Música para recordar, silencio para escuchar, y campanas de la Iglesia Santa María la Mayor que sonaron por la memoria de un joven trompeta, Aitor Sanz Laguna (Coca, 1995/2021), en un concierto de dos horas de duración que la Banda de Coca, a la que perteneció, le dedicó ofreciendo a los numerosos asistentes que llenaban la Plaza Mayor sensaciones y emociones contenidas ante la interpretación de un repertorio musical de ocho temas seleccionado para la ocasión y que alcanzó su máximo nivel al tocar la obra A-I-T-O-R, que el reconocido compositor David Rivas compuso especialmente a la figura musical y personal de Aitor Sanz. Una obra de música de fantasía dividida en tres partes, que durante sus diez minutos de duración trasladó alegría, dolor y esperanza, envueltas entre las cualidades personales del homenajeado por su condición de Admirable, Implicado, Tolerante, Observador, Responsable, adjetivos que cada letra dan significado a A-I-T-O-R- para definir al personaje y conformar el título de la obra, elegido por sus compañeros de la agrupación musical. Aunque el prestigioso compositor zamorano no pudo estar presente recibió una cálida ovación por su altruista colaboración.
Concierto que arrancó con unos versos del poema ‘Lección de Gramática’ del poeta cubano David Cherician, donde los usos del verbo ser y estar juegan con el pasado, presente y futuro donde “estar es lo importante y que todos estemos bien”, recitado por su compañera de Banda Lidia González, para después de sonar la primera pieza ‘Font Negra’, de Óscar Navarro, el director de la Banda de Coca, Asier Doval, se dirigiera a los asistentes para explicar motivo y razón del homenaje de este homenaje que deseaban dedicar al que fuera su trompeta porque “este homenaje nace de nuestro corazón hacia alguien que nos ha dejado una huella imborrable, sabíamos que este día sería difícil, de sentimientos encontrados, luces, sombras, pero tenemos muy claro que nuestra tarea ahora es de recordarle y lo haremos con una de las pasiones que mas le gustaban que era tocar. La música -continuó diciendo- es un nexo de unión entre todos y tener por seguro que nuestro sentimiento está hoy más que nunca con él y lo seguirá estando cada vez que la Banda suene porque esa sonrisa, esa bondad y ese sonido de trompeta no se puede olvidar. Amigo Aitor nos has reunido hoy aquí y por ti sonará la música hoy y siempre en tu banda”, dijo visiblemente emocionado y agradeciendo el apoyo de los padres de Aitor, Luis e Irene, su apoyo por celebrar el acto.

Muestras de cariño y afecto a las que se sumaron sus compañeros de estudios de Ingeniería forestal de Palencia, presentes en el concierto y que recientemente le dedicaron un reconocimiento por su amistad y compañerismo en el campus universitario de Palencia. También sus amigos de peña, tuvieron emotivas palabras a su noble forma de ser. Manifestaciones que sin duda completaran la leyenda hoy abierta sobre este legendario trompeta y porque la obra de fantasía musical será partitura a interpretar por muchas bandas nacionales e internacionales, dado el prestigio internacional de su compositor. Concierto que también mantuvo recuerdos para otros caucenses ya fallecidos, como el caso del joven músico Teodoro García Fragua (Teo), fallecido el año 2000 en accidente de tráfico a los 19 años, al darse la casualidad que en este día 2 de julio cumplía años y por ello se interpretó el pasodoble ‘Cauca Ciudad Celtibérica’, que en su día compuso el director de aquel entonces José Carlos Escudero en su memoria. Así como al profesor y escritor Adolfo Rodríguez, fallecido recientemente, al que se le dedicó ‘Jota para la banda de Coca’, compuesta expresamente para esta banda por el miembro del Nuevo Mester Fernando Ortiz y a la que puso letra Adolfo Rodríguez.
Jota acompañada por los dulzaineros Javier Pilar y Javier Potite, que cerró el concierto no sin antes que dos miembros de la Banda descubrieran la placa dedicada a la memoria de Aitor colocada en un lateral del quiosco de música de la Plaza Mayor y que sus padres recibieran la partitura de la obra ‘A-I-T-O-R’ compuesta por David Rivas. Por su parte Luis Sanz haciendo esfuerzos por contener que aflorara su emoción interna, agradeció a todos los asistentes su presencia, así como a la Corporación Municipal, a todos los amigos de estudios, de peña, y músicos compañeros, hoy destacados directores de Conservatorios presentes en el concierto tocando, mostró su orgullo por “ese pedazo de Banda que tenemos” agradeciendo a todos sus componentes el homenaje dedicado. Destacó la magia de esta noche porque al ser el día 2 de julio de 2022, a las 22.00 horas el concierto, era un presagio curioso ya que el número favorito era casualmente el 22. También señaló que era mágico porque la trompeta de Aitor seguirá sonando en la Banda de Coca en las manos de su sobrino Marcos, que a punto de cumplir diez años ha ingresado en la Escuela de música y ha elegido como instrumento la trompeta como recuerdo a su primo. Por último, recordó las palabras de su amiga Victoria Trigo Bello, ganadora del II Certamen de relatos ‘Adolfo Rodríguez’, quien definió la idea del concierto como extremadamente bella y lo describió como “la memoria plantando cara al olvido”.