
Una treintena de andariegos se dieron cita en la XII Marcha nocturna de las cuatro ermitas que transitó por algunos de los barrios incorporados de Segovia capital en la noche del pasado domingo. Organizada por la Asociación Cultural Deportiva de Andariegos Segovianos, con motivo de las Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro, los participantes, entre los que había muchos que realizaban por primera vez la caminata y algún repetidor de años pasados, partieron de la ermita del Cristo del Mercado, tras haber podido degustar un café con leche calentito.
Provistos la mayoría de un frontal luminoso y un chaleco reflectante, que les aportaba mucha seguridad, los marchadores emprendieron rumbo a su primer punto de destino: la ermita de Nuestra Señora de los Dolores en Hontoria, después de dejar la capital y coger un camino que parte del puente sobre la vía férrea convencional situado entre el polígono industrial El Cerro y el barrio de la Fuentecilla.
Los andariegos transitaron en todo momento agrupados sin muchos espacios y contando con el apoyo de los coches de la organización, los cuales estaban estratégicamente situados en distintos cruces a lo largo de todo el recorrido o cerrando la marcha cuando la orografía del camino así lo permitía.
Y así, según avanzaba una oscura noche, la marcha se plantó en la entidad local menor de Revenga, tras pasar por la ermita de Nuestra Señora del Soto. Allí estaba situado el punto de avituallamiento en donde los participantes pudieron tomar el segundo café con leche de la noche, acompañado de una deliciosa magdalena.
La marcha comenzó entonces a ascender saliendo por el depósito de agua de Revenga para buscar la cañada y dejar a la derecha los restos del esquileo del Marqués de Santillana, siempre acompañados por una espectacular luna menguante que alumbraba el camino y lo hacía mas mágico aún. Para esas horas, el cielo comenzaba a clarear anunciado un inminente amanecer que a ninguno dejó indiferente. El grupo estaba a punto de abandonar un perfil que no había dejado de elevarse prácticamente desde la salida.
Había llegado el momento de comenzar el deseado descenso por el camino de Santiago entre Madrid y Segovia. Tras cruzar la carretera de Robledo, la ermita de Juarrillos quedaba cada vez más cerca. Sin peligro ya de que nadie se pudiera perder, el grupo se estiró, posiblemente por las ganas de alcanzar el esperado destino final en el que les esperaba un merecido refrigerio, bocadillos y pastas.
Y así hacia las siete de la mañana, y tras 18 kilómetros de sinuoso recorrido, todos los participantes que iniciaron la prueba -salvo uno que abandonó por cansancio en la primera parada- alcanzaron su destino.
Un bocadillo, variado líquido (café con leche, agua o refresco) y abundante fruta pusieron el punto y final a una bonita marcha en la que un tiempo fresquito acompañó a los participantes en todo el recorrido haciendo una noche increíble que seguro recordarán.
Esta XII Marcha a las Cuatro Ermitas de los barrios incorporados ha sido posible gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Segovia, la Junta de Castilla y León, la Diputación Provincial, Caja Rural, Cervecería Vogue, Vimersa, Azulejos y Pavimentos Tabanera, Inmobiliaria Innova, Hotel Puerta de Segovia y restaurante asador David Guijarro y sobre todo gracias a la treintena de andariegos que con mucho esfuerzo y muchas ganas llegaron hasta el final del recorrido, ya que sin su actidud y su energía no hubiera sido posible.