Ganaderos y agricultores de la provincia de Segovia acudieron esta semana al Ayuntamiento de Escarabajosa de Cabezas, con motivo de la celebración de una sesión informativa sobre el ‘Proyecto Biocarbonero’. Una iniciativa liderada por la empresa Libergia que supone la puesta en marcha de una planta de generación de biogás, refinado en biometano.
La idea del proyecto, tal y como explicó el jefe de Ingeniería de Libergia, Javier San Martín, está planteado para colocar la planta en tres parcelas que componen alrededor de diez hectáreas del término municipal de Carbonero el Mayor y surge como “solución a la problemática generalizada en Castilla y León relacionada con los purines y los estiércoles”.
La realidad es que “la regulación europea y española cada vez es más dura a la hora de utilizarlos como fertilizantes”, por ello, la idea es que esta planta “se alimente de estos residuos ganaderos”. En esta zona de la provincia de Segovia, donde la empresa piensa tratar alrededor de 420.000 toneladas anuales, “lo que hemos visto es que hay una cantidad importante de explotaciones ganaderas”, especialmente de porcino y “somos conscientes de que este sector se enfrenta a un reto importante en la gestión del estiércol y los purines”, explicó San Martín.
Así, se trata de una alternativa más sostenible a una práctica que se viene realizando desde mucho tiempo atrás, ya que “ahora se intentan cuidar más los suelos y los acuíferos”. Es aquí donde, con una inversión de 50 millones de euros, surge la oportunidad de implantar este tipo de tecnologías, “que ya se utilizan en Europa desde hace tiempo”, pero que hasta ahora en España no se había puesto en valor.
Además “ahora más que nunca es importante que Europa y España sean energéticamente independientes” y que se haga uso de los recursos disponibles, en este caso, “produciendo energía en casa”.
Una vez en funcionamiento, los estiércoles serán utilizados dentro de la planta de biogás, que producirá, además, una materia prima biodegradable llamada digestato que se puede utilizar también como fertilizante, y que “tiene un poder de fertilización similar al del estiércol, pero con la ventaja de que no huele y tampoco tiene patógenos”.
Un proyecto que según Libergia “aporta mucho valor a la provincia” ya que genera hasta veinte puestos de trabajo directos, además de producir agua que “puede ser utilizada dentro de la propia planta y el exceso podría ser utilizada para regadíos de la zona”.
Durante la sesión informativa, desde la empresa se explicó que estas plantas disponen de una serie de reactores, cilindros de hormigón herméticos. Las zonas de almacenamiento de estiércol son herméticas y van a estar sometidas a un sistema de tratamiento de olores para evitar la problemática que, según declaró San Martín “es el principal desconocimiento de la población que genera rechazo”.