El debate continúa en la calle y tras conocer las declaraciones del alcalde, que aboga por esperar para decidir cómo evoluciona la pandemia y con ello si habrá fiestas, los colectivos taurinos también responden a la cuestión sobre cómo actuar. Tanto la Peña Taurina El Encierro como la Asociación Encierros de Cuéllar dedican gran parte del año a la organización de actividades relacionadas con el mundo taurino, desde salidas a ganaderías hasta charlas que acercan las figuras de ganaderos y toreros. Sin embargo, su actividad también se ha visto frenada en seco, con cancelaciones y en la tesitura de la espera.
Francisco Salamanca es presidente de la Peña Taurina El Encierro y explica que la prioridad ahora es precisamente la espera. Reconoce que la propuesta de Centrados en el pasado pleno para pasar las fiestas a diciembre le resultó “extraña” debido al posible repunte, pero en cualquier caso, aboga por no precipitarse y esperar. Sin embargo, su postura es la de mantener la fiesta en el momento del año en que se precie; aunque “los toros necesitan sol y moscas”, reitera que es una necesidad para el pueblo y también económica, por lo que plantearlas en otro momento del año que no sea demasiado tardío (por ejemplo, San Miguel), puede ser un acierto. “Hay una cuestión más allá, la de romper con la cotidianeidad, la necesidad para el pueblo, la juventud, y da igual que haya muchos o pocos toros, puesto que se vivirían con intensidad como se ha hecho en Cuéllar en la historia, con toros fuera de la fiestas”. Concreta el presidente de El Encierro y se remonta a 1599 para hablar de cómo la peste negra hizo mella en Segovia y en Cuéllar. La epidemia sesgó la vida de miles de personas y en la villa fue un año en el que celebraron con toros muchos momentos del año, desde San Roque a agosto. Salamanca incide en que en un año anómalo como ese, la tradición cambió como lo hicieron las circunstancias sociales, adaptándose al contexto. Asegura que Cuéllar “se ha acomodado a las circunstancias”, como lo hará este año, pase lo que pase, y así quedará reflejado en los documentos, como lo atestigua la historia.
No obstante, para los aficionados taurinos está siendo una espera más amarga a sabiendas de que las ganaderías seleccionadas para este año eran de prestigio y nivel. Así, Salamanca explica que sin saber quién lidiará y si la feria se pospone, podría ser un momento que favorezca a Cuéllar a la hora de seleccionar otros toros que no hayan sido escogidos ante la ausencia de festejos hasta ese momento, así como de figuras del toreo. No obstante y con cautela, el presidente de El Encierro reconoce que lo importante sería seguir manteniendo una “feria digna con ganaderías dignas”.
Por su parte, la Asociación Encierros de Cuéllar, con Jesús Salamanca al frente, ve “impensables unas fiestas en agosto”. Asegura que tal y como está la situación en Segovia, “hay que priorizar la salud”. “Se debería reinvertir el presupuesto y hacer un diciembre potente, una Navidad fuerte para la economía, el comercio, la hostelería”, propone. Reitera que es una idea “inviable” y que estos “grandes tumultos” no están en el futuro próximo de la villa. Al cambio de fecha, Jesús Salamanca es claro: “cada evento tiene su fecha y los toros tienen una continuidad y una tradición”, por lo que la idea de posponerlas tampoco entra en sus planes; “no concibo las fiestas en agosto, pero tampoco en septiembre u octubre”, comenta. Ha intercambiado opiniones con socios, vecinos de todas las edades, y asegura que las masificaciones no están entre sus anhelos.
Respecto a la elección de ganaderías, el presidente de la asociación asegura que se ha hecho “un buen trabajo”, y que si este año no se puede, está todo avanzado para el próximo: “no habrá que trabajar desde cero y posiblemente disfrutemos de la misma feria”, reconoce. Incide en que no será viable tampoco en octubre celebrar encierros, por ejemplo, dado que para eso comenzarían los trabajos con las ganaderías en julio, y no será momento de ello, pues puede haber rebrote; en caso de que no, habrá que seguir controlando la situación. Jesús Salamanca habla de anular ya porque “los encierros no son un concierto que se pospone, nunca se ha aplazado y no puedes reubicar toda esa infraestructura económica y social”.
Para él, como aficionado taurino pero consciente de lo que está pasando, “los toros son secundarios”, y apuesta por incentivar la economía como se pueda y aprovechar ese gasto que, a su parecer, no se va a producir. Reitera que es momento de decidir y de apostar por potenciar otros momentos del año, un mes de diciembre fuerte al completo.
Aunque aún no han recibido notificación, las intenciones declaradas por el Ayuntamiento, concretamente por el alcalde, son de dejar pasar el mes de mayo para reunirse con todos los agentes participantes en los encierros y fiestas. Para el presidente de la Peña Taurina El Encierro, los agentes del colectivo del “protocolo de encierros” serían los fundamentales para decidir, un grupo creado para tomar decisiones. Sin embargo, los colectivos se mantienen, como todos, a la espera de que haya más informaciones de las instituciones superiores y que estas les lleven a tomar la decisión correcta en Cuéllar. Complicado pero crucial, este podría ser un año vacío para muchos, en favor de la salud y la seguridad.