
Pese a las elevadas temperaturas, numerosos granjeños se citaron en la Cantina de la Real Fábrica de Cristales, para participar en la recreación de la Sargentada de 1836, la conocida sublevación militar ocurrida en el Real Sitio hace 186 años.
La representación está organizada por la sociedad Castellarnau, que lleva tiempo haciendo de este acto una de sus citas ineludibles.
Este año, además, se celebró el 20 aniversario desde que se comenzó a celebrar.
El motín de La Granja de San Ildefonso o motín de los sargentos de La Granja fue una sublevación que tuvo lugar en agosto de 1836 durante la Regencia de María Cristina de Borbón en la que un grupo de sargentos de la guarnición y de la guardia real del palacio de La Granja de San Ildefonso, donde se encontraba la regente con su hija Isabel de cinco años de edad, obligaron a María Cristina de Borbón a que volviera a poner en vigor la Constitución de 1812 y a que nombrara un gobierno liberal progresista presidido por José María Calatrava con Juan Álvarez Mendizábal de nuevo en la cartera de Hacienda.
En la representación de ayer, Alfonso Mateo-Sagasta fue el encargado de leer el pregón, donde puso de manifiesto el interés por conseguir modernizar un país que estaba atosigado por prebendas de una sociedad anquilosada en el pasado y con un elevado nivel de analfabetismo.
La consecuencia más importante del motín de La Granja fue el restablecimiento de la Constitución de 1812 iniciado en 1810 por las Cortes de Cádiz e interrumpido en 1814 por el golpe absolutista propiciado por el rey Fernando VII, y retomado en el Trienio Liberal y de nuevo frustrado por el rey tras la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis en 1823. Con la Constitución de 1812 se produjo la abolición definitiva del Antiguo Régimen en España, según algunos historiadores.