
Un nuevo ataque de lobos ha causado la muerte a cinco carneros y ha dejado malheridos a otros cuatro. Los hechos ocurrieron ayer lunes y fueron descubiertos por la mañana cuando los responsables de la explotación se acercaron a cuidar el ganado.
Aunque en la zona se han producido otros ataques anteriormente, es la primera vez que ocurre tan cerca del casco urbano, junto a un camino por el que transitan a menudo gente paseando o ciclistas.
Los animales se encontraban en un cercado, frente a otras naves ganaderas, y al lado del camino muy transitado, tal como señala Rafael Montes, propietario de la explotación. En el cercado había doce animales, de los que cinco murieron, y cuatro quedaron gravemente heridos en el ataque, del que se dio cuenta a los responsables de Medio Ambiente, que levantaron acta del suceso para acreditar los daños que vienen ocasionando los lobos en las explotaciones ganaderas de extensivo desde que las poblaciones de este cánido se extendieron al Sur del Duero, donde continúa siendo una especie protegida.
El propio ganadero también recuerda la situación crítica en que se encuentra toda la ganadería de extensivo en general, y la suya en particular, que se dedica a la raza negra castellana, declarada en peligro de extinción. “Los ataques de lobos son un hecho que no dejan de repetirse, es un problema que hay que solucionar; y en este caso debería preocupar más porque se ha producido muy cerca del pueblo, a tan solo 300 metros de las viviendas”, relata Rafael Montes Barrio. “Cada vez el problema se agrava más porque su población va en aumento. A este tipo de problemas hay que darles una salida”, insiste.
Apunta además que los daños que ocasiona el ataque no se cubren con los seguros que obligatoriamente deben suscribir los ganaderos. “No se compensan lo suficiente porque el daño es mucho mayor de lo que se estipula en los seguros”.
En su caso, se trata de carneros que utilizaba para la reproducción y posterior venta de animales de la raza negra castellana. “Son sementales que hemos tardado varios años en criarlos y hay detrás un largo trabajo”, apunta. “Los seguros, ni cubren los daños, ni es la solución. Nunca llegan a cubrir el valor que tienen los animales muertos y tampoco los heridos”. De hecho, los animales que quedan heridos o presencian un ataque de este tipo padecen un nivel de estrés tan elevado que merman sus condiciones y, por tanto, no suelen alcanzar ya sus capacidades físicas y productivas, añade el propietario.
La ganadería AR es una de las explotaciones de ovino de la provincia de Segovia que cuenta con su propio libro genealógico, con registro definitivo. Además está incluida en la IGP Lechazo Castilla y León. De hecho, compite en algunos certámenes. El pasado otoño esta ganadería logró el primer puesto de la XXXII edición Concurso Nacional de Ovino de Raza Castellana, ANCA, en la categoría de hembras menores de diez meses . Con este reconocimiento se da idea de la relevancia que tienen este tipo de animales, que fue galardonado en la Feria Ovinnova Salón Profesional del Ovino’ en Zamora.
Por otro lado, la ganadería AR de Espirdo fue protagonista de la última edición del Hay Festival el pasado mes de septiembre. Participó en la performance que se llevó a cabo junto a los pies del Acueducto donde la artista Katy Daudy y el Premio ‘Nobel’ de Física de 2010, Konstantin Novoselov, conocido por sus trabajos sobre el grafeno, estuvieron acompañados del rebaño de 400 ovejas, separadas en dos grupos, uno con un ‘sí’ escrito en sus lomos, y el otro con el ‘no’.
Se las utilizó así para llevar a cabo una propuesta cultural con la que se quiso demostrar, el menos metafóricamente, que pueden convivir en paz personas de pensamientos distintos.
Pero al margen de esta curiosa anécdota, la ganadería de ovino ya ha sufrido otros ataques de lobos. Sólo el año pasado, en tres ocasiones en Brieva; y uno más en 2021 también en Espirdo, pero nunca tan cerca de los núcleos habitados como lo que ha ocurrido ahora.
Por ello, su responsable, Rafael Montes, quiere hacer un llamamiento a las administraciones para que se ponga solución a este tipo de sucesos y “deje de convertirse en algo habitual”.
Por tal motivo, apunta la necesidad de que si el lobo cuenta con un plan de conservación, también debe tenerlo la ganadería extensiva. En este punto indica que los lobos pueden desempeñar un papel en el control de ciertos animales salvajes “pero no deben interferir en la ganadería extensiva, y menos en zonas tan próximas a las zonas habitadas porpersonas”.
De acuerdo con las últimas estadísticas oficiales de la Consejería de Medio Ambiente, en la provincia de Segovia existe una decena de manadas de lobos de las 27 que están censadas en las provincias situadas al Sur del río Duero. En la parte más septentrional se contabilizan 152 manadas. está en fase de realización el censo de este año por parte de la Consejería de Medio Ambiente.