Vista aérea de las excavaciones en Confloenta dentro del término municipal de Sepúlveda. / ICAL

La nueva campaña de excavaciones, que se realiza en la antigua ciudad romana de Confloenta durante este verano, permitió evaluar la presencia de un primer edificio termal, anterior a la gran monumentalización de las termas en el siglo II d.C. Se encontró un cuerpo situado al norte del espacio principal del edificio, que resultó ser él construido inicialmente en las termas durante el siglo I d.C. Además, se identificó un nuevo circuito termal que incluye, al menos, otro frigidarium tepidarium y caldarium, igualmente calefactados por un horno (praefurnium), a los que se añaden otras estancias de servicio para el funcionamiento de las infraestructuras y el personal.
Con ello, se concluyo que este sector fue el primer complejo termal construido, aunque de menores dimensiones, al que le siguió, en época de Domiciano-Trajano, una ampliación monumental, que lo convirtió en uno de los más grandes complejos termales de lo que es el actual ámbito de Castilla y León. Asimismo, la exploración del edificio, cuyos restos se han descubierto, está aportando numerosos materiales arqueológicos, que incluyen decoraciones arquitectónicas, cerámicas, bronces, objetos de uso personal (agujas de pelo, pinzas y sondas de higiene personal, etc.). Así como ex votos del espacio de culto a Fortuna (altares, figuras de terracota, vasos, etc.), que alcanzan en la actualidad más de 50.000 piezas, entre ellas, cerca de 17.000 fueron ya inventariadas, convirtiéndose en la mayor colección de época romana de la provincia de Segovia.
El objetivo del proyecto, bajo la coordinación de director del Museo de Segovia, Santiago Martínez Caballero y el profesor de la Universidad de Salamanca, Juan José Palao Vicente, es aportar el soporte científico, sirviendo como base para la puesta en valor de los restos arqueológicos de la ciudad romana, en el marco de la promoción del ámbito nordeste de la provincia de Segovia. Unos trabajos promovidos por la Diputación de Segovia, con el apoyo de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Sepúlveda.

LA CIUDAD ROMANA

La ciudad romana de Confloenta fue fundada a inicios del siglo I a.C., tras las guerras celtibéricas y el abandono de la ciudad celtibérica de Sepúlveda, puede que fuese este lugar, la Colenda – ciudad celtibera de la que se desconoce su localización- de la que hablan algunas fuentes clásicas como el historiador griego Apiano. Esta se encuentra en un llano situado junto a la confluencia de los ríos Duratón y Serrano, hoy identificado como el yacimiento de ‘Los Mercados de Duratón’, declarado Bien de Interés Cultural en 1994.
La exploración del lugar, mediante trabajos de excavación y prospección arqueológica, cartografía, análisis mediante fotografía por satélite, LiDAr, fotogrametría o prospecciones geofísicas, que se vienen desarrollando desde 2017, permitió precisar la extensión de la ciudad romana en cerca de 70 hectáreas de superficie, con un total de 111 hectáreas donde se incluyen los ámbitos suburbanos industriales, residenciales, religiosos y funerarios, desarrollándose en un centro urbano de una longitud de hasta 1,8 kilómetros.
Los trabajos arqueológicos de las últimas campañas vienen centrándose en el gran edificio público de baños de las Termas de Fortuna, con 2.500 metros cuadrados de superficie, situado en el extremo meridional de la ciudad, junto al ‘kardo máximo’ – calle principal – que unía el sur de la ciudad con la zona central del Foro municipal.

 

La totalidad del conjunto termal lo convierten en el más grande de la zona del valle del Duero

Santiago Martínez trasladó toda esta información a la viceconsejera de Acción Cultural, de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, Mar Sancho. Esta semana, la viceconsejera se desplazó a las excavaciones para conocer en detalle estos nuevos descubrimientos. Sancho estuvo acompañada por el delegado territorial de la Junta, José Luis San Merino; el vicepresidente primero de la Diputación Provincial y alcalde de San Miguel de Bernuy, José María Bravo; el vicepresidente primero de las Cortes de Castilla y León, Francisco Vázquez, y la alcaldesa de Sepúlveda, María Irene Michelena.

