Vista general del Sotillo. / José Antonio Santos

Perteneciente al partido judicial de Sepúlveda y con tan solo 14 habitantes residiendo de manera continuada, Sotillo se encuentra a 11 km de Sepúlveda y cuenta con varias poblaciones, hoy despobladas, administrativamente unidas al municipio: Fresneda de Sepúlveda, Aldehuela y Alameda de Sepúlveda. Estas poblaciones “hace tiempo estaban habitados y dependían, igual que ahora, de Sotillo”.

Su nombre, como es lógico, viene del diminutivo de “Soto”, lugar próximo a las riberas de los ríos, en los que se encuentra una importante variedad de árboles y vegetación diversa. En el siglo XIII, esta localidad es mencionada en ciertos documentos como “Sotiello”.

Sotillo pertenece al ochavo de la Sierra y Castillejo de la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda. Este ochavo tiene un importante patrimonio arquitectónico en el que destacan las iglesias románicas de Castillejo de Mesleón, Sotillo, Siguero y Cerezo de Arriba, sin olvidarnos de sus potros de herrar, sus fuentes…

Este ochavo cuenta además con un entorno natural único en el que destaca la Sierra de Ayllón, una zona de especial conservación; los Sabinares de Somosierra y las Riberas del Río Duratón, además del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadarrama, el Camino Natural de la Cañada Real Soriana… En toda la zona pueden realizarse un gran número de actividades de ocio como en la Estación de Esquí de La Pinilla.

Sotillo es un pueblo situado en una ladera, entre el monte de la Dehesa y el arroyo de la Fuente, que se une al río Duratón en las cercanías del pueblo.

Patrimonio

Como principal exponente del patrimonio del Sotillo, en esta localidad nos encontramos con un templo de pequeño tamaño pero todo un ejemplo del románico rural segoviano. Esta iglesia, una de las más bellas de la provincia, está dedicada a la Natividad de La Virgen y fue edificada a los pies del pueblo en el siglo XIII, manteniendo su estructura original a lo largo de este tiempo.

El templo está situado fuera de la población, en el borde de la carretera, muy cerca del Soto del Río Duratón.

A su buena conservación se une la riqueza de sus esculturas que encontramos en diferentes puntos como en los capiteles del ábside. Su construcción se realizó sobre una sillería realizada en piedra caliza extraída en la zona de la Sierra de Guadarrama. Una piedra originalmente blanca que con el tiempo, a causa del hierro que tiene su composición, le ha dado un color rosado característico.

Las entradas al edificio se encuentran en los laterales y, unida al presbiterio, se encuentra su torre, también románica. En la iglesia de la Natividad de la Virgen de Sotillo, destaca su riqueza escultórica que aparece, también, en los canecillos y en las cornisas.

Este templo tiene planta basilical, con una sola nave. El ábside es la parte más notable del templo. Está construido en sillería de piedra con ventanales con arquivoltas separados por columnas en las que, en sus capiteles, muestran las mejores esculturas de la iglesia, con formas fitomórficas (vegetales), realizadas por las mismas manos que los capiteles hallados en Perorubio o Santa Marta del Cerro. También hay dos capiteles con figuras de otros tipos como una pareja de arpías o unas aves.

En una de las puertas del templo, al igual que en otras de la zona de Sepúlveda (El Olmo, Turrubuelo…), se observa una estructura de arco polilobulado de tres boquetones en zigzag, con flores de ocho pétalos en cada dovela. Este tipo de arco es de origen musulmán pero, no se puede decir que en su elaboración intervinieran manos mudéjares pues, en la arquitectura cristiana medieval en Europa, se emplearon este tipo de arquivoltas y elementos en muchas ocasiones.

La torre, ubicada junto al presbiterio, tiene dos cuerpos, el inferior construido en piedra y el superior en calicanto. Se supone que el campanario de la Iglesia de la Virgen de la Peña, en Sepúlveda, sirvió de modelo.

Los canecillos y metopas que adornan el templo son uno de los puntos fuertes. Están decorados con diversas imágenes como un músico con un rabel, una escena de montería, plantas exóticas, animales imaginarios y reales como un dromedario o una arpía con capirote, un gallo o una cabeza de león. También se observan imágenes con parejas humanas que podrían representar escenas de lucha…

En su interior, la nave está cubierta de madera y, los capiteles del arco del triunfo muestran, por un lado, la lucha de un infante con cota de malla, escudo y espada y, por otro, situado frente al primero, una pareja de aves (Cigüeñas) con los cuellos entrelazados y, picándose las patas. También en el interior hay que destacar su retablo mayor, de estilo barroco tardío y la armadura de madera de la nave.

Fiestas

Aunque su Iglesia parroquial está bajo la advocación de la Natividad de la Virgen, su patrona es la Virgen del Río, que se celebra el primer domingo de septiembre. También se celebra la Virgen de Fátima, el fin de semana más cercano al 13 de mayo y también, la fiesta del patrón, San Roque, a finales de octubre.

La fiesta más concurrida a lo largo del año en Sotillo es la de Nuestra Señora del Río que se celebra el primer fin de semana de septiembre. En esta fiesta, además de las actividades habituales, se realizan concursos de disfraces, actividades deportivas…

Destacan en Sotillo las fiestas de San Roque… a finales del mes de octubre. El motivo de que esta fiesta se celebre en esta fecha, y no el 16 de agosto, es porque durante la peste o gripe española de 1918, la localidad de Sotillo se vio muy afectada y hubo muchos fallecimientos. Solo cuando se pusieron en manos del santo para su protección y celebraron procesiones finalizaron los fallecimientos. Aquellos acontecimientos sucedieron a finales del mes de octubre y, con esta fiesta, hoy se sigue recordando.

