Fachada del Ayuntamiento de Zarzuela del Pinar. /KAMARERO

El 2 de abril, Domingo de Ramos, Zarzuela del Pinar recupera una de sus tradiciones más peculiares. La canción y la costumbre se unen para restaurar y mostrar a las nuevas generaciones los cantos petitorios que las mozas entonaban por las calles del pueblo y en las puertas de las casas de los vecinos durante los domingos y las festividades de la Cuaresma.

En esta ocasión no serán las mozas solteras, que en muchos casos desconocen las melodías, sino las señoras que fueron las últimas que lo cantaron en la calle y que actualmente entonan en la iglesia, durante la Semana Santa, algunos de estos romances.
Antiguamente, en ésta y otras muchas localidades, sobre todo en la zona del Carracillo, salían las mozas a pedir los seis domingos de Cuaresma y a la puerta de las casas donde daban limosna se cantaban romances que aludían al evangelio del día y los denominaban así: Domingo del demonio mudo, domingo Lázaro, domingo peces, etc.

Por ejemplo, el primer domingo se cantaba: así mismo, se entonaban cantos propios de Cuaresma sobre la pasión de Jesús, entonados a lo ‘divino’, como la Baraja, el Arado, el Reloj, los Mandamientos, etc.

Las mozas marchaban en procesión por las calles del pueblo, llevando a la cabeza un crucifijo, adornado con cintas moradas, blancas y negras y una bolsa donde se recogían las limosnas que la gente daba. En Zarzuela del Pinar el dinero recogido iba destinado a ornar de flores y velas el altar del Santo Cristo de las Marinas.

El Domingo de Ramos, a las 17:30 de la tarde, saldrán las cantadoras de la ermita del Humilladero, como se hacía antiguamente, y recorrerán las calles del pueblo, por supuesto se cantan y se piden donativos, que serán empleados en una buena causa. Recordamores y conservaremos estas tradiciones tan nuestras, que forman y conforman nuestra identidad popular.