Patronato del Parque Nacional. / Nerea Llorente
Patronato del Parque Nacional. / Nerea Llorente

Tal y como se preveía, en los últimos días para presentar alegaciones al ‘Plan Rector de Uso y Gestión' (PRUG) del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, su número aumentó de forma considerable, de forma que cuando se cerró el plazo, el número de escritos registrados alcanzó los 372, de acuerdo a la información facilitada por la Consejería de Fomento y de la Junta.

Numerosos colectivos y particulares entregaron sus alegaciones, donde expresan su oposición a alguno de los puntos incluidos en el documento que ha permanecido en fase de exposición pública. A partir de ahora, personal de la Junta deberá estudiar todas las alegaciones, respondiendo a las mismas y, si se entiende que procede, incluir las propuestas en un nuevo documento. En principio, es intención de la Comunidad de Madrid y la Junta de Castilla y León resolver el asunto este mismo ejercicio, de forma de que antes de que concluya 2018 el PRUG pueda estar aprobado.

Ecologistas Varios colectivos —Ecologistas en Acción y Centaurea— han coincidido en el texto de sus alegaciones, que comienzan reclamando el “desmantelamiento de infraestructuras obsoletas en el Parque Nacional y su entorno inmediato”, en referencia a algunas para la práctica del esquí, las instalaciones de telecomunicaciones de la Bola del Mundo o antiguas líneas eléctricas.

De igual forma, reclaman la clausura de la captación de agua para la producción de nieve artificial en el arroyo del Telégrafo, uno de los principales cursos fluviales en la cuenca del río Eresma.

En el punto 3 de su escrito, los ecologistas solicitan aparcamientos en el puerto de Navacerrada y en el de Cotos, así como una rotonda que permita a los conductores cambiar de sentido a la altura de la venta Real. Por otra parte, instan a la creación de una red oficial de itinerarios del Parque Nacional, ampliando la oferta de itinerarios recomendados en las zonas de pie de monte, menos frágiles.

También demandan medidas para minimizar el uso de fundentes en las carreteras, ya que las sales acaban en los arroyos del Parque Nacional, reduciendo su conductividad. En el punto 6, los ecologistas se muestran a favor del control de las poblaciones, “cuando se encuentren justificados por criterios basados en la ciencia”.

Sobre el lobo ibérico, se reclama un seguimiento de los grupos reproductores anual, “dado su carácter de especie prioritaria y su relevante papel ecológico”. De las romerías que tienen lugar en el Parque Nacional, como la de Malangosto, se reclama que únicamente se pueda acceder a ellas a pie o en caballerías. En estas alegaciones también se pide una limitación de la participación en pruebas deportivas, un plan de recuperación de caminos y sendas afectados por la erosión, y que los nuevos centros de visitantes se localicen en el entorno de casos urbanos tradicionales.

Para acabar, los ecologistas demandan cuidar la intervención en la Casa de las Campanillas, en El Espinar, y un cuidado estudio sobre el tren eléctrico del Guadarrama.