Un festejo de rejones discurre entre el “vamos a verlo” y el “vamos la gente buena” mientras la emoción trata de aparecer por la plaza. Continuas invitaciones al público a entrar en faena, en lo que los rejoneadores y sus hombres de confianza llaman “vamos a venderlo”. Una llamada que si en la última fila coge al personal tomando un gintonic puede que no entre en el proceso comercial. Pero sí entró el respetable de Cantalejo que vio ocho orejas y disfrutó de las actuaciones serias y notables de Andy Cartagena, Leonardo Hernández y Mario Pérez Langa con un envío de la ganadería de El Canario, que dio buen juego. Al final, lo vendieron con argumentos.
Abrió plaza un astado de El Canario, un tanto alto para rejones y brocho, que tuvo celo y fijeza en los caballos de Cartagena, además de buen son. Lo llevó toreado el de Benidorm, midiendo los terrenos, y clavando las banderillas con pureza. Tiró de coraje en el cierre de faena, con cuatro cortas y la suerte del teléfono. Cortó las dos primeras orejas de la tarde. Otro apéndice se llevó Cartagena del segundo de su lote, en una faena más floja. Los mejores pasajes llegaron cuando quitó la cabezada a uno de sus caballos para después colocar un ramillete de cortas.
La raza de Leonardo
Ajustó los cites y el embroque Leonardo ante el acapachado segundo, un animal con recorrido y fondo. Hernández puso en pie al tendido en el broche de la actuación con las banderillas cortas y echándose encima del burel, simulando el teléfono. Conexión eléctrica. Una vez más la raza del jinete fue determinante para llevarse dos trofeos después un esperpento de suerte suprema.
Toro con kilos de más el lidiado en quinto lugar, con el que Leonardo tardó en entrar en materia. Al quiebro logró despertar al público de letargo y continuó con piruetas delante de la cara del antagonista, dejándoselo llegar a la montura y con una actuación muy encimista. Petición mayoritaria, que no fue concedida por el presidente y vuelta al ruedo.
Pérez Langa, compromiso para recuperar confianza
Más gordo, pero poco ofensivo fue el toro con el que se llegó al ecuador. Tenía más juego del que desarrolló con el jinete de Calatayud. Pérez Langa, pese a no sacar todo el rédito que podía haber tenido el animal de El Canario, estuvo notable en la colocación de los rehiletes. La actuación no cogió vuelo, pero paseó una oreja. Disposición del aragonés ante un astado distraído que después también se dejó. Ganó en confianza el rejoneador, que firmó una faena más centrada y sumó dos orejas más.
Ficha
Plaza de toros de Cantalejo (Segovia). Tercer festejo de feria. Más de media entrada del aforo total. Toros de El Canario, de buen juego en líneas.
Andy Cartagena, dos orejas y oreja.
Leonardo Hernández, dos orejas y vuelta al ruedo
Mario Pérez Langa, oreja y dos orejas.