Las últimas precipitaciones, tanto en forma de agua como de nieve, han permitido que las lagunas de Cantalejo ofrezcan sus mejores imágenes para ser visitadas y contempladas en su máximo nivel.
Miles de aves se asientan estos días sobre las lagunas. Muchas están de paso y otras optarán por iniciar su temporada de cría entre los juncos aprovechando la subida del nivel freático y el caudal de vida que conlleva la nueva situación, después de haber pasado un año de fuerte sequía, que dejó prácticamente inerte a la mayoría de las lagunas.
Los cantalejanos aprovechan estas fechas para visitar sus humedales. Contemplan entusiasmados la zona, convertida en un extenso edén que rebosa agua por todos los lados gracias al sistema de comunicación hídrica que existe entre una laguna y otra. El caudal discurre por gravedad, desde la laguna situada en una cota más elevada, hasta la más baja, La Muña. En total, un complejo de una veintena de zonas encharcadas en las que viven múltiples especies de animales: cigüeñas, ánades, fochas… así como rapaces y anfibios.
El alcalde de Cantalejo, Máximo San Macario, recuerda que hace varias semanas se acometieron algunos trabajos de limpieza en la de Sotillos Encimeros, Navacornales o Navalayegua, siguiendo indicaciones de expertos pertenecientes al CSIC y al Real Jardín Botánico de Madrid; y que permitieron recuperar otras que se habían acenagado por colmatación, como la Laguna de los Garroberos. Además avisa de la excelente imagen que aportará la próxima carrera pedestre ‘Carralagunas’, que discurre por la zona, prevista para el próximo mes de abril, y para la que se ha abierto ya el plazo de inscripción.
Las nevadas y las intensas lluvias caídas en la zona han sumado ya un centenar de litros de agua por metro cuadrado en lo que va de marzo. En el mes de febrero se acumularon otros 60 litros, y otros tantos en enero.
Se espera que el nivel freático del suelo se mantenga en los próximos meses; y en primavera y verano este amplio humedal continúe formando el oasis que constituye, dentro de una zona de pinares, y que hacen de las lagunas de Cantalejo un auténtico vergel, que en los últimos años han recibido diversas inversiones con las que se ha construido un camino que recorre buen parte (senda de las lagunas), una serie de miradores en las más representativas, y plataformas de madera que las convierten en zona accesible para todo tipo de visitantes.