La ‘Sifonada’ puso fin a una semana de fiestas

El último encierro se saldó con una persona herida

Un año más, la tradicional ‘sifonada' sirvió para poner fin a las patronales de Cabezuela, que se han celebrado en honor en honor a la Exaltación de la Santa Cruz y que han tenido lugar durante la semana pasada.

En total se utilizaron 1.300 sifones en la batalla que se libró entre todos aquellos que quisieron participar en esta convocatoria que cumple su 20 edición y que constituye una de las citas ineludibles y más características de las fiestas de Cabezuela. Organizada por la Asociación de Peñas, el Centro Cultural y el Ayuntamiento, la sifonada tuvo lugar el sábado a primera hora de la tarde en la Plaza Mayor.

El buen tiempo, con agradables temperaturas en la mayoría del los cinco días que se desarrollaron, reinó y permitió que se celebraran todos los actos tal como estaban programados. Tan sólo hubo que lamentar que en el último de los encierros, celebrado el sábado 17, se produjera un herido al escapar un toro de los que iban a encerrarse. También un caballo sufrió una grave cornada. El resto de los actos se desarrollaron sin problemas y contaron con una nutrida presencia de público, especialmente durante el fin de semana.

Tras el pregón inaugural a cargo de Miguel Ángel Pastor y José Antonio Gómez, tuvo lugar el desfile de peñas abierto por los quintos, que también tuvieron un protagonismo especial, como cada año, con el estallido de sus trallas durante todas las fiestas y en los días precedentes. También protagonizaron parte de la subasta al Cristo del Humilladero, que cuenta con una gran devoción y centra la programación religiosa de estos días.

Los dos días dedicados a los festejos taurinos se celebraron conforme a lo previsto. Una pequeña tormenta amenazó la primera de las novilladas, que finalizó con gran éxito. El principal incidente tuvo lugar en el encierro del sábado, en que un novillo no logró entrar en el recorrido urbano y, al darse la vuelta corneó a un hombre, que tuvo que ser trasladado a un Centro de Salud y posteriormente al Hospital de Segovia. El mismo astado también hirió de muerte a un caballo, que tuvo que ser sacrificado posteriormente. El resto de los actos, especialmente las verbenas nocturnas, las comidas populares contaron con gran éxito y participación de público, especialmente con el ambiente ofrecido por las peñas durante todos los días.