Danzantes y Soldadesca de Armuña posan junto a la imagen de la Virgen de Tormejón durante la procesión. / E. A.

Como cada tercer sábado de mayo, el pueblo de Armuña homenajeó a su patrona, la Virgen de Tormejón, con soldadesca y paloteos en la procesión de por la tarde. Para la soldadesca, cinco matrimonios, con la bandera y las alabardas y distinguidos por bandas cruzadas al torso, desempeñaron el cargo de custodiar a la Virgen en su recorrido por la localidad, mientras los danzantes y el pueblo adornaron la procesión con sus danzas.

Como suele ser costumbre, los dulzaineros iniciaron el recorrido, que empezó en casa del de mayor cargo de la soldadesca, y desde allí se partió hacia la iglesia para recoger a la Virgen de Tormejón. Los hombres de la soldadesca se encargaron de portar las insignias mientras sus respectivas esposas, ataviadas con mantilla como manda la tradición, fueron responsables del carro triunfante.

Los danzantes adornaron la procesión con sus paloteos, que en Armuña son numerosos pues cuentan con 13 títulos en su repertorio, y además variados, pues van desde el Malagón al Jesucristo Marinero, pasando por La Tarara, El Trébol o La Alegre, entre otros. Tampoco faltó la danza espontánea del pueblo que honró con sus jotas a la Virgen en su recorrido, aunque especialmente reseñable fueron las danzas a la puerta de la iglesia. Allí se prolongaron jotas y paloteos en honor a la Virgen y especialmente emotivos fueron los paloteos que ejecutaron las distintas generaciones del pueblo, desde los más veteranos del lugar hasta los miembros de la soldadesca y los propios dulzaineros, que no dudaron en honrar a la imagen de Tormejón en su entrada al templo.

Un ritual, además, mantenido durante siglos, pues el dulzainero, y además historiador de la localidad Jesús Fuentes, documentó en su libro sobre Armuña las soldadescas femeninas en 1760 con esta anotación: “Entre las mujeres casadas se nombran oficios que una capitana de Soldada tiene a saber: capitán, teniente, alférez, sargento, cabo y otro. Así hecho este nombramiento y dándoles a cada unos las insignias del puesto que ejerce, el alférez enarbola la bandera” y siendo además Armuña la localidad que posee el dato histórico sobre la danza más antiguo de toda la provincia: el Corpus de 1565. Un importante ritual que el pueblo de Armuña ha sabido mantener durante más de 400 años.