
“Una de cada ocho personas de nuestro planeta es refugiado o migrante. Sin ir más lejos, yo lo soy”. Así lo afirmó hace unos días Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un acto paralelo a la Asamblea General de las Naciones Unidas. En su discurso, el político etíope y experto en salud mundial mostraba una realidad lacerante: los conflictos bélicos, la crisis climática, las hambrunas, la pobreza o la proliferación de crisis sanitarias a escala internacional obligan a cada vez más personas a huir de sus países para buscar un mejor porvenir o, en muchos casos, simplemente para sobrevivir.
Según ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, actualmente hay más de 100 millones de refugiados y desplazados. La crisis de refugiados en la guerra de Ucrania ya es la peor que sufre el continente europeo desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El ser humano, capaz de lograr los avances tecnológicos más innovadores, no aprende de la experiencia, de las lecciones de la Historia, de los errores del pasado, y sigue provocando catástrofes, contra sí mismo y contra el planeta.
Organizado por IE School of Global and Public Affairs, el campus de IE University en Segovia ha acogido un taller que traslada a los estudiantes de primer curso del grado en Relaciones Internacionales al concepto de simulación de un campo de refugiados. Además, aprenden cuál es la mejor forma de responder a este tipo de crisis humanitaria y se informan sobre las últimas intervenciones de cooperación internacional.
El taller ha sido impartido por profesionales de ‘La Cooperativa Humanitaria’, una sociedad cooperativa sin ánimo de lucro formada por expertos con una dilatada trayectoria en la ayuda humanitaria y especialmente en la respuesta a situaciones de emergencia que sufren las poblaciones víctimas de guerras y conflictos, catástrofes naturales, epidemias y crisis nutricionales.
“Nunca ha habido tantos refugiados en el mundo, nuestro entorno es cada vez más incierto”, afirma Javier Martínez Llorca, ex jefe de Misión de Médicos sin Fronteras en varios países, coordinador en Naciones Unidas en misiones de paz, y uno de los ponentes en Segovia, que subraya que “vivimos tiempos de incertidumbre y de gran complejidad».
Dividido en una parte teórica en el aula y otra práctica, los estudiantes de IE University se han enfrentado en este taller a una supuesta crisis humanitaria y han simulado la puesta en marcha de un campo de refugiados en la zona deportiva del campus. Así, cada alumno ha desempeñado el papel de un miembro del equipo de una ONG humanitaria encaminada a atender las necesidades de la población refugiada/desplazada. Además de diseñar la respuesta humanitaria inicial y montar un campo base, los estudiantes han aprendido la importancia que tienen los diferentes actores en una crisis humanitaria y los beneficios de una correcta gestión de equipo en contextos inciertos.
De acuerdo con Borja Santos Porras, vicedecano asociado de Innovación Pedagógica y director del Grado en Relaciones Internacionales en IE University, “es importante que nuestros estudiantes conozcan cómo atender y qué tipo de recursos necesita una persona refugiada, no solo para salvar la vida sino también para mantener su dignidad”.
Añade que “Relaciones Internaciones es, en porcentaje, el grado en IE con más diversidad de nacionalidades entre sus alumnos”. “El perfil es aquel estudiante que le gusta viajar, hablar idiomas, conocer cómo funciona el mundo y solucionar sus problemas. Ellos han vivido la parte más bella de la migración, pero también tienen que conocer otra migración que es desafortunadamente injusta, de personas que sufren por su origen, que huyen de unas terribles condiciones de vida y que acaban refugiadas temporalmente”.
Asimismo, Santos Porras pone de manifiesto que “la universidad cuenta con profesores que han trabajado en crisis humanitarias, y que nos han ayudado a contactar con profesionales con más de 20 años de experiencia de trabajo en esos contextos, como los miembros de la Cooperativa Humanitaria”.
En la zona deportiva del campus de Segovia, los alumnos y profesores recrearon un campo de refugiados, en este caso en África, con un hospital de campaña (donde se analiza, por ejemplo, si existen enfermedades o algún tipo de malnutrición entre la población refugiada), tiendas para descansar, letrinas, o instalaciones para potabilizar o extraer agua.
“Les enseñamos qué es una crisis humanitaria y cómo se responde a ella dentro de los principios humanitarios universales; es un ejercicio práctico para que los universitarios aprendan las necesidades de la población desplazada, establecer prioridades en base a los objetivos de mortalidad y morbilidad, y cómo diseñar un plan de intervención”, asegura Martínez Llorca, que subraya que “los principios de ayuda humanitaria persiguen tres objetivos: reducir la mortalidad, aliviar el sufrimiento y restaurar las condiciones de dignidad de la población”.
Junto a Martínez Llorca, han impartido el seminario Núria Salse Ubach -con más de 15 años de experiencia en nutrición en países en desarrollo- y Xavier Bartolí Pascual, que cuenta con una dilatada trayectoria en proyectos y misiones en territorio africano, uno de los miembros fundadores de ‘La Cooperativa Humanitaria’.