En el primero de mis artículos sobre rituales festivos en Fuentelcésped avancé la importancia de las actividades desarrolladas en lagares y bodegas, tanto desde el punto de vista -trascendental- de la economía como de los aspectos sociológicos y de convivencia -también trascendentales- que se dan en esos espacios y recintos, con una función destacada de las cuadrillas. En esta ocasión voy a hacer, someramente, una descripción gráfica de un lagar y una bodega, con una pequeña referencia a las coplas cantadas.

Mi padre siempre decía que “la vida social del pueblo va, por la calle de la fuente, desde la plaza hasta la salida hacia Santa Cruz: a diario con `encuentros´ en el trayecto hacia las bodegas y/o los lagares, `conversaciones´ en los contadores y `reflexiones´ en los bocinos; en festivos reuniones de las cuadrillas, viandas y canciones en abundancia”. No lo decía, pero es obvio que todo muy bien regado, con exquisito clarete (aún se hablaba del vino de Ribera). En los encuentros se intercambiaban noticias con los que regresaban de la bodega, en las conversaciones se intercambiaban los puntos de vista sobre la actualidad, y las reflexiones eran de autoexamen vital.

En el camino se encontraban con los elementos más importantes y referentes de la localidad:

En el lagar hay portones o ventanas, a los que llaman ‘postigo’, para descargar la uva desde los carros. El ‘cargadero’ es el muro de piedras que va encima de donde encaja la viga. Las ‘paneras’ son las paredes de la pila. Los maderos verticales donde encaja la viga los llaman ‘vareñas’. Los palos que se colocan entre las vareñas cuando se levanta el pilón se llaman ‘trecheras’ en el pueblo (en este plano son las trincheras). Los `gallegos´ o fuentelcespenses siempre han sido partidarios de los cánticos, y en sus encuentros de lagares y bodegas les encantaba `echar jotas´, algunas de cuyas estrofas –con mucha licencia- paso a transcribiros.

Coplillas, brindis y despedidas

Preparemos entre todos
para el fuego las gavillas,
que le ha tocado a Trifón
echarlas a la parrilla.

Las chuletas hoy las pone
nuestro primo Felisín,
que es un chico generoso
como cualquier Romanín.

Los panes y las rosquillas
nos los va a traer Fidel,
que es el primo de Paquito
el chavalín del Mester

Si acaso alguien quisiera
que comparemos los vinos,
en un momento bajamos
cada uno a su bocino.

Y arriba compararemos
lo que suba cada uno,
poniéndole nuestra nota
sin ningún disimulo

Primero echaremos un trago,
`pa´ calentar el gaznate.
Los demás poquito a poco,
sin cometer disparates.

Muchas veces he brindado
por nosotros en la comida.
Otras tantas veces brindo
`pa´ disfrutar de la vida.

Sorbo a sorbo estoy brindando
y acabando las botellas.
Ahora veo lucecitas
como si fueran estrellas.

Gracias por acompañarme
y echar un brindis conmigo.
Aunque parezca borracho
solo estoy medio bebido.
En el año de pandemia
yo brindo por mis amigos,
levantando bien la copa
porque estamos todos vivos.

Brindemos por los manjares
que comemos en la cena,
por el vino que bebemos
y que nos quita las penas.

Y brindemos muchas veces
por nosotros en la comida.
Y brindemos otras tantas
por disfrutar de la vida.

El otro día estuve
toda la tarde brindando.
Y la noche la pasé
todo el tiempo vomitando.

A cada sorbo de un brindis
se vacía la botella,
empiezan los tropezones
y hasta vemos las estrellas,

Y para estar como conviene
sin cometer desatinos,
terminemos esta fiesta
despidiéndonos con vino:

Allá va la despedida,
no te la quisiera echar.
Quiero seguir disfrutando
De tu vino y tu amistad.