OPPIDUM DE LOS SAMPEDROS

Antes de realizar esta visita, las autoridades hicieron una primera parada en San Miguel de Bernuy para visitar la excavación de la ciudad celtibérica de Los Sampedros y su necrópolis de incineración. El proyecto ‘Oppidum de Los Sampedros’ acogió este verano su tercera campaña de excavaciones arqueológicas, cuyos trabajos son dirigidos por el mismo equipo técnico de Confloenta. La excavación está promovida por el Ayuntamiento de San Miguel de Bernuy, con el fin de poner en valor el patrimonio arqueológico del municipio.
Los trabajos principales se focalizaron en la continuación de la exploración del sistema defensivo de finales de la Primera Edad del Hierro, construido entre los siglos V y IV a.C., para defender el centro celtibérico que se desarrolló en el espacio de ocho hectáreas de Los Sampedros. Una península elevada de hasta 50 metros por encima del cauce del río Duratón, que se visualiza a través de amplios farallones – masa de rocas que sobresale en la superficie del terreno – asomados al pantano de Las Vencías. La muralla cierra la única parte accesible de la península desde el páramo, conformado por un pequeño istmo de 100 metros de longitud.

 

Se encontraron más de 50.000 piezas, entre ellas, cerca de 17.000 fueron ya inventariadas, convirtiéndose en la mayor colección de época romana de la provincia de Segovia

Por su parte, la defensa consta de un foso de 13 metros de anchura y 6,5 de profundidad, que protegía la berma, una terraza sobre la que se elevó un amplísimo zócalo de 16 metros de anchura, conformado por cascote y revestido de adobe. La anchura de la defensa, incluidos foso, berma, zócalo y rampa terrera alcanza los 32 metros de anchura, convirtiendo esta construcción en una de las fortificaciones de la época más impresionantes del valle del Duero.
En este sentido, los trabajos arqueológicos se centraron en el desescombro del foso y la muralla, lo que permitió identificar una puerta abierta en el centro de la fortificación, que será explorada en futuras campañas. En cuanto a la muralla, esta fue destruida hacia el siglo IV a.C., posiblemente a consecuencia de la conflictividad existente por el control del valle del Duratón entre las ciudades celtibéricas emergentes.
La campaña continuó con la exploración de la necrópolis celtibérica, con la identificación de diferentes contextos funerarios y que, despuntando como pequeño centro urbano en el siglo IV a.C., posiblemente en la Segunda Edad del Hierro, pudo caer bajo la órbita de la gran ciudad arévaca de Sepúlveda-Colenda, en la frontera con los territorios septentrionales, vinculados ya al ámbito vacceo.

«UNA CIUDAD CON VOCACIÓN COMERCIAL»

Santiago Martínez Caballero es el Director del Museo de Segovia desde 2013. En su amplia trayectoria ha compaginado la investigación histórica y arqueológica, la museología y la gestión cultural, entre otras muchas actividades. Actualmente, una de ellas es la excavación de la ciudad romana de Confloenta. El Adelantado ha charlado con él para conocer más a fondo este y otros proyectos que tiene actualmente entre manos.

 

Nuevos hallazgos arqueológicos convierten a Confloenta en la mayor reserva de vestigios romanos
El director del Museo de Segovia, Santiago Martínez muestra el último hallazgo de Confloenta./ ICAL

P. ¿Qué es la antigua ciudad romana de Confloenta?
Es una ciudad que se fundó tras la conquista romana del ámbito del Duratón, en el siglo I antes de Cristo. En aquel momento, la ciudad celtíbera más importante era Sepúlveda, pero tras la conquista los romanos la abandonaron para construir una nueva en el llano del Duratón, en su confluencia con el río Serrano. Allí crearon un núcleo urbano que gestionaría la administración y explotación del los ámbitos del valle del Cega y del Duratón durante toda la época romana.
Es una ciudad que surge con una vocación comercial, en un núcleo de comunicaciones importante, en el cruce de la vía que pasa paralela al lado del Sistema Central y a la vía norte-sur que une las dos mesetas pasando por el Puerto de Somosierra. Además, en aquel momento era un punto de cruce de importantes vías pecuarias, que posteriormente se convertirían en la Cañada Real Soriana Occidental y en la Cañada Real Segoviana.
A finales del siglo I d.C. adquiere el Estatuto de Derecho Latino y que se desarrollará hasta el fin de la época visigoda en los siglos VI-VII, tal y como atestigua una antigua necrópolis situada en la zona baja junto a la iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción. Con la conquista árabe en el año 711, la desestructuralización del estado Visigodo y la inestabilidad que se genera con todo ello, Confloenta fue abandonada, reocupando sus habitantes, de nuevo, Sepúlveda, que a partir de entonces se convertiría en el centro de la zona durante la etapa medieval.

