cosas porque sus clientes tienen ahora serias dificultades para encontrar y acceder al hotel.
Ya ha visto reducida la actividad porque no pasan turistas por delante de su fachada. Él ha sugerido al Ayuntamiento que se cambie el sentido de la circulación durante las obras. “Es una petición personal para nuestro negocio, pero que no perjudica a nadie, sino que podría beneficiar a más; pero no hemos recibido ninguna contestación”, dice con cierto enojo. Pero sobre todo, le produce más indignación el hecho de que el difícil acceso con que se encuentran los clientes, lo plasman en quejas a través de plataformas de internet donde se valoran y puntúan los establecimientos de hostelería. “Aunque hasta ahora estamos muy bien valorados en Segovia, las opiniones negativas rebajan esa puntuación y queda una impronta que permanece en el tiempo y no se pueden eliminar”. “Puede que sea mayor el quebranto económico que nos ocasione eso, que la inmediata bajada de la facturacióndurante el tiempo que duren las obras”, sostiene.
De este modo, todos los comerciantes desconfían del modo en que puedan valorar las compensaciones económicas que puedan establecerse por estas obras. Varios de ellos las califican de “miseria” y otros aseguran que el daño por la larga duración no llegarán nunca a poder compensarse, hasta el punto de que puedan desaparecer los negocios de forma definitiva antes de recibirlas.
Aparcamientos alejados para los residentes: Los trabajos han supuesto la eliminación de medio centenar de plazas de estacionamiento para zonas de acopio de materiales y maquinaria
n n n Las obras en la calle Daoiz también han supuesto la supresión de plazas de aparcamiento en la calle Marques del Arco y en la Plaza de la Merced. Al menos van a ser 15 los meses en los que los residentes que no cuentan con garaje en la zona afectada tienen que dejar sus vehículos en otras calles.
En este sentido, los titulares de tarjetas ORA con residencia en 16 calles del entorno se tendrán que conformar con las que queden libres en la Plaza de San Esteban, donde hay 48 plazas de aparcamiento, y en el Paseo de San Juan de la Cruz, en el mismo número que las suprimidas en Marqués del Arco y la Plaza de la Merced. Las 16 calles son: Marqués del Arco, Daoiz, Plaza de la Merced, Desamparados, Descalzas, Corral del Mudo, Adolfo Sandoval, San Geroteo, Refitolería, Doctor Castelo, Almuzara, Judería Nueva, San Frutos, Barrionuevo, Martínez Campos y Santa Ana.
Además, con motivo de estas obras, la línea 10 Casco Histórico-San Lorenzo-Acueducto del transporte público de autobuses modifica parte de su recorrido circular, estableciendo su parada de cabecera en la Plaza de San Facundo (junto a Correos) en lugar de en la Plaza Mayor. La parada en la zona de Correos actúa como nueva cabecera por lo que tomará los tiempos de la parada de Plaza Mayor.
Las obras están siendo ejecutadas por la empresa OPYSER, Urbanización y Obra Pública S.L. y suponen una inversión de 851.200,24 euros (IVA incluído), de los que 637.339,55 euros proceden de fondos procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) que financia la Unión Europea con fondos Next Generation.
En líneas generales, el propósito es renovar todas las redes que se encuentren en mal estado y soterrar todo el cableado y canalizaciones que discurren de forma aérea. Las obras permitirán la renovación de las redes de infraestructuras de todo el eje, a excepción de la red de abastecimiento, dado que ha sido renovada recientemente y se encuentra en buen estado. Únicamente se prevé la ejecución de un pequeño tramo de canalización de esta red de abastecimiento para dar servicio a la fuente de la Plaza de la Merced.