Grupo de dulzainas de la Escuela de Música Municipal, Cecilio de Benito.

Con el curso en pleno primer trimestre en la Escuela de Música de Cuéllar, la Concejalía de Educación ha dado a conocer el listado definitivo de alumnos que forman parte de esta entidad que, con esfuerzo, sigue sumando alumnos y creciendo paulatinamente cada año. Los datos dejan una cifra significativa que son 281 alumnos matriculados en la escuela; de esta cifra, solo 30 alumnos solo están matriculados en asignaturas de cofradía, es decir, en conjunto de tambores y cornetas. Explica Raquel Gilsanz que este curso se pueden dar de alta y baja alumnos cada comienzo de trimestre. “Desde el Ayuntamiento se cumple favorablemente el objetivo de la Escuela de Música”, señala la edil en referencia a una institución que da servicio a buena parte de la juventud cuellarana, además de a muchos adultos.

para la concejalía de educación se cumple “favorablemente el objetivo de la escuela”

Como se observa en el listado, unos instrumentos son más demandados que otros y lo que se busca es poder dar servicio a todos los alumnos que se apuntan a la escuela y que, por las circunstancias actuales, se quedan en lista de espera. Para ello se coordinan clases conjuntas en las que los alumnos pueden comenzar a iniciarse en un instrumento, lo que sigue dando la oportunidad de aprender a todos aquellos que no logran una plaza directa en la escuela. En esta variación de demanda de alumnos por instrumento, se puede observar que los más solicitados son percusión, con 23 alumnos; viento mental, y saxofón con 22 respectivamente; piano, con 23; guitarra, con 25, canto, con 25 o dulzaina, con 48. Igualmente ocurre con lenguaje musical o música y movimiento, que suman más de 70 alumnos. Clarinete cuenta con 11 alumnos, flauta travesera con 13, oboe 2 y violín 10.Se están ofreciendo clases conjuntas de banda de dulzaina, de flauta, clarinete, violín, saxofón, cornetas y pulso y púa.

Prosigue así la historia de la Escuela de Música, formando a músicos que, como es noticia hoy, llegan a la talla de Álvaro Zarzuela, en las bandas de artistas internacionales. A pesar de todas las carencias de la escuela en su infraestructura, es un servicio por el que se apuesta cada año en la medida de lo posible, y que se espera, en un futuro, se ubica en la que será Casa de las Artes, en ese gran proyecto de San Francisco. Cada año se realizan inversiones en material que van ayudando a continuar con el crecimiento de la escuela, pero es evidente que, dada la demanda y buena acogida de este servicio durante décadas, se hace necesaria una nueva ubicación, moderna y funcional que permita seguir con esta actividad cultura.