
El reclamo de los toros de Valdellán resultó un éxito en taquilla, copando el público un lleno en los tendidos. Además, el encierro de ganadería leonesa, sin ser fácil, volvió a ofrecer un juego de nota alta. En esta ocasión, formó un tándem perfecto con el mexicano Isaac Fonseca, que no le hizo falta poner en liza la ‘versión huracánica’ para poner a toda la plaza de acuerdo. Pleno: cuatro orejas con petición de rabo incluso tras lidiar al que cerró plaza. Tarde muy completa, que aunque el desatino a espadas también fue protagonista, contó con momentos importantes tanto de Adrián de Torres como de Ángel Sánchez.
Tuvo fijeza el primer toro, degollado y con las puntas mirando hacia arriba, en el capote de De Torres. Anduvo muy firme y asentado el diestro de Linares desde que realizó un quite por chicuelinas. El animal resultó repetidor, aunque echaba la cara alta al salir de cada muletazo. De Torre estuvo más de verdad que estético, en un largo trasteo en el que la tensión se despachó con tres avisos, y el astado entró en chiqueros para ser despachado. El desatino con el descabello emborronó una actuación que sin ser de premio tampoco merecía un desenlace así.
Algo más basto, pero de muy buen juego fue el segundo del lote del jienense con el que dejó naturales de nota. Obra de oficio, que no redondeó por el uso de los aceros.
Derrotó en los burladeros el lidiado en segundo lugar, un toro que recibió aplausos de salida por su presentación, con el que Sánchez se estiró a la verónica. El ejemplar de Valdellán tuvo un buen pitón izquierdo, donde Sánchez encontró agua. Buena faena, en la que quizás faltó bajar más la mano.
Después, Sánchez sorteó un berrendo serio de cara, que colocó bien cara en el capote y continuó con son en la muleta. Acoplado el madrileño, firmó pases, sobre todo por el derecho, de bella factura, aunque marró un posible premio a espadas.
Serio, con morrillo, largo y fuerte fue el primero de Fonseca, un extraordinario toro que tuvo movilidad y clase. Bravo en la muleta tuvo un pitón derecho portentoso y cayó en unas manos capaces cargadas de valor. Muy seguro anduvo el mexicano, que lejos del ‘huracán’ al que tienen acostumbrado al público, dejó una faena de conocimiento y saber estar ante un animal que embistió con codicia para pasear dos merecidas orejas. El astado fue ovacionado en el arrastre.
Cerró plaza un astado, bien presentado, que tuvo fijeza desde el inicio y resultó otro toro de nota. Noble y con codicia fue un impulso para Fonseca, que volvió a estar reunido y maduro, evitando riesgos innecesarios. Firme y dispuesto cortó otras dos orejas, con petición incluso de rabo, para cerrar una tarde y una feria por todo lo alto. Valdellán y Fonseca, un tándem perfecto.
Ficha
Plaza de toros de Riaza. Sexto festejo de la Feria de la Virgen del Manto y Hontanares. Lleno en los tendidos. Toros de Valdellán, muy bien presentados, desiguales y muy buen juego en líneas generales, entre los que destacaron el tercero y sexto.
Adrián de Torres, silencio (tres avisos) y silencio.
Ángel Sánchez, silencio y silencio.
Isaac Fonseca, dos orejas y dos orejas con petición de rabo.