Este pasado sábado, 1 de junio, el municipio segoviano de Villacastín celebró con gran éxito la V Trashumancia de Bueyes, un evento que congregó a vecinos y visitantes para disfrutar de una jornada repleta de tradición, naturaleza y convivencia.
Los caballos y los bueyes robaron el protagonismo de la cita, pero no son solo ellos los que han participado, si no que todo aquel que quisiera podía inscribirse para acudir a esta cita que une al municipio con su tradición ganadera.
La jornada comenzó temprano, a las 9:30 de la mañana, con la concentración de caballos y la inscripción de los caballistas en la plaza de toros, donde los participantes pudieron degustar aguardiente y bollos para comenzar el día con energía.
La suelta de Bueyes
A las 10:00, se dio inicio a la trashumancia con la suelta de bueyes en dirección a la Ermita del Cubillo.
El evento, esperado con entusiasmo por toda la comunidad, contó con una nutrida participación de caballistas y espectadores que siguieron la estela de los bueyes a través de los pintorescos paisajes de la región.
El trayecto que iba desde el pueblo hacia la Ermita del Cubillo se llenó de caballos, bueyes y coches que seguían muy de cerca el paso de los jinetes.
Descanso y pincho campero
La caravana realizó una parada a las 11:30, donde todos los caballistas y acompañantes inscritos disfrutaron de un “pincho campero”.
Mientras los caballos tomaban un descanso, sus jinetes pudieron recuperar las fuerzas para seguir luego el trayecto de vuelta a la plaza mayor del pueblo.
Además, todos aquellos que siguieron la marcha pudieron disfrutar de este pequeño descanso antes de seguir con el trayecto.
Entrada EN EL PUEBLO
El momento culminante de la trashumancia llegó a las 13:30, cuando los bueyes hicieron su entrada en el pueblo, siendo recibidos con aplausos y vítores por los vecinos que se congregaron en la Plaza Mayor.
La imagen de los bueyes y caballistas recorriendo las calles del pueblo fue una estampa que evocó tiempos pasados y celebró la continuidad de las tradiciones rurales.
El compromiso por parte de aquellos que mantienen viva la tradición no solo busca mover a los bueyes hacia la iglesia del cubillo, lugar con el que comparten historia, si no poder seguir enseñando este arte del campo a los más pequeños, que se han podido ver en las diferentes actividades de estas semanas.
Javi, de 10 años, es uno de los caballistas más jóvenes del municipio y está “encantado” de poder participar en estas tradiciones del pueblo que le ha visto crecer.
Estas actividades demuestran que también la tradición de los municipios segovianos se quedará en manos de los más jóvenes que mantienen la ilusión de los más mayores.
PAELLA POPULAR
A las 15:00, una paella popular reunió a todos los presentes en un ambiente festivo. Por un precio de 8 euros, los asistentes pudieron degustar un delicioso plato de paella, cuyos tickets se habían vendido anticipadamente en el bar Plaza.
La comida fue un momento de encuentro y celebración, donde se compartieron historias de los más mayores a los más jóvenes.
Música y entretenimiento
La tarde continuó con música y entretenimiento. A las 16:30, el grupo “Güisi Muñoz” ofreció un concierto que animó a los presentes, seguido por un sorteo a las 18:30 en el que se rifaron un jamón y varios regalos, aumentando la emoción de los asistentes.
Finalmente, a las 19:00, el Dúo “Alicia de Julián y Juan Carlos Ureña” tomó el escenario, y la jornada concluyó con música disco, permitiendo a todos seguir bailando y disfrutando de la compañía.
La V Trashumancia de Bueyes en Villacastín ha tenido una acogida espectacular en palabras de los caballistas y la participación en el evento han asegurado que esta tradición continúe viva por muchos años más.
Tradición Ganadera
Los orígenes de Villacastín se sitúan en la Alta Edad Media, con indicios de asentamientos desde el siglo XI.
Su ubicación en una encrucijada de caminos facilitó su crecimiento, convirtiéndose en un punto clave en las rutas comerciales y ganaderas.
Durante la Reconquista, Villacastín adquirió importancia como bastión defensivo y como centro de repoblación, atrayendo a colonos y ganaderos que buscaban tierras fértiles y pastos abundantes.
La V Trashumancia de Bueyes, celebrada el pasado 1 de junio, es un testimonio del compromiso de Villacastín con sus raíces ganaderas.
Con la llegada de la industrialización y los cambios en las prácticas agrícolas y ganaderas, la trashumancia experimentó un declive en muchas partes de España. Sin embargo, Villacastín ha mantenido viva esta tradición, adaptándola a los tiempos modernos.