Muchas de estas actividades son organizadas por la Asociación Cultural de Sotillo que colabora con el Ayuntamiento en la organización de fiestas y actividades a lo largo de todo el año.

La Cabalgata de Reyes

La Cabalgata de los Reyes Magos en un momento especialmente mágico en Sotillo y otros cinco pueblos de la zona: Duruelo, Santa Marta del Cerro, Cerezo de Abajo, Cerezo de Arriba y Castillejo de Mesleón.

Estas seis localidades, desde hace 35 años, se unen para dar color y magia a estas fechas. La historia comenzó cuando un grupo de vecinos de estos pueblos, “entonces muy jóvenes”, se pusieron de acuerdo para realizar una Cabalgata en la que, con un horario y una organización conjunta, permitiera que sus majestades visitaran a niños y grandes de todos los municipios.

La Cabalgata comienza sobre las siete de la tarde y finaliza a las once de la noche. Cada media hora están en uno de los pueblos. La comitiva se mueve en un autobús y los reyes y sus pajes son cada año de un pueblo diferente. Al finalizar el encuentro con los niños, en las iglesias o en los locales de los Ayuntamientos, uno de los pueblos, cada año diferente, se encarga de preparar un aperitivo o ágape que todos los participantes disfrutan.

La organización de la Cabalgata se consigue a través de una comisión en la que participan representantes de los seis pueblos (precisamente en estos días están ya afanados en la Cabalgata de esta Navidad). Cada uno de estos pueblos paga una pequeña cuota para hacer frente a los gastos que se producen. Además, cuentan con la ayuda de la Diputación Provincial. Cada año son tres los Ayuntamientos que aportan a los reyes magos y sus pajes. También cada año la Cabalgata comienza en un pueblo diferente y sigue su orden habitual porque, esta Cabalgata tiene siempre un recorrido circular, comienza en uno de sus pueblos y termina en otro.

Esta Cabalgata conjunta no es tan conocida como otras pero seguramente será la más antigua, de este tipo, que hay en la provincia de Segovia y, nos cuentan que “uno de estos años haremos un aniversario especial, recopilando cosas e imágenes de los 35 años de Cabalgata”.

El Alcalde de este municipio desde 2007 es Antonio Barahona Moreno (PP).

Este pequeño municipio, aumenta su población durante el fin de semana y periodos vacacionales, pasando de los 14 a los 100 habitantes con facilidad. Esta población que llega a Sotillo está formada principalmente por madrileños que han encontrado allí su refugio para alejarse del excesivo movimiento que se vive en la capital pues, como dice el concejal de su Ayuntamiento Jesús San Juan, “es un pueblo que no tiene mala comunicación, tenemos cerca la N-1”.

Sobre la forma de vida de sus vecinos está principalmente ligada al sector primario. La agricultura y la ganadería, son la ocupación más común y, como novedad en estos tiempos de evidente despoblación de nuestros pueblos, en Sotillo hay dos niños de corta edad y ha llegado una pareja joven para residir aquí, hace poco tiempo.

No hay casas rurales ni restaurantes. Hace un tiempo se inició un proceso que iba encaminado a abrir una casa rural pero al final…. “fue una pena pero… pensábamos que se iba a abrir una con actividades pero nos salió rana”, comenta San Juan quien añade que “un pueblo sin bar es… muy mal… porque no hay relación entre los vecinos”. El concejal nos cuenta que en el pueblo hay una pequeña peña, que abre muchos días pero… no es lo mismo.

En cambio, Jesús San Juan comenta que en el pueblo hay una asociación cultural que tiene su propio local, una casa que les ha dejado el Ayuntamiento, en la cual organizan actividades de todo tipo a lo largo del año, como la Semana Cultural que se celebra en verano. Además, se encargan de echar una mano al Ayuntamiento en la organización de diferentes eventos y “hacenderas” (arreglo de caminos, plantación de árboles…).

La receta

En este caso, la encargada de ofrecernos la receta de esta semana desde este rincón de Segovia es Angelines Barahona, hermana del alcalde.

Nuestra protagonista no reside en Sotillo acude aquí cada fin de semana. Angelines me habla de las “matanzas del cerdo”, habituales por esta época, y recuerda que en los últimos años no mataban al animal por las complicaciones normativas para realizar los sacrificios. Llevaban a Sotillo el animal muerto y abierto en canal, trasladándolo en un vehículo adecuado. Después, ya en Sotillo, se realizaba el destazado y la preparación posterior de la carne, de forma habitual.

Recordando las reuniones familiares que se realizan en el pueblo, Angelines nos comenta que en su familia existe toda una tradición en torno a unas rosquillas que realizaba su madre, fallecida hace años, que siguen sirviendo como lazo de unión en estos acontecimientos porque “nos encantan a todos”.

Rosquillas: Ingredientes: Huevo, azúcar, aceite, raspadura de un limón, un sobre de levadura, anises molidos y, una copa de Aguardiente.

Modo de prepararlo: Por cada huevo que se utilice, habrá que añadir 3 cucharadas de azúcar, 3 cucharadas de aceite “requemado” (aceite en el que se fríe una cáscara de limón o un trozo de pan, cuando empieza a dorarse, se retira el aceite del fuego y se espera a que se enfríe para utilizarlo), harina, la raspadura de un limón, un sobre de levadura, una cucharadita de anises molidos y una copa de Aguardiente.

Se mezcla todo bien, primero el azúcar y los huevos, después se añade el resto uniendo la levadura con la harina. Cuando está todo junto se amasa bien, se deja reposar media hora, se forman las rosquillas y se fríen. Estas rosquillas no llevan azúcar añadido por fuera.