P. ¿Qué es lo último que se ha encontrado allí?
Desde el año 2017 venimos realizando la exploración del barrio meridional de la ciudad, donde se enclava el complejo termal de las Termas de Fortuna. Se trata de un amplio conjunto público romano de unos baños públicos. Unas termas imperiales de más de 2.500 m2 de superficie en las que se han registrado todo el circuito de espacios propios de las termas romanas de la época imperial, con zonas de vestuarios, baños fríos y calientes, saunas, gimnasio y una piscina.
Lo que hemos hecho este año es excavar en la zona septentrional del edificio y lo que ha aparecido documentado son unas termas precedentes al conjunto monumental que habíamos excavado en los últimos años. Este era del siglo II d.C. , construido aproximadamente entre los periodos del emperador Domiciano y Trajano. La zona sin explorar es un espacio termal precedente, del siglo I. Estamos encontrando un nuevo circuito con los mismos espacios, pero más pequeños.

P. ¿Cuál es la importancia de este descubrimiento para la arqueología en general y la arqueología segoviana en particular?
El testimonio que hay en el siglo I d.C. habla de grandes termas urbanas y en el siglo II serán monumentalizadas, que no conlleva la reconstrucción del antiguo espacio termal, sino el añadido de una gran zona a lo ya existente. Con lo cual, el edificio adquiere unas magnitudes bastante notables, convirtiéndose en una de las termas imperiales más grandes del valle del Duero.

P. ¿En qué consiste la exposición ‘Testimonios del pasado: Arqueología en Segovia’?
Es una visión de las últimas investigaciones arqueológicas de la provincia de Segovia, llevadas a cabo por los diferentes equipos de investigación en diferentes ámbitos y yacimientos. Lo que hemos pretendido es presentar, a través de elementos gráficos y piezas significativas los resultados y posibles conclusiones de esas investigaciones. Están presentes piezas que han ido a parar al Museo de Segovia en los últimos años fruto de depósito. Lo que se está realizando es una visión general de las últimas aportaciones o últimos conocimientos novedosos que se están realizando en la provincia, desde la época paleolítica hasta la época medieval.
Están representadas las exploraciones a propósito del Homo Sapiens y el Homo Neanderthal en el ámbito de Segovia, las investigaciones en los monumentos megalítico de Santa Inés en Bernardos o del crómlech de Lobones. También hay aportaciones de las investigaciones en la Edad del Bronce, en el yacimiento de la Peña del Moro, en la de la Asunción, en la Cueva de Matabuena o las pinturas esquemáticas del Duratón. También hay un gran espacio acondicionado para la edad del Hierro, con yacimientos como el de Aguilafuente, el Cerro del Tormejón de Armuña, el Cerro de Somosierra de Sepúlveda o los de los Sampredros de San Miguel de Bernuy.
Se presentan también importantes aportaciones que se están realizando a propósito del mundo romano, como son las excavaciones en la zona de Otero de Herreros, en las villas romanas de Matabuey, en Nava de la Asunción, Santa Lucía, en Aguilafuente, en Coca, y en la villa de Paradinas. Y, por supuesto, las de las termas de Confluenta.
La última parte está relacionada con las últimas intervenciones arqueológicas en el Alcázar, así como las canteras históricas del Berrocal en Ortigosa del Monte, para concluir con la exploración de época medieval, en la necrópolis visigoda de Santa Lucía en Aguilafuente, Sepúlveda y en el castillo de Ayllón, en lo referente a fortificaciones de la época islámica.

P. ¿Cuáles consideras que son las piezas más importantes de la exposición?
Todas son interesantes, porque cada una aporta importantes conocimientos de épocas diferentes. En conjunto, todas son piezas recientes, recuperadas en las últimas investigaciones. Con lo cual, lo que aportan es una mejor documentación y un mejor conocimiento de cada una de esas etapas, así que no se puede hacer una comparación, ya que todas son igual de significativas y altamente importantes desde el punto de vista histórico y arqueológico.

P. En esta primera semana que lleva abierta la exposición, ¿ha ido mucha gente a visitarla?
De momento sí que ha habido una importante asistencia de público y está teniendo una buena acogida y gran expectación del público en general. Así que esperamos que la exposición tenga amplias visitas y, lo que es más importante, que ello aporte un mejor conocimiento de lo que es el panorama arqueológico de Segovia, de las investigaciones que se están realizando, y del patrimonio histórico de esta provincia.