
Tras la convocatoria por parte de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico y la Fundación Villalar de Castilla y León del concurso escolar ‘Patrimonio Joven de Futuro’, Ana Rosario Cuenca, profesora del instituto burgalés Pintor Luis Sáez, decidió invitar a sus alumnos de 4º de ESO a participar. Ocho fueron los que aceptaron, para llevar a cabo un proyecto de fomento del turismo en el patrimonio histórico de la región, eligiendo para esto la localidad segoviana de Turégano.
Este concurso instaba a la elaboración de un trabajo de documentación e investigación y propuesta de futuro sobre un bien perteneciente al patrimonio cultural de Castilla y León. Ana Rosario propuso la localidad de Turégano ya que, mientras trabajaba en el IES La Albuera hace ya unos años, visitó el municipio y le pareció que se podría explotar mucho mejor su patrimonio desde un punto de vista sostenible.
Comenzaron estudiando el presente y pasado de estos bienes culturales —Castillo de Turégano e iglesias de San Miguel y Santiago— y tras hablar con el alcalde y la Oficina Municipal de Turismo, fueron a visitarlo. Pudieron notar como el Castillo está muy deteriorado, mientras les comentaban que costaría cerca de dos millones de euros rehabilitar y restaurar la totalidad de la fortaleza, por lo que tuvieron la idea de potenciar el turismo para, poco a poco, ir consiguiendo la cantidad necesaria. “En la iglesia de Santiago hay un retablo pétreo, original, con policromía, que se descubrió a raíz de un estudio, pero claro, si no hay un horario estipulado de visitas y los interesados tienen que hablar con el cura para que les abra la parroquia… es muy difícil que se visite”, afirmaba Ana Rosario.
El objetivo fue entonces diseñar una asociación gestora de una serie de iniciativas para dar a conocer la zona en los centros educativos. Prepararon materiales para esto, como una gymkhana para el primer ciclo de ESO, fichas de iconografía, material de historia del arte románico y gótico para 2º de Bachillerato, un juego educativo… Además diseñaron un sistema de voluntarios para los meses de verano, para disponer de más personal para enseñar estos bienes, así como unos trípticos informativos para repartirlos por diferentes asociaciones y colectivos, con el objetivo de que acudan a Turégano a pasar un día y conocer su patrimonio y su historia.
“Siempre hay quejas de que la gente se marcha de los pueblos, pero si le damos una salida a su patrimonio, la situación puede mejorar”, afirma Ana Rosario, “además en el caso de Turégano, está cerca de las Hoces del Duratón, pudiendo aprovechar esto para llevar a cabo turismo colaborativo en la zona”, añade.
Por su parte, el alcalde del municipio, Juan Montes, afirma que están haciendo renovaciones en la zona poco a poco. “Ahora hemos invertido 60.000 euros para rehabilitar el torreón más alto del Castillo, para hacerlo visitable, ya que estaba lleno de humedades y era peligroso”, asegura. Asimismo, llevan a cabo proyectos culturales para fomentar el turismo en el pueblo. Vanesa Velasco, responsable de la Oficina de Turismo del municipio, es la encargada de cobrar las entradas y llevar a cabo las visitas guiadas al castillo e iglesias. La mayoría de los turistas, unos 11.000 por año, son gente de paso, que también van a visitar otras localidades segovianas como Pedraza o Sepúlveda, procedentes en su mayoría de Madrid, y muy poco porcentaje de ciudadanos internacionales.
El turismo rural es una de las principales atracciones de la provincia de Segovia, ya que muchos municipios cuentan con bienes patrimoniales muy importantes culturalmente, por lo que proyectos como este del instituto burgalés —galardonado con uno de los primeros premios del concurso— invitan al fomento de la actividad, aunque la última palabra y la decisión es de los ayuntamientos y otras administraciones públicas, como la Diputación o la Junta de Castilla y León.