El verderón serrano es una de las especies de avez que se ha registrado en el último censo de otoño. / Xavier Parra Cuenca
El verderón serrano es una de las especies de avez que se ha registrado en el último censo de otoño. / Xavier Parra Cuenca

El Refugio de Rapaces de las Hoces del Riaza y el embalse de Linares cumplen 43 años este sábado. En 1974 comenzó un proyecto “increíble, utópico, distinto de todos los anteriores en España”, explica el presidente del Fondo para el Refugio, Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo. Promovido por Adena a instancias de Félix Rodríguez de la Fuente, el Refugio se logró gracias a la generosidad e ilusión de mucha gente. “Fue el primer espacio protegido, o casi, en Castilla y León”, destaca Fidel José Fernández.

El presidente subraya el papel del guarda Hoticiano Hernando, “decisivo para el Refugio”, como lo es su hijo Jesús, que en 2018 cumplirá 30 años como guarda de WWF. Entre otras personas y colectivos, Fidel José Fernández valora también el trabajo desinteresado del ornitólogo suizo Daniel Magnenat, así como la colaboración entre investigadores.

Desde 1975 se han censado todos los años los pollos de buitre leonado que salen adelante en cada peña o barranco. Durante 43.119 horas se han registrado 6.812 pollos de buitre leonado que han salido adelante, en 901 nidos diferentes, con un máximo de 313 en 2017, y más de 1.000 buitres. También se han avistado 381 pollos volados de alimoche en 86 nidos con éxito.

En enero de 1978, el presidente del Fondo comenzó a elaborar las hojas informativas sobre el Refugio, que resumen la información de las 331 especies de vertebrados citados en este espacio. En 1980 se formó el Fondo para el Refugio, que según palabras de su presidente, “evitó su fin”.

En 1983 se comenzaron a hacer los censos colectivos de otoño, dirigidos por Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo en los que han participado 764 ornitólogos. En 1993 se publicó la ‘Lista de vertebrados del Refugio’, la primera de las monografías sobre su fauna. El Refugio o su entorno, o trabajos realizados allí, ha recibido 25 premios y 18 títulos o figuras de protección, y ha inspirado otros muchos proyectos, de investigación y conservación.

En el libro de la Junta ‘Espacios Naturales de Castilla y León’, Susana Casado y Alfredo Ortega indican que el Refugio ha sido “escuela de varias generaciones de naturalistas”, que han seguido su evolución “de una manera tan precisa, que no ofrece parangón posible entre los espacios protegidos de nuestro país”. En 2015 la Casa de las Ciencias de Logroño financió y presentó una gran exposición sobre el aniversario del Refugio, organizada por Juan José Molina (vicepresidente del Fondo), con el apoyo de otras personas y entidades. La exposición estuvo en 2016 en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, en 2017 en la Casa de la Cultura de Aranda de Duero (Burgos), y después en el Auntamiento de Montejo de la Vega, donde es posible que vuelva el próximo verano.

Desde el Fondo del Refugio quieren que en este año la muestra puede llegar también a la capital segoviana.