El siempre vistoso paseíllo de los toreros, éste el de Cantimpalos. / P.P.

De nuevo la fiesta de en su esplendor más genuino en Cantimpalos, donde existe verdadera afición taurina y se acude a los festejos con buen talante. La novillada picada del pasado domingo ofreció ante todo un encierro de utreros de la ganadería de Sánchez Herrero con hechuras de toro y magnífico juego. El segundo fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Su procedencia de Atanasio quedó patente.

La plaza registró una entrada sobre los tres cuartos de aforo. Presidió el alcalde de la villa Amador Álvarez. La reina de las fiestas y damas de honor ocuparon sitial preferente en el balconcillo presidencial e hicieron entrega a los toreros de una ristra de chorizo de este singular pueblo.  Se guardó un minuto de silencio en memoria de un joven que murió en la mañana electrocutado.

De rosa y oro. El torero de Ronda cumple cinco novilladas en otras tantas plazas segovianas. La de Cantimpalos no tuvo buen comienzo en cuanto al fallo a espadas se refiere, aunque dejó sentir ese toreo que posee y que le ha llevado por vías del continuo éxito en la presente temporada taurina hasta el número uno del escalafón. Dos buenos lances de saludo, Con la flámula torea por alto y después en redondo ajustando los muletazos a la embestida del novillo. Muy templados los naturales que bordaron el toreo en una fase muy ovacionada. Quietud, firmeza y gusto torero jalonaron su labor que finalizó con el citado fallo con los aceros. Palmas.

 Lanceó con garbo a su segundo novillo al que tras un inteligente trasteo comenzó a torear con sentimiento y limpia ejecutoria. En redondo imperaron los muletazos ligados y templados. Naturales y retorno al pitón derecho por donde mejoró el diapasón. Fueron jaleados con oles y fueron secundados con largos pectorales. La faena tuvo consistencia y voluntariosa entrega que refrendó con estocada y descabello cortando las dos orejas del buen novillo.

De azul pavo y oro. Este joven valor galo sustituyó en el cartel al anunciado Juan Carlos Benítez que no pudo acudir a la cita por hallarse herido en una novillada días antes.  Pues el suplente hizo cosas verdaderamente meritorias y de gusto excelente. Saluda con unas verónicas entre oles. De rodillas liga una tanda de muletazos por alto que enardecen al público. Templa muy bien la acometida del magnífico utrero, el mejor de la corrida, al que liga varias series entre un clamor. La embestida por el pitón izquierdo tiene menor entidad, por lo que opta por retornar al otro pitón por donde prosigue su vistoso y estético toreo. Estocada entera y dos orejas.

Genuflexo lancea al quinto novillo de la tarde. La planta erguida y a media altura muletazos que el novillo toma con cierta reticencia. Firmeza y decisión por completar el éxito alcanzado con su primero, no logra el acople necesario por la incertidumbre de la arranca del burel. Engranó unos meritorios naturales que provocaron el ole. La faena tuvo más mérito que contundencia y como falló a espadas, la cuestión quedó en palmas.

De grana y oro. El jienense logró centrarse con el burraco primero suyo y capotear sin ir a mayores. Doblones eficaces y un inicio de toreo al natural con asomo de clase torera. Pases por alto y en redondo y sin lograr ligar las tandas, algunos muletazos de vistosa contemplación y mostrando un enorme valor y sentimiento torero. Giradillas y pinchazo, estocada y tres golpes de verduguillo. Oreja. Ante el que cerraba plaza, excelentes lances por delantales entre ovaciones. Estatuarios a pies juntos y deleite en el toreo fundamental con pases sueltos de mucha enjundia. Sin ligar prácticamente en las respectivas series, decir que los muletazos tuvieron entidad y clase torera. Y la figura siempre al servicio de la estética, así que la composición del toreo del galo resulta vistosa y transmite buenas sensaciones. Manoletinas y estocada para dos orejas.